La organización terrorista colombiana siempre había negado esta práctica
Las FARC se comprometen a abandonar el tráfico internacional de drogas
La organización terrorista colombiana FARC se ha comprometido a romper cualquier vínculo con el narcotráfico cuando haya un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto colombiano, así como a contribuir a la solución definitiva del problema de las drogas ilícitas en Colombia. Esta organización siempre había negado, a lo largo de las últimas décadas, mantener cualquier tipo de relación con el tráfico internacional de estupefacientes.
El compromiso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue anunciado como parte del "acuerdo sobre drogas ilícitas" alcanzado este viernes en La Habana entre los negociadores del Gobierno colombiano y de la guerrilla, el tercero que logran las partes desde que comenzaron los diálogos de paz en noviembre de 2012.
Según lo acordado, las FARC se comprometen a "contribuir de manera efectiva con la mayor determinación y de diferentes formas y mediante acciones prácticas a la solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, y, en un escenario de fin del conflicto, de poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno".
Por la parte del Gobierno, ha quedado establecida la disposición de "intensificar y enfrentar de manera decidida la lucha contra la corrupción en las instituciones" y liderar un proceso nacional eficaz que rompa cualquier relación del flagelo "con los diferentes ámbitos de la vida pública".
Con ese "firme compromiso", los negociadores han construido un acuerdo parcial que abarca asuntos como los programas de sustitución de cultivos de uso ilícito, los programas de prevención del consumo y salud pública, y el problema de la producción y comercialización de narcóticos.
El de drogas y narcotráfico es el tercer asunto debatido en la mesa de negociación de La Habana, que ya logró acuerdos parciales sobre el problema agrario y de participación política de los guerrilleros.
El acuerdo alcanzado en La Habana entre el Gobierno colombiano y la organización terrorista FARC sobre drogas y narcotráfico "va a tener un impacto en el 70% de los cultivos ilícitos" de coca que hay en este país, ha explicado a la agencia de noticias Efe el coordinador residente de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild.
"Este acuerdo es muy importante, nos parece que estamos llegando a un punto de no retorno en las negociaciones", afirmó Hochschild, al destacar que "la mesa está mostrando una madurez y capacidad de llegar a acuerdos en temas difíciles donde existen visiones muy opuestas".
"Nosotros hemos hecho un análisis en las zonas de mayor afectación por el conflicto con las FARC y más del 70% de los cultivos ilícitos se da en esas zonas, eso no quiere decir que las FARC sean responsables de todo, pero sí implica que si se implementa el acuerdo alcanzado hoy va a tener un impacto en la gran parte de la producción", aclaró el representante de las Naciones Unidas.
Para Hochschild, "este punto tiene además implicaciones más allá de las fronteras de Colombia porque, aunque se han hecho grandes progresos en reducción de cultivos, sigue siendo uno de los principales productores de coca y también fuente del tráfico internacional que involucra a las redes del crimen organizado".
La organización terrorista colombiana FARC se ha comprometido a romper cualquier vínculo con el narcotráfico cuando haya un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto colombiano, así como a contribuir a la solución definitiva del problema de las drogas ilícitas en Colombia. Esta organización siempre había negado, a lo largo de las últimas décadas, mantener cualquier tipo de relación con el tráfico internacional de estupefacientes.
El compromiso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue anunciado como parte del "acuerdo sobre drogas ilícitas" alcanzado este viernes en La Habana entre los negociadores del Gobierno colombiano y de la guerrilla, el tercero que logran las partes desde que comenzaron los diálogos de paz en noviembre de 2012.
Según lo acordado, las FARC se comprometen a "contribuir de manera efectiva con la mayor determinación y de diferentes formas y mediante acciones prácticas a la solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, y, en un escenario de fin del conflicto, de poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno".
Por la parte del Gobierno, ha quedado establecida la disposición de "intensificar y enfrentar de manera decidida la lucha contra la corrupción en las instituciones" y liderar un proceso nacional eficaz que rompa cualquier relación del flagelo "con los diferentes ámbitos de la vida pública".
Con ese "firme compromiso", los negociadores han construido un acuerdo parcial que abarca asuntos como los programas de sustitución de cultivos de uso ilícito, los programas de prevención del consumo y salud pública, y el problema de la producción y comercialización de narcóticos.
El de drogas y narcotráfico es el tercer asunto debatido en la mesa de negociación de La Habana, que ya logró acuerdos parciales sobre el problema agrario y de participación política de los guerrilleros.
El acuerdo alcanzado en La Habana entre el Gobierno colombiano y la organización terrorista FARC sobre drogas y narcotráfico "va a tener un impacto en el 70% de los cultivos ilícitos" de coca que hay en este país, ha explicado a la agencia de noticias Efe el coordinador residente de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild.
"Este acuerdo es muy importante, nos parece que estamos llegando a un punto de no retorno en las negociaciones", afirmó Hochschild, al destacar que "la mesa está mostrando una madurez y capacidad de llegar a acuerdos en temas difíciles donde existen visiones muy opuestas".
"Nosotros hemos hecho un análisis en las zonas de mayor afectación por el conflicto con las FARC y más del 70% de los cultivos ilícitos se da en esas zonas, eso no quiere decir que las FARC sean responsables de todo, pero sí implica que si se implementa el acuerdo alcanzado hoy va a tener un impacto en la gran parte de la producción", aclaró el representante de las Naciones Unidas.
Para Hochschild, "este punto tiene además implicaciones más allá de las fronteras de Colombia porque, aunque se han hecho grandes progresos en reducción de cultivos, sigue siendo uno de los principales productores de coca y también fuente del tráfico internacional que involucra a las redes del crimen organizado".