¿Quién no conoce esta pregunta?. Hace unos cuantos años, comenzó a correr por nuestra sociedad como un reguero de pólvora, vino para quedarse y aumentar su presencia año tras año no como fenómeno cultural sino como negocio y muy próspero. Qué lejos quedan aquellas magníficas representaciones de Don Juan Tenorio, nuestra cultura, arrumbada en el más recóndito agujero de la Historia. 

Dentro de unas semanas recibiremos por tierra, mar, aire e Internet al Séptimo de Caballería bajo el nombre de <<Black Friday>>, donde todo se compra y se vende, salvo el cariño verdadero que diría Manolo Escobar; por si fuera poco, a los tres días seremos atacados por la Infantería del <<Cyber Monday>> para adquirir toda serie de artilugios que con la excusa de la felicidad nos esclavizarán como a galeotes.

Falta el remate de la faena y para llevarla a cabo, los cuerpos de élite, preparados concienzudamente, arrasarán en plan bíblico capitaneados por Papa Noel, Santa para los amigos, gracias a un arma de destrucción masiva, publicidad las veinticuatro horas del día, embaucándonos y seduciéndonos como los ojos de una cobra; cuando el año llegue a sus últimos estertores, nuestras tarjetas de crédito ingresarán exhaustas en la UCI aquejadas de una severa anemia, pero rebosaremos un remedo de felicidad. 

Todo ello se fundamenta en algo básico, truco o trato, comprar, adquirir, acopiar, en definitiva consumir y para más inri, relegando nuestras tradiciones. 

Menos mal que nos pasamos la vida despotricando del Tío Sam comiendo una hamburguesa. 

Francisco Javier Sáenz Martínez 

FJS 

Lasarte-Oria