Biofísico y Premio Nobel de Química en 2013
Michael Levitt: "Los confinamientos son medidas ruinosas que no salvan ninguna vida"
![[Img #18613]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/09_2020/6115_stanford.jpg)
El físico y biofísico sudafricano Michael Levitt, Premio Nobel de Química en 2013 y profesor de la Universidad de Stanford, ha sido una de las voces de la comunidad científica que se ha pronunciado con mayor contundencia contra los estrictos confinamientos que algunos países, y muy especialmente España, están imponiendo para hacer frente al coronavirus.
En un artículo ahora publicado en el diario inglés The Telegraph, Levitt considera que deberíamos estar centrados en cuantificar el alcance de nuestra inmunidad en lugar de seguir con medidas "ruinosas" como el confinamiento. Para este experto mundial en la materia, "si la mayoría de los sistemas inmunológicos pueden reconocer el SARS-CoV-2 (Covid-19), no tiene sentido que ningún Gobierno trate o modele el virus como una nueva infección. Cualquier Gobierno racional debería invertir esfuerzos urgentemente en realizar encuestas de inmunidad cruzada y otros tipos de inmunidad celular preexistente, que cuestan casi nada en comparación con los fondos gastados en pruebas de PCR, rastreo de contactos y, por supuesto, bloqueos. Es muy probable que la mayoría de nosotros seamos al menos parcialmente inmunes al Covid-19. Aceptemos este hecho e intentemos cuantificarlo. La autodestrucción continua es una mala alternativa".
No es la primera vez que Levitt carga contra las decisiones políticas que se han tomado, según él, por hacer caso a los epidemiólogos. “El problema con los epidemiólogos es que sienten que su trabajo es asustar a la gente para que se encierre, para que se distancie socialmente. Así que dicen ‘va a haber un millón de muertes’, y cuando solo hay 25.000 dicen ‘es bueno que hayan escuchado mi consejo’. Esto sucedió con el ébola y con la gripe aviar. Es solo parte de la locura”.
Michael Levitt tiene su propio laboratorio de biología estructural en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y, desde hace muchos años, es una referencia en el mundo de la ciencia. Sobre todo desde 2013, cuando ganó el Premio Nobel de Química junto a Martin Karplus y Arieh Warshel por el “desarrollo de modelos multiescala para sistemas químicos complejos”.
Pero desde el 28 de enero de 2020 tiene una sola obsesión: el coronavirus. Su equipo de trabajo, con la ayuda de voluntarios de diferentes países, trabaja incesantemente en el análisis de datos relacionados con el virus, con el objetivo de rastrear la evolución del Covid-19.
El investigador angloamericano e israelí es severamente crítico con la estrategia elegida por la mayoría de los Gobiernos del mundo para combatir la pandemia. “Creo que los confinamientos no salvaron ninguna vida”, dijo recientemente en una entrevista con The Telegraph. De hecho, "creo que pueden haber costado vidas. Habrán salvado algunas vidas en accidentes de carretera y en cosas así, pero el daño social por el abuso doméstico, los divorcios, el alcoholismo, ha sido extremo. Y además están las personas que no fueron tratadas por otras enfermedades”.
Levitt cree que con algunas recomendaciones puntuales, como usar máscaras desde el comienzo del brote y adoptar ciertas normas de distanciamiento social, se habría obtenido el mismo resultado en términos sanitarios, pero a un costo muy inferior.
“Creo que el verdadero virus es el virus del pánico”, afirmó. “Por razones que no me quedan claras, creo que los líderes han entrado en pánico y la gente lo ha hecho igualmente también, y creo que hubo una gran falta de discusión. Solo necesitamos pensar y discutir las cosas un poco”.
El físico y biofísico sudafricano Michael Levitt, Premio Nobel de Química en 2013 y profesor de la Universidad de Stanford, ha sido una de las voces de la comunidad científica que se ha pronunciado con mayor contundencia contra los estrictos confinamientos que algunos países, y muy especialmente España, están imponiendo para hacer frente al coronavirus.
En un artículo ahora publicado en el diario inglés The Telegraph, Levitt considera que deberíamos estar centrados en cuantificar el alcance de nuestra inmunidad en lugar de seguir con medidas "ruinosas" como el confinamiento. Para este experto mundial en la materia, "si la mayoría de los sistemas inmunológicos pueden reconocer el SARS-CoV-2 (Covid-19), no tiene sentido que ningún Gobierno trate o modele el virus como una nueva infección. Cualquier Gobierno racional debería invertir esfuerzos urgentemente en realizar encuestas de inmunidad cruzada y otros tipos de inmunidad celular preexistente, que cuestan casi nada en comparación con los fondos gastados en pruebas de PCR, rastreo de contactos y, por supuesto, bloqueos. Es muy probable que la mayoría de nosotros seamos al menos parcialmente inmunes al Covid-19. Aceptemos este hecho e intentemos cuantificarlo. La autodestrucción continua es una mala alternativa".
No es la primera vez que Levitt carga contra las decisiones políticas que se han tomado, según él, por hacer caso a los epidemiólogos. “El problema con los epidemiólogos es que sienten que su trabajo es asustar a la gente para que se encierre, para que se distancie socialmente. Así que dicen ‘va a haber un millón de muertes’, y cuando solo hay 25.000 dicen ‘es bueno que hayan escuchado mi consejo’. Esto sucedió con el ébola y con la gripe aviar. Es solo parte de la locura”.
Michael Levitt tiene su propio laboratorio de biología estructural en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y, desde hace muchos años, es una referencia en el mundo de la ciencia. Sobre todo desde 2013, cuando ganó el Premio Nobel de Química junto a Martin Karplus y Arieh Warshel por el “desarrollo de modelos multiescala para sistemas químicos complejos”.
Pero desde el 28 de enero de 2020 tiene una sola obsesión: el coronavirus. Su equipo de trabajo, con la ayuda de voluntarios de diferentes países, trabaja incesantemente en el análisis de datos relacionados con el virus, con el objetivo de rastrear la evolución del Covid-19.
El investigador angloamericano e israelí es severamente crítico con la estrategia elegida por la mayoría de los Gobiernos del mundo para combatir la pandemia. “Creo que los confinamientos no salvaron ninguna vida”, dijo recientemente en una entrevista con The Telegraph. De hecho, "creo que pueden haber costado vidas. Habrán salvado algunas vidas en accidentes de carretera y en cosas así, pero el daño social por el abuso doméstico, los divorcios, el alcoholismo, ha sido extremo. Y además están las personas que no fueron tratadas por otras enfermedades”.
Levitt cree que con algunas recomendaciones puntuales, como usar máscaras desde el comienzo del brote y adoptar ciertas normas de distanciamiento social, se habría obtenido el mismo resultado en términos sanitarios, pero a un costo muy inferior.
“Creo que el verdadero virus es el virus del pánico”, afirmó. “Por razones que no me quedan claras, creo que los líderes han entrado en pánico y la gente lo ha hecho igualmente también, y creo que hubo una gran falta de discusión. Solo necesitamos pensar y discutir las cosas un poco”.