Si se puede volar, ¿por qué no ir? Rápido y además hoy en día barato, tanto que les permite viajar a casi cualquier punto del planeta, si tiene tiempo. Todos ustedes recordarán aquellos tiempos en que desplazarse en avión era algo reservado a algunos privilegiados con un alto poder económico. No hace tanto de ello y hasta los aeropuertos eran una especie de club o recinto reservado a una élite de personas que sencillamente se desplazaba por el aire. Qué sana envidia provocaba aquel deseo de experimentar la sensación de ir en avión, ver el paisaje desde miles de metros de altura, pasar entre nubes, en fin, ser un poco pájaro, aunque fuese por un medio de transporte.

En los reportajes de aquella época se puede observar, y algunos lo habrán experimentado por los años que lleven como usuarios de líneas aéreas, el trato exclusivo que se daba a estos pasajeros. El momento del embarque era tranquilo, pausado, acomodarse en los asientos con una atención rayana en el mimo, degustar algún zumo u otra bebida atención de la compañía aérea, y todo tipo de galanterías. Aunque este trato tan exclusivo y selecto haya desaparecido al normalizarse el transporte aéreo, ha sido a cambio de un abaratamiento de los precios y el aumento de las líneas aéreas, lo que trae una competencia que siempre es buena para el bolsillo del viajero.

En estos días en que ya tienen la vista fija en el calendario y planifican su viaje de Semana Santa, podrían pensar en un viaje a Sicilia, esa perla que Italia tiene al Sur, en la “punta de la bota” y que es la mayor isla del Mediterráneo. Les sorprenderá seguro.

Lo primero que deben pensar es el aeropuerto de destino ya que tiene cuatro, Palermo en el Norte, Catania en el Este, Catania en el Noroeste y Comiso en el sureste. A punto cardinal, para que tengan el rumbo bien definido. Hay vuelos regulares directos desde varias ciudades españolas al menos dos o tres veces por semana. Y aunque es verdad que un viaje a Sicilia puede durar toda la vida, con una semana, esa en la que ya se fijan, tendrán para disfrutar de esta isla apasionante donde la naturaleza destinó toda su belleza en colinas, montañas y especialmente el mar, ese mar de una transparencia que les cautivará. Sin olvidar sus restos arqueológicos y sus famosos volcanes: el Etna y el Strómboli.

Un viaje para conocer la Sicilia auténtica en sus ciudades, llena de peculiaridades, pero también de reminiscencias a todo el Mediterráneo. Sentirán su pasado griego, su esencia romana, la influencia árabe, el peso de los normandos, las tradiciones que llegaron desde España, y siempre los lazos que unen a la isla con toda Italia. Si piensan que es un laberinto, complicado, o que los vuelos serán caros o difíciles de conseguir, entren en Expedia y vuelen a esa perla aún desconocida y que les asombrará. Realicen un viaje a Sicilia. Volverán.