El Gobierno regional de Sicilia ha ordenado la salida de todos los inmigrates ilegales alojados en los centros de recepción de la región en las próximas 24 horas y sus traslado a otras partes de Italia, y ha prohibido nuevos desembarcos en la isla. El Gobierno italiano de izquierdas ha dicho, a través de su Ministerio del Interior, que "esta cuestión no es competencia de las regiones".

Nello Musumeci, líder de un partido autonomista elegido presidente de Sicilia en 2017 con los votos del centro-derecha, ha firmado una ordenanza que impone la prohibición de "entrada, tránsito y estacionamiento" para "todo migrante que llegue a las costas sicilianas con barcos grandes o pequeños, incluidos los de las ONG".

"Sicilia no puede seguir sufriendo esta invasión de inmigrantes, mientras Europa mira hacia otro lado y el Gobierno no hace nada. Basta: hemos tenido hasta ahora demasiado respeto institucional sobre esta emergencia. Con una ordenanza, pongo en marcha la evacuación de todos los “hotspot” (lugares de registro de inmigrantes) y los centros de acogida".