Sábado, 20 de Septiembre de 2025

Actualizada Viernes, 19 de Septiembre de 2025 a las 17:34:34 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Pablo Mosquera
Domingo, 16 de Febrero de 2020 Tiempo de lectura:

Comunidades históricas

Así están consideradas por los padres de la Constitución. Pero desde 1978 hasta la fecha tal "apellido" no resiste un análisis progresista. ¿Alguien puede justificar que en el resto del mapa que conforma la España con autonomías no hay derechos históricos?. En todo caso, habría que valorar si la distribución del poder autonómico se ajusta al transcurrir de la historia. Pongo como primer ejemplo la presencia obligada por las circunstancias políticas del reino leonés en el contexto de Castilla.

 

Pero me centro dónde tendrán lugar procesos electorales en 2020. Esa primavera de Galicia y Euskadi. Dos comunidades con su propio idioma minorizado. Gentes del norte que comparten Cantábrico. Pero con tratos muy dispares por parte de los gobiernos centrales. Inversiones cuantiosas en Vascongadas. Aislamiento y olvido para Galicia. Mientras los vascos siempre fueron tratados de usía, por miedo a sus veleidades, los gallegos de lluvia y calma se vieron obligados a ser emigrantes en masa, primero América, luego Europa, siempre Madrid, Barcelona, Vitoria...

 

Galicia nunca empleó sus herramientas culturales para diferenciarse y menos para despreciar a quienes no tenían elementos identitarios para "presumir" de ser pobo galego. Los vascos amén de considerarse una raza superior, tachaban de maquetos a los trabajadores españoles que llegaron para cambiar aldeas campesinas por núcleos fabriles.    

 

En Galicia todo apunta a una victoria aplastante del PP. Núñez Feijoo no tiene rivales que puedan arrebatarle su cuarta mayoría absoluta. Los gallegos no cambiarán estabilidad por incertidumbre. Mis paisanos saben diferenciar ventajas e inconvenientes en gobiernos monocolores, de gestión sin confrontación, frente aventuras que precisan tres fuerzas políticas diferentes en un intento para llevarse bien y compartir el poder. El gallego vive escandalizado por lo que ve en otras comunidades y en el propio Estado, y eso le hace ser conservador para su paz y certidumbre que disfruta Galicia. Paz, sensatez y sosiego que permiten ese trato injustamente asimétrico del actual Gobierno, que niega deudas históricas con Galicia mientras ofrece más privilegios a catalanes y vascos.

 

Euskadi sabe cómo se progresa en el marco de los derechos históricos que ampara el bloque constitucional: Constitución que reconoce la singularidad vasca. Estatuto de Autonomía que disfruta no sólo con las competencias que hacen a Euskadi un fragmento de Estado, es que su financiación está claramente asegurada con el Concierto Económico, envidia para los catalanes que no lo quisieron. Ley de Territorios Históricos que convierte a Euskadi en una comunidad de comunidades, haciendo de tal régimen una fórmula administrativa muy cercana a los ciudadanos en cada Territorio foral. Muchos españoles ignoran que la Comunidad dispone de cuatro gobiernos y cuatro parlamentos.   

 

Euskadi apostará por el PNV. Pero existe una oferta de izquierdas muy afianzada. Tanto Podemos como Bildu, podrían arrebatar la mayoría necesaria. Aunque PP y PSE siempre estarán dispuestos a pactar con Urkullu y evitar un gobierno de extrema izquierda en una Comunidad burguesa y demócrata cristiana.

 

En estos momentos la independencia ha pasado a ser una reivindicación romántica, casi un mero gesto acorde con la propia historia, pero analizada con pragmatismo, un gravísimo error. Los vascos nacionalistas saben que se vive mejor con privilegios dentro de España, que les defiende su Concierto Económico en Bruselas, que siendo un Estado a la espera de ser considerado en la convulsa UE, dónde seguro les despojarían de sus "derechos históricos".   

 

La victoria del PP en Galicia, será santo y seña para que los críticos con Casado vuelvan sus miradas hacia la Ciudad Santa de Occidente, rogando al Apóstol Santiago les envíe ese "caudillo" para la derecha que sea alternativa real al empecinado Sánchez, ególatra y mentiroso.

 

Tengo curiosidad malsana por saber cómo tratarán vascos y gallegos a VOX. Su irrupción no ha tocado techo. Por tal, las elecciones vascas y gallegas serán un test para calibrar si tenemos motivos para temer ese movimiento que se repite en Europa agitado por la falta de liderazgos capaces para resolver viejas y urgentes cuestiones convivenciales.

 

Mientras, Cs se autodisuelve. Hacía tiempo, desde aquella debacle con suicidio colectivo que tuvo lugar en UCD, que no presenciaba en tan corto tiempo una autodestrucción como la del partido naranja. Pudo ser todo. Pero, ¿realmente era algo o sólo una fórmula de laboratorio alternativa a la derecha podrida de Rajoy?. Viendo la capacidad intelectual y política de sus dirigentes, casi me resulta un espejismo explicar cómo llegaron a disponer de 57 diputados y la llave del Gobierno para una España sin el maremoto que nos deparan Pablo y Pedro.   

 

Me temo que no llegan al Congreso. Es tal la velocidad que sus dirigentes han imprimido a la máquina de los desatinos que será muy complicado encontrar alguien dispuesto a poner rumbo en un barco a la deriva dándose golpes contra la rocas y causando sentimiento de frustración, hilaridad y sorpresa indignada en esos españoles que un día les votaron. INRI.

 

Lo de Cataluña es un sainete de Arniches. Un esperpento de Valle Inclán. Una revolución de sobrasada con música emitida desde las montañas de Montserrat. Por cierto, hay como siempre dos fórmulas para terminar la función. Se llama al acomodador para que los baje del escenario, por las buenas o por las malas. Se les apaga la luz y se ordena desalojar el patio de butacas.

 

Por cierto. ¿Se preguntarán que "mano negra" está detrás del coronavirus que les ha destrozado los pingües beneficios del Congreso Mundial para los móviles?. No me extrañaría señalaran a España como malévola culpable del desastre. Aunque también pueden reflexionar sobre si los acontecimientos del "Proceso", son la mejor garantía para tales eventos, o si la inseguridad que ofrece Cataluña no ha sido simiente para que otros aspirantes hayan usado la pandemia para sus fines, y así lograr que alguna ciudad en Alemania sea la próxima cita para los congresistas enfrascados con la revolución tecnológica, que resulta incomprensible cuando se pregunta...¿y qué coño quiere Torra con sus mariachis?.      

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.