Aumentan las protestas vecinales
El Gobierno Vasco rechazó la ayuda del Ejército español en las labores de rescate que se llevan a cabo en el vertedero de Zaldívar
El Gobierno Vasco, en manos del PNV y el PSE, ha rechazado que el Ejecutivo central enviara la Unidad Militar de Emergencias (UME) para que ayudara en el operativo del rescate de los dos empleados sepultados tras el colapso del vertedero de la localidad vizcaína de Zaldívar, según ha informado El Diario Vasco. Según este medio, el Gobierno central ofreció al autonómico la intervención de este cuerpo militar (dedicado a realizar actuaciones en situaciones de emergencia) el mismo día en el que ocurrió el suceso. La respuesta de la Administración en manos del PNV-PSE fue que esta es una situación "que no se soluciona con más efectivos".
Pero lo único cierto hasta el momento es que nueve días después del derrumbe sobre la AP-8, la situación sigue siendo un absoluto caos y que las protestas vecinales se han convertido ya en un clamor. Dos trabajadores continúan sepultados entre las toneladas de escombros, el incendio del basurero sigue sin ser sofocado y dioxinas y furanos derivados del fuego se esparcen por el aire. La solución del Gobierno de Iñigo Urkullu hasta el momento es recomendar a los vecinos que ventilen las viviendas, que cierren las ventanas de noche y que no hagan deporte al aire libre en Zaldívar, Eíbar y Ermua. Estas nuevas recomendaciones se suman a otras como no consumir productos de la huerta ni beber agua de pozos.
El Gobierno Vasco, en manos del PNV y el PSE, ha rechazado que el Ejecutivo central enviara la Unidad Militar de Emergencias (UME) para que ayudara en el operativo del rescate de los dos empleados sepultados tras el colapso del vertedero de la localidad vizcaína de Zaldívar, según ha informado El Diario Vasco. Según este medio, el Gobierno central ofreció al autonómico la intervención de este cuerpo militar (dedicado a realizar actuaciones en situaciones de emergencia) el mismo día en el que ocurrió el suceso. La respuesta de la Administración en manos del PNV-PSE fue que esta es una situación "que no se soluciona con más efectivos".
Pero lo único cierto hasta el momento es que nueve días después del derrumbe sobre la AP-8, la situación sigue siendo un absoluto caos y que las protestas vecinales se han convertido ya en un clamor. Dos trabajadores continúan sepultados entre las toneladas de escombros, el incendio del basurero sigue sin ser sofocado y dioxinas y furanos derivados del fuego se esparcen por el aire. La solución del Gobierno de Iñigo Urkullu hasta el momento es recomendar a los vecinos que ventilen las viviendas, que cierren las ventanas de noche y que no hagan deporte al aire libre en Zaldívar, Eíbar y Ermua. Estas nuevas recomendaciones se suman a otras como no consumir productos de la huerta ni beber agua de pozos.