Dramática caída de un 12,8% del PIB
La incapacidad del Gobierno PSOE-Podemos para gestionar la crisis del Covid-19 sitúa a España a la cabeza del hundimiento económico mundial
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha actualizado a peor las previsiones que realizó el pasado mes de abril para las principales economías y ha situado a la España gobernada por PSOE-Podemos a la cabeza del hundimiento mundial. La economía española caerá un 12,8% en 2020 (un 4,8% más de los calculado previamente) por la incapacidad del Ejecutivo de Pedro Sánchez para controlar las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Hay que remontarse hasta la Guerra Civil para hallar unos resultados económicos tan negros como estos. El desequilibrio llegará también a las cuentas públicas y el déficit de España se disparará hasta el 13,9%, mientras que la deuda escalará hasta el 123,8% del PIB en 2020.
Para el conjunto de la zona euro, el Fondo también prevé un empeoramiento, ya que ahora calcula que su economía caerá un 10,2 %, frente al 7,5 % previsto en abril. "(En las economías avanzadas) parece que ha habido un golpe más profundo a la actividad en la primera mitad del año, con señales de distanciamiento voluntario incluso antes de que se impusiesen las órdenes de reclusión. Esto también sugiere una recuperación más gradual en la segunda mitad, dado que el miedo al contagio es probable que continúe".
Francia, según las nuevas previsiones, registrará también un notable desplome, del -12,5 % este año, una tasa más de cinco puntos porcentuales peor que la prevista en abril, y Alemania, la primera economía del euro, caerá un 7,8 %, ocho décimas más de lo calculado anteriormente. Italia presenta unas previsiones similares a las de España.
De cara a 2021, el Fondo pronostica ahora que la recuperación en la zona euro será del 6,3 %. España e Italia crecerán esa misma tasa, Alemania lo hará un 5,4 % y Francia un 7,3 %.
El Fondo indica que a medida que "las economías se reabren, deberían moverse gradualmente de la protección de empleo y empresas a facilitar la recuperación y eliminar los obstáculos a la recolocación de empleados". Y alerta sobre el futuro: "Debido a los elevados niveles de deuda, podría quedar limitada la capacidad de mayor estímulo fiscal y supondrá un importante desafío para muchos países".
Al igual que ocurrió en abril, el FMI matiza que "existe un grado de incertidumbre más alto de lo habitual en torno a este pronóstico" debido a la falta de certeza que aún pesa sobre la evolución de la pandemia.
El informe del FMI destaca que la crisis está siendo peor de lo previsto inicalmente, con caídas del PIB en el primer trimestre superiores a lo esperado salvo en contadas excepciones, como Chile, China, India, Malasia y Tailandia, en el bloque de los emergentes, y Australia, Alemania y Japón, entre las economías avanzadas. Y los indicadores apuntan a que el segundo trimestre sufrirá "una contracción mayor", augura el Fondo, a excepción de China que comenzó a reactivar antes su economía.
Además, el FMI destaca que a pesar de que los confinamientos han terminado ya en muchos países, la movilidad permanece deprimida, "lo que sugiere que las personas están reduciendo voluntariamente su exposición", lo que impactará también en el dinamismo económico mundial. Esta fuerte disminución de la ctividad tendrá efectos "catastróficos" en el empleo mundial, según el Fondo. Y la puesta en marcha de esquemas como los ERTE no será suficiente para frenarlo. "Algunos países, especialmente en Europa, han contenido las consecuencias con esquemas a corto plazo. No obstante, la Organización Internaconal de Trabajo calcula que en el primer trimestre la pérdida fue equivalente a 130 millones de empleos a tiempo completo y el descenso en el segundo trimestre sea equivalente a más de 300 millones de empleos a tiempo completo".
En cuanto a las medidas de apoyo por parte de los Estados tanto a familias como a empresas, el FMI solicita seguir adelante. En concreto, el FMI pide que en caso de que nuevos confinamientos fueran necesarios, "la política económica deberá continuar amortiguando las pérdidas de ingresos de los hogares, así como brindar apoyo a las empresas que sufren las consecuencias de las restricciones en la actividad". De cara a la desescalada, el FMI pide que el apoyo se vaya retirando gradualmente. "En los casos en que las economías se reabran, el apoyo específico debería irse reduciendo gradualmente a medida que comienza la recuperación y las políticas deberían proporcionar un estímulo para mejorar la demanda".
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha actualizado a peor las previsiones que realizó el pasado mes de abril para las principales economías y ha situado a la España gobernada por PSOE-Podemos a la cabeza del hundimiento mundial. La economía española caerá un 12,8% en 2020 (un 4,8% más de los calculado previamente) por la incapacidad del Ejecutivo de Pedro Sánchez para controlar las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Hay que remontarse hasta la Guerra Civil para hallar unos resultados económicos tan negros como estos. El desequilibrio llegará también a las cuentas públicas y el déficit de España se disparará hasta el 13,9%, mientras que la deuda escalará hasta el 123,8% del PIB en 2020.
Para el conjunto de la zona euro, el Fondo también prevé un empeoramiento, ya que ahora calcula que su economía caerá un 10,2 %, frente al 7,5 % previsto en abril. "(En las economías avanzadas) parece que ha habido un golpe más profundo a la actividad en la primera mitad del año, con señales de distanciamiento voluntario incluso antes de que se impusiesen las órdenes de reclusión. Esto también sugiere una recuperación más gradual en la segunda mitad, dado que el miedo al contagio es probable que continúe".
Francia, según las nuevas previsiones, registrará también un notable desplome, del -12,5 % este año, una tasa más de cinco puntos porcentuales peor que la prevista en abril, y Alemania, la primera economía del euro, caerá un 7,8 %, ocho décimas más de lo calculado anteriormente. Italia presenta unas previsiones similares a las de España.
De cara a 2021, el Fondo pronostica ahora que la recuperación en la zona euro será del 6,3 %. España e Italia crecerán esa misma tasa, Alemania lo hará un 5,4 % y Francia un 7,3 %.
El Fondo indica que a medida que "las economías se reabren, deberían moverse gradualmente de la protección de empleo y empresas a facilitar la recuperación y eliminar los obstáculos a la recolocación de empleados". Y alerta sobre el futuro: "Debido a los elevados niveles de deuda, podría quedar limitada la capacidad de mayor estímulo fiscal y supondrá un importante desafío para muchos países".
Al igual que ocurrió en abril, el FMI matiza que "existe un grado de incertidumbre más alto de lo habitual en torno a este pronóstico" debido a la falta de certeza que aún pesa sobre la evolución de la pandemia.
El informe del FMI destaca que la crisis está siendo peor de lo previsto inicalmente, con caídas del PIB en el primer trimestre superiores a lo esperado salvo en contadas excepciones, como Chile, China, India, Malasia y Tailandia, en el bloque de los emergentes, y Australia, Alemania y Japón, entre las economías avanzadas. Y los indicadores apuntan a que el segundo trimestre sufrirá "una contracción mayor", augura el Fondo, a excepción de China que comenzó a reactivar antes su economía.
Además, el FMI destaca que a pesar de que los confinamientos han terminado ya en muchos países, la movilidad permanece deprimida, "lo que sugiere que las personas están reduciendo voluntariamente su exposición", lo que impactará también en el dinamismo económico mundial. Esta fuerte disminución de la ctividad tendrá efectos "catastróficos" en el empleo mundial, según el Fondo. Y la puesta en marcha de esquemas como los ERTE no será suficiente para frenarlo. "Algunos países, especialmente en Europa, han contenido las consecuencias con esquemas a corto plazo. No obstante, la Organización Internaconal de Trabajo calcula que en el primer trimestre la pérdida fue equivalente a 130 millones de empleos a tiempo completo y el descenso en el segundo trimestre sea equivalente a más de 300 millones de empleos a tiempo completo".
En cuanto a las medidas de apoyo por parte de los Estados tanto a familias como a empresas, el FMI solicita seguir adelante. En concreto, el FMI pide que en caso de que nuevos confinamientos fueran necesarios, "la política económica deberá continuar amortiguando las pérdidas de ingresos de los hogares, así como brindar apoyo a las empresas que sufren las consecuencias de las restricciones en la actividad". De cara a la desescalada, el FMI pide que el apoyo se vaya retirando gradualmente. "En los casos en que las economías se reabran, el apoyo específico debería irse reduciendo gradualmente a medida que comienza la recuperación y las políticas deberían proporcionar un estímulo para mejorar la demanda".