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Ernesto Ladrón de Guevara
Lunes, 12 de Mayo de 2014 Tiempo de lectura:

Un libro interesante

Yo creo en el pluralismo político como base para la democracia. Sin libertad, sin imperio del Estado de Derecho –de la ley-, sin justicia independiente, que no esté a las órdenes de los oligopolios del sistema, no hay democracia. Pero sin pluralismo político tampoco. Nacionalismo y pluralismo político son antinomias. El nacionalismo siempre acaba en exclusivismo, en tribalismo, en segregación del diferente, en el establecimiento de una atmósfera política y social que lleva a considerar la sociedad una prolongación del wolk o territorio étnico donde quien detenta y esgrime la bandera nacionalista se cree en el derecho de la posesión del éthos colectivo. Por eso el PNV confunde en su idea fundacional y en sus escritos el país con el partido. Con el permiso de los demás –que lo tenían que haber impedido en aras a la salud democrática- imponen su bandera, su himno y su concepción de país. Lo mismo ocurre en Cataluña, en donde, paradójicamente, y salvo alguna excepción como Ciudadanos, todo el espectro político ha asumido la ideología etno-nacionalista, el ideario del partido guía catalán que es Convergencia y  Unión. Es sorprendente, y hasta ridículo, pero así es: el sistema político catalán no es una democracia sino un régimen, donde hay que pedir permiso para pensar.

 

No me importa, ni me interesa, que hayan ideologías que se aparten de las ideas constitucionales y de la democracia al uso. Si eso enriquece el contraste es bueno, siempre que no se constituya en una dictadura que excluya al resto. Pero lo más deleznable es la mentira como práctica política, la manipulación de los conceptos, la tergiversación del sentido semántico de las palabras y su deformación, el uso de la lengua como filtro político para promover un clientelismo y segregar al que no le da la gana de hablar o usar ese idioma prototípico o pasar por el aro del aldeanismo cultural, el monolitismo político y social, el adoctrinamiento. Y lo que es realmente demencial y vomitivo es la utilización de la infancia y la juventud como instrumento para lograr sus fines políticos, sus objetivos de opresión y unificación de la forma de ver el mundo y sentir las cosas. Esa instrumentalización de la escuela, deformando la historia y adaptándola a los fines tribales del partido-país, y la manipulación de las conciencias infantiles, resultan simplemente un atropello y un hecho fascista.

 

En relación a lo anterior, Jesús Laínz, una de las cabezas más cultivadas del país, ha publicado un nuevo libro que se añade a una retahíla  de otras obras de gran erudición histórica que son más materiales de consulta que ensayos por la cantidad de fuentes, de documentación y de referencias de archivo que fundamentan cada una de las cuestiones tratadas. El primer libro escrito por Jesús Laínz fue una obra desmitificadora de las mentiras nacionalistas y un recorrido a lo largo de la historia de España que dejaba al descubierto las falsedades inculcadas a través de los medios de aculturación nacionalista, que dejan corto al Florido Pensil de la época franquista. Se titulaba “Adiós España. Verdad y mentira de los nacionalismos”. Altamente recomendable.

 

A este libro le siguieron “La nación falsificada”, un recorrido a lo largo de los principales personajes históricos de Cataluña y País Vasco, evidenciando su comprobada españolidad, y espléndidamente ilustrado. Después “Escritos reaccionarios” un ensayo que desmitifica, igualmente, otro tipo de falsedades, el del progresismo falsario. Posteriormente, un ensayo muy importante para entender las crisis ocurridas a lo largo del siglo XX en Europa, que vienen casi siempre de la mano del ideario nacionalista totalitario. Este libro compara esos luctuosos hechos históricos que han fragmentado Europa con lo que nos ocurre en España con los nacionalismos. Su título es “Desde Santurce a Bizancio. El poder nacionalizador de las palabras”.

 

En este momento, en las librerías, su último libro, imprescindible en cualquier biblioteca que tenga estudios sobre los problemas que aquejan a las sociedades cuando se desmembran y renuncian al legado de sus antepasados y a la verdad los hechos históricos. Este libro, ha salido recientemente de las rotativas. Es francamente aconsejable su lectura para tener un enfoque objetivo del problema de Cataluña, que es un problema que nos afecta al conjunto de los españoles pero que es artificial por mucho que nos vendan películas de agravios y hechos diferenciales. Es un problema fabricado para el control y dominio social, para el expolio colectivo, para el monopolio político.

 

El libro de Jesús Laínz nos aclara muchas cuestiones referidas a ese fenómeno nacionalista separatista, explicando su origen y sus causas, y analizando la verdadera posición catalana en torno a España antes de la Guerra de Cuba, y sus derivaciones posteriores, así como el constructo creado sobre la base del mal uso del lenguaje, el adoctrinamiento y la utilización del sistema educativo como plataforma para formar una cosmovisión colectiva y una idea artificial de nación, que nunca ha existido.

 

Vayamos a su título: “España contra Cataluña. Historia de un fraude”. Si pueden, no dejen de comprarlo. Todos estos libros profunda y minuciosamente tratados por Jesús Laínz, están editados por la Editorial Encuentro.

 

Participaré en su presentación en Vitoria el próximo día 9 de junio en la Casa de la Cultura de Alava, (sala Ignacio Aldecoa), paseo de la Florida, a las 19,30.

 

www.educacionynacionalismo.com

 

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