Jueves, 02 de Octubre de 2025

Actualizada Jueves, 02 de Octubre de 2025 a las 08:29:30 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Martes, 01 de Septiembre de 2020 Tiempo de lectura:

La epidemia Covid-19 ha pasado

[Img #18515]Hacia finales del mes de mayo, la curva epidémica en nuestro país llegaba a su fin, lo que confirmaba el mejor de los pronósticos posibles, que se tratara de un virus con un comportamiento como los demás, la típica curva de Gauss con comienzo y fin de una mayor o menor amplitud en función de las diferentes estrategias de abordaje puestas en marcha por los distintos países.

 

Dos meses después, nos encontramos sometidos a unas medidas de protección universales completamente desproporcionadas para la situación epidemiológica actual, a menos que se pretenda la erradicación del virus, objetivo que, ya lo adelanto, está fuera de nuestro alcance. La circulación de este y otros microorganismos forma parte de nuestra vida en comunidad y ayuda a que nuestros sistemas inmunitarios se fortalezcan.

 

Es como si no quisiéramos dejar morir esta epidemia. Me cuesta creer que dos meses después de acabada la curva sigamos recomendando la distancia social y el uso de mascarillas generalizado, ya que ambas medidas van en el sentido contrario al de potenciar nuestro sistema inmunitario, que se fortalece respirando a pleno pulmón con el ejercicio y disfrutando del contacto y de una vida emocional reconfortante. Abuelos sin abrazos de sus hijos y nietos, niños sin contacto con sus amigos durante meses, comunicación sin sonrisas ni gestos de afecto, es el mejor camino para debilitar nuestras defensas, haciéndonos mucho más vulnerables frente a cualquier enfermedad, y no solo las infecciosas.

 

Durante todo este periodo de crisis, la comunicación a nivel institucional y por parte de casi todos los medios ha sido la comunicación del miedo; datos y más datos, advertencias continuas, dirigidas a todo menos a calmar y dar seguridad a la población, cuando lo importante hubiera sido tranquilizar y dar confianza, enseñando al tiempo las medidas que por prudencia había que tomar para protegerse. El miedo sigue siendo hoy el canal de comunicación que se establece con la población día tras día, sin reflexionar que este miedo es el que va a bloquear por completo nuestra economía, así como nuestra capacidad de pensar correctamente y que, además, va a deprimir irremediablemente nuestro sistema inmunitario.

 

El fantasma de la segunda ola de la pandemia es el falso argumento utilizado para, una vez finalizada la epidemia, mantener a la población en estrés permanente. Cualquier experto en la materia, epidemiólogos, virólogos, inmunólogos, expertos en salud pública, sabemos que nunca en la historia de las epidemias víricas se ha dado una segunda ola detrás de la primera. Únicamente en la epidemia de gripe de 1918 hubo una segunda ola, pero fue debida a neumonías bacterianas en una época en la que aún no había antibióticos. Así que, por favor, si nadie me desmiente, acabemos ya con esta situación más digna de un delirio colectivo que de una estrategia sanitaria con bases fundadas.

 

¿Y si intentamos pensar con claridad, ahora que ya tenemos a nuestra disposición información de muchas fuentes diferentes e independientes?

 

Vamos a fijarnos en Polonia, ese país del que casi nunca oímos hablar en la prensa española, pero que llama fuertemente la atención por ser el país europeo en el que se ha conseguido la mejor previsión del PIB 2020, junto a una mortalidad muy baja.

 

En Polonia, desde el 18 de mayo, coincidiendo con el final de la curva epidémica, la vida prácticamente volvió a la normalidad.

 

El 28 de julio, Polonia contaba con un total de 1.682 muertos por Covid-19 en una población de 37.958.138, lo que hace una tasa de mortalidad de 4,4 / 100.000 habitantes, acompañada de una previsión de PIB 2020 de -4,3 % aproximadamente (previsión económica de la UE). España, en la misma fecha, tenía 28.483 fallecidos Covid-19 en una población de 46.940.000, lo que hace una tasa de mortalidad de 60,7 / 100.000 habitantes, acompañada de una previsión de PIB 2020 cercana a -13 %.

 

Sabemos que la realización temprana de test de despistaje es una de las claves para el control de una epidemia. Podríamos pensar que Polonia se adelantó en la realización de test a nuestro país, pero no fue así, ya que cuando Polonia apenas había realizado 15.000 test, en España ya llevábamos 55.000. Alemania, sin embargo, empezó a realizar los test mucho antes de tener un primer caso en su país y a pesar de su buen resultado de mortalidad 10,9 / 100.000, no consigue superar a Polonia.

 

El 13 de marzo de 2020, Grzegorsz Cessak, presidente de la Oficina Polaca de Registro de Medicamentos, Aparatos Médicos y Productos Biocidas toma la decisión de incluir en ficha técnica de la hidroxicloroquina una nueva indicación en su prescripción: "Tratamiento de apoyo de las infecciones por beta-coronavirus como el SARS-CoV, MERS-CoV y SARS CoV-2". Con esta decisión no solo promueve el uso de este fármaco antimalárico contra la enfermedad Covid-19, sino que da cobertura legal a todos los médicos que lo utilicen.

 

Los argumentos empleados para esta decisión son: “En vista de la situación actual… en ausencia de cualquier otro tratamiento, sabiendo que tenemos datos in vitro que indican una inhibición de la replicación viral … apoyándonos en los datos clínicos publicados por los científicos chinos en la revista Bio Science Trends… la relación beneficio/riesgo se consideró positiva ya que el perfil de reacciones adversas de la cloroquina es muy conocido… todas estas razones nos parecen suficientes para justificar la prescripción en cuestión.

 

El 16 de marzo, María Jesús Lamas Díaz, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) toma la decisión de poner en marcha la distribución controlada de hidroxicloroquina y cloraquina fosfato para el tratamiento del Covid-19 en los centros hospitalarios. Como resultado de este eufemismo de “distribución controlada”, toda la red de médicos de atención primaria, médicos de residencias de ancianos y médicos de urgencias de nuestro país quedaba excluida de la prescripción del único tratamiento que podía ser efectivo contra la pandemia.

 

La Agencia española esgrime como argumento: “dado el stock limitado de estos medicamentos y la demanda creciente en muy diversas situaciones relacionadas con el Covid-19, es necesario controlar su prescripción…En conjunto, y hasta nueva orden, los tratamientos serán priorizados para: tratamiento de los pacientes crónicos. Ensayos clínicos de todo tipo que incluyan hidroxicloroquina o cloroquina entre sus tratamientos. Tratamiento de pacientes ingresados con neumonía. No se aconseja iniciar tratamientos en otro tipo de situaciones clínicas fuera del contexto de ensayos clínicos autorizados… Evitar la utilización sistemática de azitromicina en combinación con hidroxicloroquina en el tratamiento de Covid-19”.

 

“Dado el stock limitado …” habrá que preguntar entonces a la compañía griega Uni-Pharma, cómo en tan solo 30 horas, el 21 de marzo, consiguieron fabricar 24 millones de dosis que donaron al Sistema Nacional de Salud de su país. Señalar aquí también que este medicamento, por su acción antiviral e inmunomoduladora, mostraba ser eficaz en los estudios en los que se utilizaba en fase precoz, la fase viral y sin embargo, nuestro Ministerio de Sanidad sólo lo autoriza, paradójicamente, en el medio hospitalario y no en utilización sistemática.

 

En mi opinión, todo lo sucedido, y lo que sigue sucediendo aún hoy, exige una gran reflexión. Ahora es el momento de analizar y de llegar al fondo de todas estas cuestiones que, al igual que yo, muchos otros médicos y científicos de todo el mundo, sin conflictos de interés, se están planteando.

 

(*) Marta Barreda González. Medica especialista en Salud Pública por la Universidad Libre de Bruselas. Actualmente trabaja como Médico de Familia en un Centro de Salud.

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.