Domingo, 07 de Septiembre de 2025

Actualizada Domingo, 07 de Septiembre de 2025 a las 12:57:38 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Lunes, 09 de Septiembre de 2019 Tiempo de lectura:

El Lehendakari, la inmigración ilegal y la inopia socialdemócrata

[Img #16295]Como es habitual, el lehendakari Iñigo Urkullu, siempre presto a sumarse a los actos institucionales más proclives a la demagogia facilona, buenista y vacua, ha presidido un acto organizado por el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Ispáster con ocasión del “Día de la Diáspoa Vasca”.  

 

En una intervención ética e ideológicamente blandita e inane, el Lehendakari repasó diferentes momentos en los que el “pueblo vasco salió al exterior” y, atendiendo “al carácter migrante de Euskadi”, Urkullu explicó que actualmente “no podemos mirar para otro lado como sociedad” ante la llamada de “otros pueblos en busca de un futuro mejor” (¿?).

 

Al comparar los procesos migratorios siempre legales emprendidos por numerosos españoles en décadas pasadas con la actual aceptación por las bravas de las corrientes migratorias ilegales procedentes en demasiadas ocasiones de ámbitos geográficos, socio-culturales y religiosos absolutamente incompatibles con nuestras democracias, el Lehendakari no solamente demuestra estar en la misma inopia socialdemócrata que la mayor parte de las élites político-económicas occidentales sino que, además, está insultando a la memoria de nuestros abuelos y está humillando a nuestros antepasados emigrantes que, por ejemplo, nunca recibieron (ni exigieron) ayudas sociales, subvenciones públicas ni sueldos o viviendas gratis en los lugares a los que llegaron.


Nuestros abuelos y bisabuelos todo lo consiguieron trabajando duramente, soportando en muchas ocasiones numerosos ataques racistas, y entregando su esfuerzo, su valor y su empeño al país de acogida.


Nuestros abuelos y bisabuelos jamás cuestionaron las leyes, las normas y las tradiciones de las naciones que les recibieron. De hecho, y en no pocos casos, con el paso del tiempo se convirtieron en los mayores defensores y en los mejores artífices de esas mismas normas.

Nuestros abuelos y bisabuelos no crearon problemas de orden público, ni cometieron actividades terroristas y mucho menos se dedicaron a promocionar la delincuencia callejera.


Nuestros abuelos y bisabuelos emigrantes engrandecieron, enriquecieron y mejoraron las sociedades que les acogieron, no se dedicaron a sembrar conflictos ni a insultar, despreciar o mancillar las tradiciones, costumbres y creencias de las personas y de las sociedades que les abrieron sus brazos.


Los descendientes de nuestros abuelos y bisabuelos emigrantes, en la mayor parte de los casos, se han convertido en ciudadanos respetables de las sociedades que les acogieron, y no han acabado dedicándose al terrorismo, al tráfico de drogas o a crear redes delictivas.


Y es que nuestros abuelos y bisabuelos fueron respetables migrantes que hicieron grande y noble el hecho de emigrar, y que convirtieron en un orgullo y en una satisfacción el hecho de acoger a los recién llegados. ¿Puede decir el Lehendakari, mirando a los ojos de los ciudadanos vascos que viven, por ejemplo, en el barrio bilbaíno de San Francisco, que actualmente ocurre lo mismo?

Etiquetada en...

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.