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Miércoles, 15 de Julio de 2020 Tiempo de lectura:
A través de la fiscal de Delitos de Odio y Discriminación de la Audiencia Provincial de Málaga

La Fiscalía pidió el cierre del diario "Alerta Digital"

[Img #18230]Corría el mes de noviembre de 2018 cuando dos policías accedían a la redacción de alertadigital.com y procedían a la detención del director del diario por orden del juez del Juzgado de Instrucción número 11 de Málaga. Los policías trasladaron a Armando Robles, director y propietario del periódico, hasta los juzgados. Fue interrogado y puesto en libertad con cargos.

 

En ese momento Pedro Sánchez ya llevaba seis meses en el Gobierno de España. Era la primera vez que el director de un medio de comunicación español era detenido, interrogado e imputado por un supuesto delito de odio.

 

Desde entonces Armando Robles ha sufrido más denuncias por parte de la Fiscalía, lo que algún jurista podría entender como persecución clara y evidente.

 

Pasados casi dos años desde aquella detención e imputación, he podido tener acceso al escrito de la Fiscalía en el que piden el cierre del periódico alertadigital.com

 

Si intentar juzgar o criminalizar un sentimiento -sea el odio o el amor- ya es una quimera, en un escrito de 22 páginas la Fiscalía intenta acusar a Armando Robles de un delito de odio basado, casi exclusivamente, en los comentarios de los lectores. Resulta extremadamente preocupante, o debería ser extremadamente preocupante, que en base a comentarios concretos de lectores -perfectamente identificables mediante IP- se pretendan transgredir derechos fundamentales como el de la libertad de expresión y opinión, en los que fundamentalmente descansa el sistema democrático.

 

Por otro lado, los artículos denunciados hacen referencia al extremismo islámico. Unas referencias que no nacen de la mente calenturienta de un periodista sino de un flujo de información, muchas veces en idioma distinto al español, que la fiscalía parece ignorar. Ahondar en el grave problema cultural al que nos enfrentamos, que ya Samuel Huntington describía en Choque de Civilizaciones, no puede definirse como delito cuando uno de los fundamentos básicos de nuestra democracia es la libertad que tenemos para expresarnos y narrar la realidad desde múltiples puntos de vista.

 

El derecho a la información habilita a cualquier medio de comunicación o periodista a publicar aquella noticia que considere, más allá de que ésta pueda agradar a sus lectores o no e incluso que pueda ser percibida por algunos de ellos como "desagradable". Que una información pueda parecernos incluso "repugnante", si es cierta, es publicable y como tal susceptible de aparecer en los medios de comunicación. Determinada información podrá gustarnos más o menos, pero es viable y publicable siempre que se atenga al interés periodístico del momento y no falte a la verdad.

 

Pedir el cierre de un medio de comunicación es un delito de odio contra la prensa, o por lo menos contra la prensa que no piensa como la Fiscalía.

 

También estaría escribiendo esto si el periódico fuera, por ejemplo, Público o eldiario.es de Escolar. No comparto su visión informativa y considero que desde sus páginas se retuercen las noticias para que en muchos casos lo que es no lo parezca. Pero ese problema es de sus lectores y de la credibilidad que pretenda el medio, jamás de la Fiscalía.

 

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