Lunes, 22 de Septiembre de 2025

Actualizada Lunes, 22 de Septiembre de 2025 a las 20:32:36 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Carlos Roldán López
Sábado, 12 de Septiembre de 2020 Tiempo de lectura:

Celaá, Ayuso y Herodes

No me cabe la menor duda de que Ayuso está cada vez más desbordada por la situación en que está viviendo España, de la que Madrid es efectivamente su motor, para bien y para mal... Y no me cabe la menor duda que no tiene la menor idea de cómo gestionarlo, la curiosa entrevista en televisión despeja todas las dudas en este sentido. No quiere gestionar el desastre y además no sabría como hacerlo. Hay que poner a otro Presidente, si no lo hace el propio PP, debe hacerlo otro cualquiera o convocar elecciones. Ayuso no sabe y por tanto no puede. Y vamos a jugarnos cosas terribles estos meses.

 

La apertura de escuelas es sin duda la imagen más gráfica del desastre que se avecina. Tenemos la sensación de estar mandando a nuestros hijos a algo como mínimo inseguro, la comunidad educativa que los acoge lo hace muerta de miedo, mientras los recursos prometidos no llegan y mientras tanto, la hitleriana ministra de Educación amenaza a los padres con terribles castigos legales si no les llevamos al colegio. Parece una película de Tarantino pero no, es el aquí y ahora.

 

Celaá tiene un perfil oscuro, de hermana de Nietzsche. No transmite la inseguridad de Ayuso ni caería jamás en sus pifias monumentales, pero hay tras su discurso una crueldad y una firmeza estalinista que sorprende por lo descarnado: los hijos son del Estado, no de los padres. Y ahora nos amenaza con la cárcel si no les llevamos, al mismo tiempo que asume el riesgo y la falta de medios. Ayuso vaticina el contagio masivo y Celaá nos recuerda que o contagio o cárcel. Dictadura necrológica. Hasta la ironía de decir que "seguir con vida es condición necesaria para aprobar el curso" denota el carácter fúnebre del personaje herodiano que han puesto a cuidar de los niños.

 

Lo mismo pasa con los Picapiedra que tenemos en el Gobierno. Hace meses nos confinaron a todos y establecieron un régimen militar por nuestro bien. Ahora, con los números y las cifras pidiendo por coherencia hacer lo mismo, nos encontramos con la dura realidad del contagio asumido. Sí, Ayuso ha dicho lo que Pedro y Pablo han asumido, que nos vamos a contagiar todos y que es mejor que sea así. Esto hay que decirlo claro, los políticos asumen el contagio en el colegio y nos reprimirán si nos negamos a escolarizar, y asumen el contagio en el ámbito laboral e igualmente aplicarán el régimen disciplinario. Lo que antes justificaba un estado de excepción ahora no justifica autoconfinarse por miedo al contagio. Creo que debemos encauzar políticamente el contagio generalizado que asume el Gobierno a través de Elisabeth Celaá Nietzsche y negarnos a seguir prestándonos al irresponsable desconcierto de estos incompetentes. Un virus ha mostrado en manos de quién estamos. Hasta aquí hemos llegado, no le diré a mi hijo que le ha pasado algo malo porque su padre no se atrevió a decir no.

 

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.