Consejos para poner a punto el jardín para la primavera
Con la primavera vuelven el sol, el buen clima exterior y las necesidades de tener un jardín a punto. Hacerlo dependerá de cada caso particular, pero existen algunos consejos que bien se podrán aplicar de forma general.
Tener un jardín que irradie belleza y verdor, ese es el objetivo, apenas se acerca la primavera. El invierno suele ser una época bastante dura con la tierra y con los arbustos, por lo que requiere, en primavera, de la realización de algunos trabajos para devolverle el buen estado, y tenerlo a punto para poder disfrutar de él.
Limpiar, sembrar y mantener. En esas tres fases se resume el trabajo de poner a punto un jardín. Para hacerlo, puedes valerte de tu experiencia o contar con una buena guía de jardinería para asegurarte de que estás tomando las decisiones correctas.
Limpiar el jardín
Sin importar la ubicación geográfica, el invierno nunca ha sido un buen periodo para los jardines. Las malas hierbas crecen, los arbustos o el césped se notarán dañados, alicaídos, y la entrada de la primavera anticipará problemas como plagas y hongos. Toca entonces hacer una limpieza profunda, llevando a cabo las siguientes tareas:
• Elimina las malezas: el primer paso para poner a punto el jardín es eliminar todas las malezas y malas hierbas que hayan crecido, y que seguramente, serán lo primero que verás al ir al jardín. Deja únicamente las plantas que quieres conservar para cuando el jardín esté terminado, es decir, toda aquella planta que haga daño o aquellas que ya son irrecuperables, debes desecharlas para dar paso a lo nuevo.
• Revisa posibles indicios de plagas y hongos: revisa minuciosamente las plantas, los pequeños arbustos y el césped. Al comenzar se ven los primeros indicios de plagas y de hongos, y saber cuáles son, es lo que te permitirá realizar una limpieza completa.
• Corrige problemas antes de que se agraven: una vez reconozcas las malezas, plagas y hongos que están en tu jardín, puedes tomar la decisión de utilizar productos químicos seguros y de calidad para eliminarlos.
Sembrar nuevas plantas
La vida de un jardín está en las plantas. Si tras la limpieza del jardín quieres o necesitas sembrar, es precisamente ese el siguiente paso a seguir.
• Antes de sembrar, airea la tierra: airear la tierra es el primer paso antes de sembrar. Con una herramienta, o incluso con un palo, deberás remover la tierra para que el oxígeno, las futuras semillas y el sustrato, entren bajo ésta. No es necesario voltearla completamente.
• Un buen sustrato: para que las plantas crezcan sanas y prósperas, sea césped, arbustos o siembras frutales, necesitas una tierra con suficientes nutrientes. El 60% del sustrato necesario para una siembra se vierte en la tierra antes de sembrar. El 40% restante se utilizará como abono, según convenga en cada tipo de planta.
• Siembra: escoge plantas y semillas que se adapten bien al clima y a las características de suelo de tu jardín. Investiga cuánto sea necesario, y planifica bien el espacio para cada arbusto. De esta planificación dependerá la belleza posterior del jardín.
Mantener el jardín reluciente
Ahora toca mantener el jardín de la mejor forma posible. Riego, abono y limpiezas periódicas. En este punto, deberás considerar las necesidades nutricionales y de humedad de la tierra, y las plantas que hayas sembrado. No siempre serán las mismas necesidades y cantidades.
En todo caso, considera estos consejos:
• Utiliza horarios correctos para el riego: nunca regar cuando el sol está en su esplendor, porque el agua se evapora rápidamente. El vapor caliente afecta a las plantas, y necesitarás más agua para lograr alcanzar la humedad requerida. Siempre riega muy temprano por la mañana o justo antes de anochecer. Si tienes un sistema de riego, y es posible programarlo, escoge esos horarios.
• Cuida el jardín: las plagas, los hongos y las malezas no desaparecerán permanentemente. Por eso, investiga los principales problemas de cada tipo de planta en tu jardín y anticipa los cuidados. Una revisión periódica de cada espacio del jardín será la mejor opción para después, de ser necesario, de hacer tareas de mantenimiento.
Con la primavera vuelven el sol, el buen clima exterior y las necesidades de tener un jardín a punto. Hacerlo dependerá de cada caso particular, pero existen algunos consejos que bien se podrán aplicar de forma general.
Tener un jardín que irradie belleza y verdor, ese es el objetivo, apenas se acerca la primavera. El invierno suele ser una época bastante dura con la tierra y con los arbustos, por lo que requiere, en primavera, de la realización de algunos trabajos para devolverle el buen estado, y tenerlo a punto para poder disfrutar de él.
Limpiar, sembrar y mantener. En esas tres fases se resume el trabajo de poner a punto un jardín. Para hacerlo, puedes valerte de tu experiencia o contar con una buena guía de jardinería para asegurarte de que estás tomando las decisiones correctas.
Limpiar el jardín
Sin importar la ubicación geográfica, el invierno nunca ha sido un buen periodo para los jardines. Las malas hierbas crecen, los arbustos o el césped se notarán dañados, alicaídos, y la entrada de la primavera anticipará problemas como plagas y hongos. Toca entonces hacer una limpieza profunda, llevando a cabo las siguientes tareas:
• Elimina las malezas: el primer paso para poner a punto el jardín es eliminar todas las malezas y malas hierbas que hayan crecido, y que seguramente, serán lo primero que verás al ir al jardín. Deja únicamente las plantas que quieres conservar para cuando el jardín esté terminado, es decir, toda aquella planta que haga daño o aquellas que ya son irrecuperables, debes desecharlas para dar paso a lo nuevo.
• Revisa posibles indicios de plagas y hongos: revisa minuciosamente las plantas, los pequeños arbustos y el césped. Al comenzar se ven los primeros indicios de plagas y de hongos, y saber cuáles son, es lo que te permitirá realizar una limpieza completa.
• Corrige problemas antes de que se agraven: una vez reconozcas las malezas, plagas y hongos que están en tu jardín, puedes tomar la decisión de utilizar productos químicos seguros y de calidad para eliminarlos.
Sembrar nuevas plantas
La vida de un jardín está en las plantas. Si tras la limpieza del jardín quieres o necesitas sembrar, es precisamente ese el siguiente paso a seguir.
• Antes de sembrar, airea la tierra: airear la tierra es el primer paso antes de sembrar. Con una herramienta, o incluso con un palo, deberás remover la tierra para que el oxígeno, las futuras semillas y el sustrato, entren bajo ésta. No es necesario voltearla completamente.
• Un buen sustrato: para que las plantas crezcan sanas y prósperas, sea césped, arbustos o siembras frutales, necesitas una tierra con suficientes nutrientes. El 60% del sustrato necesario para una siembra se vierte en la tierra antes de sembrar. El 40% restante se utilizará como abono, según convenga en cada tipo de planta.
• Siembra: escoge plantas y semillas que se adapten bien al clima y a las características de suelo de tu jardín. Investiga cuánto sea necesario, y planifica bien el espacio para cada arbusto. De esta planificación dependerá la belleza posterior del jardín.
Mantener el jardín reluciente
Ahora toca mantener el jardín de la mejor forma posible. Riego, abono y limpiezas periódicas. En este punto, deberás considerar las necesidades nutricionales y de humedad de la tierra, y las plantas que hayas sembrado. No siempre serán las mismas necesidades y cantidades.
En todo caso, considera estos consejos:
• Utiliza horarios correctos para el riego: nunca regar cuando el sol está en su esplendor, porque el agua se evapora rápidamente. El vapor caliente afecta a las plantas, y necesitarás más agua para lograr alcanzar la humedad requerida. Siempre riega muy temprano por la mañana o justo antes de anochecer. Si tienes un sistema de riego, y es posible programarlo, escoge esos horarios.
• Cuida el jardín: las plagas, los hongos y las malezas no desaparecerán permanentemente. Por eso, investiga los principales problemas de cada tipo de planta en tu jardín y anticipa los cuidados. Una revisión periódica de cada espacio del jardín será la mejor opción para después, de ser necesario, de hacer tareas de mantenimiento.