Poco han tardado
Han profanado la placa en memoria de Gregorio Ordóñez colocada en San Sebastián tras el 25 aniversario de su asesinato.
Lo sabíamos, era de prever y lo han hecho, no será la última ni la antepenúltima; alegres, combativos y cobardes, amparándose en la noche, han demostrado a los suyos que no deben preocuparse, ya que la savia nueva de la intolerancia, odio y la maldad, pura y genuina maldad, no ha desaparecido de nuestra tierra.
Mentes vesánicas situadas en las antípodas de lo que significa el respeto a vivos y muertos; este triste suceso es la continuación de los ataques que sufrieron las cinco placas colocadas el año pasado en memoria de otras tantas víctimas del terrorismo etarra; deseamos y confiamos que el Ayuntamiento donostiarra no ceje en su empeño y vez tras vez vuelva a repararlas y si fuese posible coloque los medios técnicos necesarios en aras a ponerles la tarea más difícil y facilitar su identificación aunque sabiendo lo valientes que son irán con la cara encapuchada para emular a sus héroes.
Este tipo de virus es más pernicioso que el famoso coronavirus, lograr una vacuna que lo erradique es una misión digna de un premio Nobel; paciencia y mente fría, muy fría hasta derrotarles. Debe haber y así será, vencedores y vencidos. Dejemos las tablas para el ajedrez.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Han profanado la placa en memoria de Gregorio Ordóñez colocada en San Sebastián tras el 25 aniversario de su asesinato.
Lo sabíamos, era de prever y lo han hecho, no será la última ni la antepenúltima; alegres, combativos y cobardes, amparándose en la noche, han demostrado a los suyos que no deben preocuparse, ya que la savia nueva de la intolerancia, odio y la maldad, pura y genuina maldad, no ha desaparecido de nuestra tierra.
Mentes vesánicas situadas en las antípodas de lo que significa el respeto a vivos y muertos; este triste suceso es la continuación de los ataques que sufrieron las cinco placas colocadas el año pasado en memoria de otras tantas víctimas del terrorismo etarra; deseamos y confiamos que el Ayuntamiento donostiarra no ceje en su empeño y vez tras vez vuelva a repararlas y si fuese posible coloque los medios técnicos necesarios en aras a ponerles la tarea más difícil y facilitar su identificación aunque sabiendo lo valientes que son irán con la cara encapuchada para emular a sus héroes.
Este tipo de virus es más pernicioso que el famoso coronavirus, lograr una vacuna que lo erradique es una misión digna de un premio Nobel; paciencia y mente fría, muy fría hasta derrotarles. Debe haber y así será, vencedores y vencidos. Dejemos las tablas para el ajedrez.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria