Crónicas de la era Trump
El coronavirus y la censura de las plataformas digitales
Para poner el tema en perspectiva, veo necesario informar sobre el poder económico y social que tienen las plataformas digitales de Google, Facebook, Twitter, Amazon, Apple y Microsoft. El valor en el mercado de dichas empresas ha llegado a sumar casi el 30% del PIB de EEUU. Amazon está valorada 2 billones (europeos), Apple en 1.4, Microsoft en 1.3, Google 1.0, Facebook en 700.000 millones y Twitter en 30.000 millones. Suman 6.4 billones y el PIB del 2019 de EEUU fue de 21 billones. Recurriendo a la historia, los industrialistas llamados "barones del caucho" del inicio del siglo XX (Rockefeller, J.P. Morgan, Carnegie, Vanderbilt, etc.) controlaban el 6% del PIB, pero la reacción del pueblo fue drástica con la formación de uniones, huelgas generales y sobre todo la incorporación de la ley anti-monopolio Sherman Anti-Trust Act, así como la posterior Clayton Anti-Trust Act.
Por razones quizás comprensibles en un pasado reciente, estas corporaciones han sido exentas de los requerimientos exigidos por dichas leyes y otras debido a que representan plataformas imparciales y de servicio público. Pero en los años recientes se ha determinado que han perdido toda justificación. Por sus abusos han tenido que pagar capitales considerables debido a numerosas demandas. Y, sin duda, estos nuevos "barones del caucho" en el mundo digital, están imponiendo su ideología a base de censuras, ocultando mensajes a los que deben recibirlos sin que el remitente se de cuenta, manipulando los resultados de las búsquedas, ocultando parcialmente portales de la red, desmonetizando, etc. Y otra de las tácticas que usan es la de proporcionar "verificadores de noticias", que supuestamente te dan la explicación de que lo que estás buscando es verdadero o falso. O escriben "aclaraciones" a su estilo, como si fueran expertos y fueran poseedores de la verdad total en todos los temas. ¡Alucinante! No es una mera opinión. En muchas de mis búsquedas, me salen FactCheck, Snopes y Politifact entre las primeras opciones.
Volviendo al aspecto económico, sólo este año de tragedias para los de a pie, los multimillonarios mencionados en el artículo de abajo, han incrementado su valor personal en 115.000 millones. Hay que admitir que mucho de este beneficio está basado en los nuevos hábitos del consumidor que compra por la red en vez de ir a las tiendas, pero la epidemia ha acentuado el proceso. Amazon no tiene los típicos gastos de los comercios categorizados como ladrillo y mortero y va eliminando a pasos agigantados las típicas tiendas, hundiendo al negociante pequeño y sus empleados. Otras compañías, como Walmart y Target, se han visto forzadas a imitar a Amazon para poder subsistir, mientras que compañías como Sears, J.C.Pennys y Macys, están muy cerca de la bancarrota y de una reestructuración por no haberse adaptado a tiempo.
Y me temo que se está creando una desigualdad abismal al eliminar puestos y negocios de la clase media. Mientras que no se puede ir en contra del capitalismo, tampoco creo que se debe permitir un capitalismo que perjudique decisivamente a un sector del pueblo.
Si el aspecto económico causado es un problema, hay otro que es aún más preocupante. Está muy claro ahora que no están satisfechos con sólo el control de sus enormes imperios, sino que también quieren controlar a la población con un manejo de la información y la supresión de la libertad de expresión. Un ejemplo clarísimo lo podemos observar en cómo el coronavirus se reflejó en las redes sociales y cómo se trató el tema de la hidroxicloroquina. La pandemia llegó a EEUU a finales de enero y la desinformación contra la hidroxicloroquina apareció el 22 de mayo con la publicación en importantes medios médicos, The Lancet y New England Journal of Medicine, un estudio de la corporación Surgisphere. Dicho estudio aseguraba que el medicamento tenía fuertes efectos secundarios causando posibles ataques al corazón y hasta la OMS frenó sus estudios. Surgisphere declaró haber realizado el estudio con los datos de numerosos hospitales. Y se enfatizó el peligro a la vez que se menospreciaron los beneficios. Sería indebido especular la motivación de la publicación del estudio en ese momento, pero sabemos que fue cuatro días después de que Trump admitiera que estaba tomando la medicina de forma profiláctica. Y cuando se le exigió transparencia sobre los datos del estudio, Surgisphere se negó a proporcionarlos. The Lancet y New England Journal of Medicine tuvieron que retractar sus artículos al respecto. Posterior, Surgisphere ha dejado de existir.
Pero los relatos generados tomaron características políticas, como todo lo demás que podamos mencionar (por ejemplo, el uso de la máscara). Se ve claro que la izquierda de EE.UU. (Partido Demócrata) no está interesada en que la pandemia desvanezca porque hasta la líder del Congreso, Nancy Pelosi, le llama el Trump-virus. Por lo que podríamos deducir que si Trump pierde las elecciones en noviembre, el virus desaparecerá. No critican a los chinos, sino que culpan a Trump. Por ello, el pensar que la hidroxicloroquina pueda ser un tratamiento con resultados mayormente positivos es verdaderamente inconveniente. Y recientemente, el grupo de doctores autollamados Doctores del Frente (en la lucha) de América (doctores envueltos en atención directa, urgencias, etc.) realizó un vídeo y lo colgaron en YouTube, Facebook y Google. Una de las doctoras, Simone Gold, también lo incorporó su propia página web. Parece que fue demasiado para tolerar por los supuestos "tolerantes" y éstos eliminaron el vídeo de las redes, incluyendo la posibilidad de enviar éste a través de Twitter. Los doctores, persistentes con el mensaje y luchando contra los poderes, han vuelto a reconstruir algo parecido que se puede ver abajo: https://youtu.be/cY0TH-DTYEI
No sólo censuraron el vídeo, sino que también al portal conservador www.breibart.com que lo publicó, el cual fue castigado con muchas horas de "oscuridad" y en las redes.
El vídeo acusaba al Dr. Fauci de ofrecer desinformación y los "amos del mundo digital" lo borraron.
La persistencia de la Dra. Gold fue admirable, pero el hospital donde trabaja la ha despedido. Ya tiene abogado y supongo que viene una demanda por despido injustificado. Es otra indicación de la flexión muscular del poder.
Además, en otra de muchas, Twitter se ha tomado la libertad (retirándola a los demás) de censurar a Trump mensajes críticos al Zar de la Salud, el Dr. Anthony Fauci. Después de muchas declaraciones no tan científicas, sus repetidas contradicciones, las conexiones e historial con los globalistas y el "big Farma", el Dr. Fauci ha perdido la confianza de muchos americanos. Sobre esto escribiré otro artículo, ya que han aparecido reportajes no muy halagadores de su pasado con la investigación del SIDA y sobre las vacunas. El censurado tuit de Trump es una copia de la declaración de la Dra. Lee Vliet, especialista en prevención de enfermedades, así como directora de la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos: "El Dr. Fauci nos ha querido engañar en varios temas, pero, en particular, al desacreditar la hidroxicloroquina en favor de Remdesivir, su nuevo standard de oro".
Es impensable creer que el uso de la hidroxicloroquina sea controvertido ya que un estudio de un profesor epidemiólogo de la Universidad de Yale indica que podría ayudar a salvar entre 75.000 y 100.000 vidas. Y que funciona en el 66% de los casos.
https://www.wnd.com/2020/07/yale-epidemiologist-trump-drug-save-100000-lives/
Otro estudio del Hospital Henry Ford de Detroit, que es el único hospital del Estado de Michigan autorizado para las pruebas de la vacuna que realizará Moderna, en un análisis entre marzo y mayo de 2.541 pacientes, encontró que fallecían el 13% de los tratados con HDCQ vs el 26% de los no tratados.
Todo esto, aparte de otros estudios que han sido realizados en Francia e Italia con resultados positivos. Además es una medicina que ha existido por un siglo como tratamiento benéfico para diversas enfermedades, incluyendo en la epidemia del SARS de los 2005. Pero toda esta guerra puede tener su explicación.
Primero, que el Dr. Fauci y los globalistas como Bill Gates, tienen una relación que data de los tratamientos para el SIDA. Segundo, que mientras que la hidroxicloriquina es barata y hay en existencia decenas de millones de dosis, el Remdesivir va a costar entre 2.340 dólares por cada tratamiento con seguro del Gobierno y 3.120 por el tratamiento con seguro privado. Esto supone a Gilead muchos miles de millones de beneficio por lo que no es de extrañar el montaje de desinformación creado por algunas organizaciones al igual que los usuales globalistas como el The New York Times, Washington Post, CNN y demás, que siguen a día de hoy enfatizando el peligro de esta medicina.
El control de la información en general se está acelerando. Google y Apple acaban de firmar un convenio por el que Google ha comprado por 1.500 millones la exclusividad de su buscador para los I-phones. Los competidores de Google son Bing, Yahoo y DuckDuckGo pero el primero monopoliza el 91% de las búsquedas. Sabiendo de sus capacidades y prácticas, no es exagerado afirmar que nuestra democracia queda en sus manos
Hace unos días, los "amos del mundo digital" fueron interrogados en el Congreso y por primera vez en mucho tiempo hubo un consenso entre los dos partidos. Ambos atacaron a los directores por los métodos usados, pero no hemos visto ningún proyecto de ley para controlarlos, como se hizo e primeros del siglo XX. Tampoco será fácil, pero sin duda debe crearse algún control, ya que se sabe que son capaces tecnológicamente de afectar las elecciones con sus "algoritmos", que los mencionan como si surgieran por sí mismos.
Muy preocupante la situación.
Para poner el tema en perspectiva, veo necesario informar sobre el poder económico y social que tienen las plataformas digitales de Google, Facebook, Twitter, Amazon, Apple y Microsoft. El valor en el mercado de dichas empresas ha llegado a sumar casi el 30% del PIB de EEUU. Amazon está valorada 2 billones (europeos), Apple en 1.4, Microsoft en 1.3, Google 1.0, Facebook en 700.000 millones y Twitter en 30.000 millones. Suman 6.4 billones y el PIB del 2019 de EEUU fue de 21 billones. Recurriendo a la historia, los industrialistas llamados "barones del caucho" del inicio del siglo XX (Rockefeller, J.P. Morgan, Carnegie, Vanderbilt, etc.) controlaban el 6% del PIB, pero la reacción del pueblo fue drástica con la formación de uniones, huelgas generales y sobre todo la incorporación de la ley anti-monopolio Sherman Anti-Trust Act, así como la posterior Clayton Anti-Trust Act.
Por razones quizás comprensibles en un pasado reciente, estas corporaciones han sido exentas de los requerimientos exigidos por dichas leyes y otras debido a que representan plataformas imparciales y de servicio público. Pero en los años recientes se ha determinado que han perdido toda justificación. Por sus abusos han tenido que pagar capitales considerables debido a numerosas demandas. Y, sin duda, estos nuevos "barones del caucho" en el mundo digital, están imponiendo su ideología a base de censuras, ocultando mensajes a los que deben recibirlos sin que el remitente se de cuenta, manipulando los resultados de las búsquedas, ocultando parcialmente portales de la red, desmonetizando, etc. Y otra de las tácticas que usan es la de proporcionar "verificadores de noticias", que supuestamente te dan la explicación de que lo que estás buscando es verdadero o falso. O escriben "aclaraciones" a su estilo, como si fueran expertos y fueran poseedores de la verdad total en todos los temas. ¡Alucinante! No es una mera opinión. En muchas de mis búsquedas, me salen FactCheck, Snopes y Politifact entre las primeras opciones.
Volviendo al aspecto económico, sólo este año de tragedias para los de a pie, los multimillonarios mencionados en el artículo de abajo, han incrementado su valor personal en 115.000 millones. Hay que admitir que mucho de este beneficio está basado en los nuevos hábitos del consumidor que compra por la red en vez de ir a las tiendas, pero la epidemia ha acentuado el proceso. Amazon no tiene los típicos gastos de los comercios categorizados como ladrillo y mortero y va eliminando a pasos agigantados las típicas tiendas, hundiendo al negociante pequeño y sus empleados. Otras compañías, como Walmart y Target, se han visto forzadas a imitar a Amazon para poder subsistir, mientras que compañías como Sears, J.C.Pennys y Macys, están muy cerca de la bancarrota y de una reestructuración por no haberse adaptado a tiempo.
Y me temo que se está creando una desigualdad abismal al eliminar puestos y negocios de la clase media. Mientras que no se puede ir en contra del capitalismo, tampoco creo que se debe permitir un capitalismo que perjudique decisivamente a un sector del pueblo.
Si el aspecto económico causado es un problema, hay otro que es aún más preocupante. Está muy claro ahora que no están satisfechos con sólo el control de sus enormes imperios, sino que también quieren controlar a la población con un manejo de la información y la supresión de la libertad de expresión. Un ejemplo clarísimo lo podemos observar en cómo el coronavirus se reflejó en las redes sociales y cómo se trató el tema de la hidroxicloroquina. La pandemia llegó a EEUU a finales de enero y la desinformación contra la hidroxicloroquina apareció el 22 de mayo con la publicación en importantes medios médicos, The Lancet y New England Journal of Medicine, un estudio de la corporación Surgisphere. Dicho estudio aseguraba que el medicamento tenía fuertes efectos secundarios causando posibles ataques al corazón y hasta la OMS frenó sus estudios. Surgisphere declaró haber realizado el estudio con los datos de numerosos hospitales. Y se enfatizó el peligro a la vez que se menospreciaron los beneficios. Sería indebido especular la motivación de la publicación del estudio en ese momento, pero sabemos que fue cuatro días después de que Trump admitiera que estaba tomando la medicina de forma profiláctica. Y cuando se le exigió transparencia sobre los datos del estudio, Surgisphere se negó a proporcionarlos. The Lancet y New England Journal of Medicine tuvieron que retractar sus artículos al respecto. Posterior, Surgisphere ha dejado de existir.
Pero los relatos generados tomaron características políticas, como todo lo demás que podamos mencionar (por ejemplo, el uso de la máscara). Se ve claro que la izquierda de EE.UU. (Partido Demócrata) no está interesada en que la pandemia desvanezca porque hasta la líder del Congreso, Nancy Pelosi, le llama el Trump-virus. Por lo que podríamos deducir que si Trump pierde las elecciones en noviembre, el virus desaparecerá. No critican a los chinos, sino que culpan a Trump. Por ello, el pensar que la hidroxicloroquina pueda ser un tratamiento con resultados mayormente positivos es verdaderamente inconveniente. Y recientemente, el grupo de doctores autollamados Doctores del Frente (en la lucha) de América (doctores envueltos en atención directa, urgencias, etc.) realizó un vídeo y lo colgaron en YouTube, Facebook y Google. Una de las doctoras, Simone Gold, también lo incorporó su propia página web. Parece que fue demasiado para tolerar por los supuestos "tolerantes" y éstos eliminaron el vídeo de las redes, incluyendo la posibilidad de enviar éste a través de Twitter. Los doctores, persistentes con el mensaje y luchando contra los poderes, han vuelto a reconstruir algo parecido que se puede ver abajo: https://youtu.be/cY0TH-DTYEI
No sólo censuraron el vídeo, sino que también al portal conservador www.breibart.com que lo publicó, el cual fue castigado con muchas horas de "oscuridad" y en las redes.
El vídeo acusaba al Dr. Fauci de ofrecer desinformación y los "amos del mundo digital" lo borraron.
La persistencia de la Dra. Gold fue admirable, pero el hospital donde trabaja la ha despedido. Ya tiene abogado y supongo que viene una demanda por despido injustificado. Es otra indicación de la flexión muscular del poder.
Además, en otra de muchas, Twitter se ha tomado la libertad (retirándola a los demás) de censurar a Trump mensajes críticos al Zar de la Salud, el Dr. Anthony Fauci. Después de muchas declaraciones no tan científicas, sus repetidas contradicciones, las conexiones e historial con los globalistas y el "big Farma", el Dr. Fauci ha perdido la confianza de muchos americanos. Sobre esto escribiré otro artículo, ya que han aparecido reportajes no muy halagadores de su pasado con la investigación del SIDA y sobre las vacunas. El censurado tuit de Trump es una copia de la declaración de la Dra. Lee Vliet, especialista en prevención de enfermedades, así como directora de la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos: "El Dr. Fauci nos ha querido engañar en varios temas, pero, en particular, al desacreditar la hidroxicloroquina en favor de Remdesivir, su nuevo standard de oro".
Es impensable creer que el uso de la hidroxicloroquina sea controvertido ya que un estudio de un profesor epidemiólogo de la Universidad de Yale indica que podría ayudar a salvar entre 75.000 y 100.000 vidas. Y que funciona en el 66% de los casos.
https://www.wnd.com/2020/07/yale-epidemiologist-trump-drug-save-100000-lives/
Otro estudio del Hospital Henry Ford de Detroit, que es el único hospital del Estado de Michigan autorizado para las pruebas de la vacuna que realizará Moderna, en un análisis entre marzo y mayo de 2.541 pacientes, encontró que fallecían el 13% de los tratados con HDCQ vs el 26% de los no tratados.
Todo esto, aparte de otros estudios que han sido realizados en Francia e Italia con resultados positivos. Además es una medicina que ha existido por un siglo como tratamiento benéfico para diversas enfermedades, incluyendo en la epidemia del SARS de los 2005. Pero toda esta guerra puede tener su explicación.
Primero, que el Dr. Fauci y los globalistas como Bill Gates, tienen una relación que data de los tratamientos para el SIDA. Segundo, que mientras que la hidroxicloriquina es barata y hay en existencia decenas de millones de dosis, el Remdesivir va a costar entre 2.340 dólares por cada tratamiento con seguro del Gobierno y 3.120 por el tratamiento con seguro privado. Esto supone a Gilead muchos miles de millones de beneficio por lo que no es de extrañar el montaje de desinformación creado por algunas organizaciones al igual que los usuales globalistas como el The New York Times, Washington Post, CNN y demás, que siguen a día de hoy enfatizando el peligro de esta medicina.
El control de la información en general se está acelerando. Google y Apple acaban de firmar un convenio por el que Google ha comprado por 1.500 millones la exclusividad de su buscador para los I-phones. Los competidores de Google son Bing, Yahoo y DuckDuckGo pero el primero monopoliza el 91% de las búsquedas. Sabiendo de sus capacidades y prácticas, no es exagerado afirmar que nuestra democracia queda en sus manos
Hace unos días, los "amos del mundo digital" fueron interrogados en el Congreso y por primera vez en mucho tiempo hubo un consenso entre los dos partidos. Ambos atacaron a los directores por los métodos usados, pero no hemos visto ningún proyecto de ley para controlarlos, como se hizo e primeros del siglo XX. Tampoco será fácil, pero sin duda debe crearse algún control, ya que se sabe que son capaces tecnológicamente de afectar las elecciones con sus "algoritmos", que los mencionan como si surgieran por sí mismos.
Muy preocupante la situación.