Transgenerismo o feminismo
El feminismo está asediado por los lobbies trans. Las feministas nunca imaginamos que el enemigo fuera otro que la derecha y la extrema derecha, y de pronto nos hemos encontrado con que, sabia estrategia, el Capital y el Patriarcado, estos sí siempre unidos, se han introducido en el Movimiento intentando destruirlo desde dentro. Con un discurso aparentemente de defensa de los derechos de los colectivos LGTB, están pretendiendo hacer desaparecer del lenguaje, que es la manera de encubrir la realidad social, a las mujeres y a la lucha feminista. Pero su campaña, repetida insistentemente a lo largo de años está teniendo un éxito que amenaza seriamente no sólo al protagonismo del MF sino a la estabilidad de toda la sociedad. Y es una ofensiva internacional.
Lo sucedido en el Estado norteamericano de Carolina del Norte es suficientemente indicativo del poder de los lobbies que han impulsado las leyes de autodeterminación de género que pretenden borrar de la realidad los sexos humanos. La Ley de Privacidad y Seguridad de las Instalaciones Públicas, es un estatuto de Carolina del Norte aprobado en marzo de 2016 y firmado como ley por el Gobernador Pat McCrory. El proyecto de ley enmendó la ley estatal para adelantarse a cualquier ordenanza antidiscriminatoria aprobada por las comunidades locales, y obligó a las escuelas e instalaciones públicas que contienen baños de un solo género a que sólo permitan su uso a las personas del sexo con certificado de nacimiento correspondiente.
La parte del proyecto de ley que se refiere al baño generó inmensas críticas por impedir que las personas transgénero que no alteraron o no pudieron alterar sus certificados de nacimiento usaran el baño de acuerdo con su determinación de género. En Carolina del Norte, sólo las personas que se someten a una cirugía de reasignación de sexo pueden cambiarlo en sus certificados de nacimiento, según dice la ley antidiscriminatoria del Estado a "la condición física de ser hombre o mujer, la cual se indica en el certificado de nacimiento de una persona". Quienes se oponen al proyecto de ley lo describen como la legislación más anti-LGBT de los Estados Unidos, mientras que los defensores la llaman legislación de "sentido común".
La ofensiva que se desencadenó contra la ley el gobernador que la había firmado fue extraordinaria. La protestas se generalizaron: los gobiernos estatales, de condado y municipales de todo Estados Unidos prohibieron a sus empleados viajar a Carolina del Norte sin necesidad de hacerlo; numerosas corporaciones y firmas frenaron los planes de celebrar eventos y crear puestos de trabajo en el Estado, y muchos artistas cancelaron actuaciones en Carolina del Norte para boicotearlo; la economía de este Estado perdió más de 400 millones de dólares en inversiones y puestos de trabajo. Ochenta empresas, las más importantes del mundo escribieron directamente al gobernador una carta en la que le decían: “Le escribimos con preocupación sobre la legislación que usted firmó como ley esta semana, el Proyecto de Ley 2 de la Cámara de Representantes, que ha revocado las protecciones para las personas LGBT y sancionado la discriminación en toda Carolina del Norte.
La comunidad empresarial, en general, ha comunicado de manera consistente a los legisladores de todos los niveles que esas leyes son malas para nuestros empleados y malas para el negocio. Esta no es una dirección en la que los Estados se mueven cuando buscan proporcionar centros exitosos y prósperos para negocios y desarrollo económico. Creemos que HB 2 hará que sea mucho más difícil para las empresas en todo el Estado reclutar y retener a los mejores y más brillantes trabajadores de la nación y atraer a los estudiantes más talentosos de todo el país. También disminuirá el atractivo del Estado como destino para el turismo, los nuevos negocios y la actividad económica.”
El proyecto de ley también fue criticado por varias organizaciones religiosas, y el presidente Barack Obama lo denunció y pidió su revocación. McCrory finalmente perdió su candidatura a la reelección en 2016 ante el Fiscal General Demócrata Roy Cooper, crítico de la ley, y la parte relativa al uso del baño fue derogada el 30 de marzo de 2016.
Resulta ciertamente desconcertante que las más grandes corporaciones del mundo: Facebook, YouTube, Twitter, IBM, Marriot International, Apple, Microsoft, Yahoo, Biogen, Paypal, entre las ochenta que firmaron la carta al gobernador, estén tan preocupadas porque se instalaran baños para mujeres y para hombre y se pretendiera que aquellas y éstos hicieran uso según su sexo de nacimiento, y con la fuerza de su prepotencia llevaran adelante la campaña hasta lograr desplazar a McCrory y derogar la ley.
Este episodio, para nada anecdótico, nos indica la influencia que el colectivo trans tiene sobre el poder económico y político, sin que pueda imaginar cuáles son los propósitos últimos que persigue. De momento, en España, la ofensiva que están desarrollando contra el Partido Feminista por defender la realidad humana que nos divide en hombres y mujeres, está siendo tan agresiva como la que los sectores fascistas nos hacen víctimas.
Lo más penoso es que la izquierda parece haberse dejado hipnotizar por el discurso queer y considera que hay que defender las demandas del lobby trans aún a costa de invisibilizar a las mujeres, de quitarles el protagonismo de la lucha contra el Patriarcado y de debilitar al Movimiento Feminista.
Si éste no se opone firmemente y sin vacilaciones a esta ofensiva, las consecuencias las pagaremos caras, y no solamente las feministas sino todas las mujeres y en realidad la sociedad entera.
El feminismo está asediado por los lobbies trans. Las feministas nunca imaginamos que el enemigo fuera otro que la derecha y la extrema derecha, y de pronto nos hemos encontrado con que, sabia estrategia, el Capital y el Patriarcado, estos sí siempre unidos, se han introducido en el Movimiento intentando destruirlo desde dentro. Con un discurso aparentemente de defensa de los derechos de los colectivos LGTB, están pretendiendo hacer desaparecer del lenguaje, que es la manera de encubrir la realidad social, a las mujeres y a la lucha feminista. Pero su campaña, repetida insistentemente a lo largo de años está teniendo un éxito que amenaza seriamente no sólo al protagonismo del MF sino a la estabilidad de toda la sociedad. Y es una ofensiva internacional.
Lo sucedido en el Estado norteamericano de Carolina del Norte es suficientemente indicativo del poder de los lobbies que han impulsado las leyes de autodeterminación de género que pretenden borrar de la realidad los sexos humanos. La Ley de Privacidad y Seguridad de las Instalaciones Públicas, es un estatuto de Carolina del Norte aprobado en marzo de 2016 y firmado como ley por el Gobernador Pat McCrory. El proyecto de ley enmendó la ley estatal para adelantarse a cualquier ordenanza antidiscriminatoria aprobada por las comunidades locales, y obligó a las escuelas e instalaciones públicas que contienen baños de un solo género a que sólo permitan su uso a las personas del sexo con certificado de nacimiento correspondiente.
La parte del proyecto de ley que se refiere al baño generó inmensas críticas por impedir que las personas transgénero que no alteraron o no pudieron alterar sus certificados de nacimiento usaran el baño de acuerdo con su determinación de género. En Carolina del Norte, sólo las personas que se someten a una cirugía de reasignación de sexo pueden cambiarlo en sus certificados de nacimiento, según dice la ley antidiscriminatoria del Estado a "la condición física de ser hombre o mujer, la cual se indica en el certificado de nacimiento de una persona". Quienes se oponen al proyecto de ley lo describen como la legislación más anti-LGBT de los Estados Unidos, mientras que los defensores la llaman legislación de "sentido común".
La ofensiva que se desencadenó contra la ley el gobernador que la había firmado fue extraordinaria. La protestas se generalizaron: los gobiernos estatales, de condado y municipales de todo Estados Unidos prohibieron a sus empleados viajar a Carolina del Norte sin necesidad de hacerlo; numerosas corporaciones y firmas frenaron los planes de celebrar eventos y crear puestos de trabajo en el Estado, y muchos artistas cancelaron actuaciones en Carolina del Norte para boicotearlo; la economía de este Estado perdió más de 400 millones de dólares en inversiones y puestos de trabajo. Ochenta empresas, las más importantes del mundo escribieron directamente al gobernador una carta en la que le decían: “Le escribimos con preocupación sobre la legislación que usted firmó como ley esta semana, el Proyecto de Ley 2 de la Cámara de Representantes, que ha revocado las protecciones para las personas LGBT y sancionado la discriminación en toda Carolina del Norte.
La comunidad empresarial, en general, ha comunicado de manera consistente a los legisladores de todos los niveles que esas leyes son malas para nuestros empleados y malas para el negocio. Esta no es una dirección en la que los Estados se mueven cuando buscan proporcionar centros exitosos y prósperos para negocios y desarrollo económico. Creemos que HB 2 hará que sea mucho más difícil para las empresas en todo el Estado reclutar y retener a los mejores y más brillantes trabajadores de la nación y atraer a los estudiantes más talentosos de todo el país. También disminuirá el atractivo del Estado como destino para el turismo, los nuevos negocios y la actividad económica.”
El proyecto de ley también fue criticado por varias organizaciones religiosas, y el presidente Barack Obama lo denunció y pidió su revocación. McCrory finalmente perdió su candidatura a la reelección en 2016 ante el Fiscal General Demócrata Roy Cooper, crítico de la ley, y la parte relativa al uso del baño fue derogada el 30 de marzo de 2016.
Resulta ciertamente desconcertante que las más grandes corporaciones del mundo: Facebook, YouTube, Twitter, IBM, Marriot International, Apple, Microsoft, Yahoo, Biogen, Paypal, entre las ochenta que firmaron la carta al gobernador, estén tan preocupadas porque se instalaran baños para mujeres y para hombre y se pretendiera que aquellas y éstos hicieran uso según su sexo de nacimiento, y con la fuerza de su prepotencia llevaran adelante la campaña hasta lograr desplazar a McCrory y derogar la ley.
Este episodio, para nada anecdótico, nos indica la influencia que el colectivo trans tiene sobre el poder económico y político, sin que pueda imaginar cuáles son los propósitos últimos que persigue. De momento, en España, la ofensiva que están desarrollando contra el Partido Feminista por defender la realidad humana que nos divide en hombres y mujeres, está siendo tan agresiva como la que los sectores fascistas nos hacen víctimas.
Lo más penoso es que la izquierda parece haberse dejado hipnotizar por el discurso queer y considera que hay que defender las demandas del lobby trans aún a costa de invisibilizar a las mujeres, de quitarles el protagonismo de la lucha contra el Patriarcado y de debilitar al Movimiento Feminista.
Si éste no se opone firmemente y sin vacilaciones a esta ofensiva, las consecuencias las pagaremos caras, y no solamente las feministas sino todas las mujeres y en realidad la sociedad entera.