Para levantar un "Museo de la Represión Franquista"
El totalitarismo secesionista catalán propone y el Gobierno socialista dispone: la Policía Nacional será expulsada de su sede en Barcelona
El Gobierno de extrema-izquierda de Pedro Sánchez ha abierto la puerta a la posibilidad de trasladar a la Policía Nacional de su sede actual en Vía Layetana de Barcelona, tal y como ha exigido el totalitarismo secesionista catalán con el apoyo de los socialistas. Al ser preguntada tras el Consejo de Ministros sobre la iniciativa de ERC con el respaldo del PSC de convertir la actual sede de la Policía Nacional en el centro de la capital catalana en un museo de la "represión franquista’, la ministra portavoz, Isabel Celáa, ha asegurado que es posible que se pueda localizar un mejor asentamiento para la Policía.
La propuesta de ERC de dejar el 43 de Vía Layetana ha generado un intenso malestar dentro de sectores de la Policía al considerarla como mínimo inoportuna, en un marco en el que este edificio ha sido objeto durante varios días de las protestas violentas de grupos de terroristas callejeros independentistas descontentos con la sentencia del ‘procés'.
El Gobierno de extrema-izquierda de Pedro Sánchez ha abierto la puerta a la posibilidad de trasladar a la Policía Nacional de su sede actual en Vía Layetana de Barcelona, tal y como ha exigido el totalitarismo secesionista catalán con el apoyo de los socialistas. Al ser preguntada tras el Consejo de Ministros sobre la iniciativa de ERC con el respaldo del PSC de convertir la actual sede de la Policía Nacional en el centro de la capital catalana en un museo de la "represión franquista’, la ministra portavoz, Isabel Celáa, ha asegurado que es posible que se pueda localizar un mejor asentamiento para la Policía.
La propuesta de ERC de dejar el 43 de Vía Layetana ha generado un intenso malestar dentro de sectores de la Policía al considerarla como mínimo inoportuna, en un marco en el que este edificio ha sido objeto durante varios días de las protestas violentas de grupos de terroristas callejeros independentistas descontentos con la sentencia del ‘procés'.