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Miércoles, 25 de Marzo de 2020 Tiempo de lectura:
Breve crónica de la agonía de una nación bajo el yugo de la extrema-izquierda

España supera a China en número de fallecidos por el coronavirus ante la inutilidad del Gobierno PSOE-Podemos

España suma ya 3.434 fallecidos y 47.610 contagios (5.400 de personal sanitario) confirmados por la pandemia de coronavirus. Estos datos abrumadores suponen que España supera ya a China en número de fallecidos por el Covid-19, a pesar de que el Gobierno conocía desde el pasado 2 de febrero la gravedad de la epidemia que llegada desde el gigante asiático se cernía sobre el mundo. Pero esta información, que por aquellas fechas fue incluso tratada en el Consejo de Ministros para ir dando luz al decreto que declararía el estado de alarma, solamente sirvió para que el Gobierno de extrema-izquierda de PSOE y Podemos tomara una decisión: informar a los ciudadanos de que debían “lavarse las manos”.Al parecer, el consejo, lo de “lavarse las manos”, también se lo aplicó estrictamente el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que siguió alentando por tierra, mar y aire y hasta la extenuación la que, a la postre, sería la espoleta que haría socializar el contagio en la Comunidad de Madrid: la gran manifestación feminista radical del 8M.

 

Desde el pasado 2 de febrero hasta el día 25 de marzo en que se escriben estas líneas, el Gobierno PSOE-Podemos únicamente se ha dedicado a contar españoles muertos y contagiados por la pandemia, aunque, bien mirado, esto tampoco han sabido hacerlo, pues prácticamente todos los días se han producido fuertes diferencias entre los datos proporcionados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez y las comunidades autónomas, en una vergonzosa ceremonia de la confusión e ineficacia que solamente ha sido superada por la respuesta infame de la Unión Europea a este desastre internacional.

 

[Img #17318]Pero en estos 50 días sí hay un puñado de hechos incontestables que no pueden ser ocultados por la gigantesca maquinaria de generar noticias falsas puesta en marcha desde La Moncloa con el apoyo vergonozo y cómplice del ente público de radiotelevisión y de la mayor parte de los medios de comunicación sumisos y callados ante el rodillo bolivariano que encabeza Pedro Sánchez. Hechos como que el Gobierno del PSOE-Podemos ha sido incapaz de generar las infraestructuras médicas y hospitalarias necesarias para paliar una pandemia prevista y anunciada desde múltiples instituciones internacionales; que ha sido incapaz de dotar al personal sanitario de los recursos básicos de protección para realizar su trabajo con seguridad; que ha sido incapaz de generar instalaciones apropiadas para resistir la presión anunciada de nuevos contagios; que ha sido incapaz de sacar adelante una política clara de transparencia informativa; que ha sido incapaz de cumplir una cuarentena impuesta por él mismo y reiteradamente quebrada por el vicepresidente del Gobierno; que, víctima de su propia intransigencia y fanatismo, ha sido incapaz de unir esfuerzos públicos y privados para combatir el virus; que, en definitiva, ha sido incapaz, de ninguna forma, de proteger a los millones de españoles que hoy, encerrados en sus hogares, todavía no entienden lo que está ocurriendo a su alrededor...

 

... Y es que lo que está pasando es que los primeros suministros médicos de protección para el personal sanitario todavía llegarán dentro de varias semanas, que las Fuerzas de Seguridad tiene que realizar su trabajo con mascarillas autofabricadas, que los estudiantes están padeciendo la desorganización crónica de un sector educativo construido para aleccionar y no para enseñar, que los hospitales no dan a basto y que los enfermos se sienten más protegidos en los hospitales de campaña, que solamente la iniciativa privada, tan atacada, ridiculizada y despreciada por este Gobierno sin vergüenza, ha sido capaz de generar recursos para la tranquilidad y el bienestar de la población, y que, al final, este Ejecutivo de ignorantes y fanáticos de extrema-izquierda, tan valiente a la hora de enfrentarse a enemigos inventados (la ultraderecha, la homofobia, el cambio climático, la islamofobia, la transfobia, etc) ha sido inútil a la hora de plantar cara a un enemigo real del tamaño de un virus. Hasta el punto de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, plagado de ministros que exhiben patéticamente orgullosos en la calle su antiamericanismo y su antiatlantismo de pacotilla, ha tenido que recurrir a la OTAN para obtener un material médico que incluso países del continente africano, como Nigeria, ya ponen a disposición de sus nacionales. Algún día habrá que enmarcar, como símbolo de hasta dónde llegó la infamia en España de la mano de la izquierda política en el poder, lo que este Gobierno de inútiles sin vergüenza pidió a la OTAN a través de las Fuerzas Armadas: 1.500.000 mascarillas, 150.000 (equipos de protección individal), 500.000 análisis de detección rápida del coronavirus, 5.000 protectores faciales, 120.000 guantes, 1.000 termómetros infrarrojos y 500 respiradores.

 

Mientras empresarios modélicos como Juan Roig o Amancio Ortega se convierten justamente, entre cientos más, en los héroes del pueblo, y al mismo tiempo que millones de trabajadores dan lo mejor de sí mismos, a pesar de la cuarentena, para salir adelante y sacar adelante las comunidades de las que forman parte, ¿a qué se ha dedicado el Gobierno radical de Iglesias y Sánchez, además de a jalear manifestaciones feministas cuando ya no debían organizarse actos multitudinarios? Veamos. A suspender de facto la actividad del Parlamento, a amenazar con la cárcel a los escasos periodistas y medios incómodos, a colocar el líder de Podemos en los órganos de control del CNI, a organizar ruedas de prensa sin preguntas libres de los medios informativos, a advertir a los trabajadores de que deben pagar sus cotizaciones so pena de graves multas y a despilfarrar el dinero público en campañas publicitarias perversas que tratan de repartir la responsabilidad de lo sucedido entre todo y entre todos. Pero que no se confundan: el hastag #estoloparamosentretodos, dicho hoy, es una patraña y una ignomia. Lo únicamente cierto es que no sabemos quién parará esto, aunque lo intuimos, aunque sí sabemos quiénes son los responsables de que todo esto haya sucedido tal y como ha ocurrido: Pedro Sánchez y sus secuaces en el Gobierno.

 

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