El mundo de la cultura, con mayúsculas y por supuesto en negrita, está de luto, ya que nos ha dejado un mito; su música nos ha acompañado fundamentalmente gracias a esas bandas sonoras que han hecho aún más grandes a decenas y decenas de películas por todos conocidas.

Quién no ha tarareado, ha silbado, esas maravillas compuestas para películas de los más diversos géneros; una música que nos arrulla, embelesa, e incluso da la sensación que puedes palparla e incluso verla mientras sentimos que nos estremecemos de gozo y con la piel de gallina; unas composiciones que en sí son auténticas terapias, sé de lo que hablo. Ennio, fuiste favorecido con una inspiración e ingenio, la musa jamás te abandonó, que aprovechaste para que la vida de los demás fuera más placentera en este mundo tan convulso e incierto que nos ha tocado vivir; tu música es un oasis de felicidad, un remanso de paz. 

Recuerdo que mi primer contacto con tus composiciones fue a través de la Trílogía del dólar también llamada la Trilogía del hombre sin nombre y a partir de entonces tus obras musicales me han acompañado, me acompañarán toda la vida. 

Innumerables premios y galardones que jalonan su carrera, en octubre hubiese recibido el Princesa de Asturias, le fueron concedidos a lo largo de su extensa y fértil carrera de compositor. El premio más gratificante es sin duda el reconocimiento, el aplauso de quienes en todo el mundo caen rendidos cuando escuchan sus notas. 

Estoy convencido que allí donde se encuentre ha sido recibido con una gran ovación y él les agradecerá la bienvenida con lo que mejor sabe hacer: componer música. 

"Grazie", Ennio.

Francisco Javier Sáenz Martínez 

FJS. 

Lasarte-Oria