Aunque parezca que la figura del administrador de fincas es un tanto desconocida, lo cierto es que están presentes en nuestro día a día mucho más de lo que pensamos. Para organizar las decisiones en cuanto a la piscina comunitaria o en lo que concierne a la limpieza del residencial, por ejemplo.

Es esa figura que se encarga de la gestión de los asuntos legales que son necesarios para el mantenimiento y la gestión de la comunidad de vecinos de una propiedad horizontal. Administrador de fincas en la zona de Bilbao es la forma de tener la seguridad de que todos los asuntos de la finca se manejan con profesionalidad.

Asuntos que se someten a su control

Una de las tareas de un administrador de fincas en Bilbao más relevantes es la de gestionar el contrato de alquiler o venta de una propiedad. Para dejar asuntos así en buenas manos es necesario asegurarse de que la empresa a la que recurrimos para estos servicios está inscrita en el Colegio de administradores de fincas en Bilbao. Una dejadez de la administración puede acarrear serios problemas para una comunidad.

Listado de administradores de fincas de Bilbao se puede localizar fácilmente en la red de internet. La convivencia vecinal no siempre es sencilla, en Bilbao se han visto muchos casos que lo demuestran. El catálogo de supuestos es interminable por lo que es muy importante estar asesorado en materia de la Ley de Propiedad Horizontal, y para ello es indispensable que la comunidad de propietarios recurra a alguien que lleve la administración con un buen equipo de profesionales detrás.

La figura conciliadora que ejerce de juez

Para que la relación en la comunidad de vecinos fluya su mejor aliado es el administrador de fincas que se encarga de poner orden, aclarar las dudas y realizar las recomendaciones pertinentes. Principalmente el administrador vela por el buen régimen de las instalaciones y los servicios de esa finca.

Otra de sus principales funciones es la de preparar y someter a la Junta al plan de gastos anual. De hecho, actúa como secretario en las reuniones de la Junta, preparando el acta de las mismas y reflejando en ellas los acuerdos y las peticiones. En general, ha de cumplir con las atribuciones que la Junta le confiera, que van mucho más lejos de simplemente preocuparse por la limpieza de los elementos comunes. Su labor más importante está detrás de lo que ven nuestros ojos.

La gestión de fincas va inefablemente unida al control económico de las mismas: Desde asegurar el cobro de la cuota de la comunidad de vecinos hasta la aceptación de los presupuestos de los trabajos que se han de desarrollar para los espacios comunes. En esta línea su trabajo se incluye ejecutar los trabajos en materia de obras y efectuar los pagos.

Atender a la conservación y mantenimiento de las casas

Esto incluye gestos que pasaríamos por alto sin ellos como la inspección de los garajes y en general de cualquier instalación que requiera una normativa y un posterior mantenimiento. Es el administrador la persona encargada además de custodiar la documentación de la comunidad.

Para los vecinos es una figura indispensable. De otro modo, en muchas comunidades pasarían por alto temas como la seguridad laboral del conserje u otros trabajadores de la finca. O asuntos legales que tienen que ver con la protección de datos de carácter personal o cualquier clase de notificación de tipo telemático entre la comunidad de propietarios y la administración pública.