El lehendakari, Iñigo Urkullu, cree en la consolidación de la "cultura cívica de la prevención y la autoprotección" en la sociedad vasca y, por lo tanto, ha valorado de forma positiva el retorno a la actividad productiva en Euskadi, ya que "estas semanas ha funcionado con normalidad y prácticamente sin incidencias gracias al modelo de acuerdo y colaboración de cada empresa". 

Por este motivo, Urkullu ha pedido que, a partir del 27 de abril, "se permitan las salidas a la calle de menores, la apertura limitada y regulada de comercios y pequeños negocios y la autorización de la actividad física individual”. Pero, por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho caso omiso a las peticiones del PNV, aunque éste sea uno de los partidos que le mantienen vivo en el Ejecutivo, y ha advertido a los líderes autonómicos que la "desescalada" no dependerá tanto del "número de contagiados" por el coronavirus como de "las capacidades sanitarias" para "reforzar el diagnóstico, el seguimiento y la vigilancia de todos los casos, también de los leves".

Al parecer, y según informa el diario El Mundo, el otro punto clave para el desconfinamiento será "la provisión de material de protección a los ciudadanos". Es decir, que haya mascarillas suficientes para todos los españoles, a pesar de que el Gobierno de extrema izquierda de PSOE-Podemos, tras dos meses de Estado de alarma, todavía no ha sido capaz de suministrar material de protección y seguridad ni tan siquiera a los profesionales sanitarios o a los miembros de las Fuerzas de Seguridad.