Argentinos y dominicanos, a la cabeza
Crece el emprendimiento latino en España
No todo es crisis y penuria entre el colectivo latino afincado en España. En realidad, un porcentaje significativo muestra que, tras su periplo migratorio y empezando de cero, han podido rehacer su vida en nuestro país, montar negocios y crear empleo. Incluso, el Covid-19 ha obligado a muchos de ellos a ser emprendedores, según el último informe del Centro de Ayuda Cristino en España.
Sus historias de éxito y superación ponen de manifiesto el enorme esfuerzo que algunos latinoamericanos han realizado para poder salir de la pobreza.
El emprendimiento de muchos latinos abarca sectores de actividad muy diversos. Así por ejemplo, negocios prósperos de latinos españoles se multiplican sobre todo en hostelería y gastronomía, en actividades relacionales con el transporte, la movilidad y las mudanzas, en servicios inmobiliarios, en la construcción y reformas, en peluquerías, call centers, programación informática, música, publicidad y en la industria del cine.
Por países de origen, el informe del Centro de Ayuda Cristino indica que son los argentinos, dominicanos, colombianos, ecuatorianos y venezolanos los más emprendedores.
“El que emigra va al doble de velocidad que otros”, afirma el pastor Alberto Díaz, portavoz en España del Centro de Ayuda Cristiano. “Son gente positiva, dinámica, con enormes ganas de progresar y concentran toda su energía en salir de la miseria. Sus historias son realmente de un éxito personal y emocional tremendo”.
Al inicio, la inmensa mayoría de esta inmigración suele trabajar sin papeles en empleos muy precarios para poder mantenerse, ya sea por ejemplo en servicio doméstico, ayuda a personas mayores, como camareros o chóferes.
Pero muchos de ellos estudian por las noches y fines de semana, se sacan licenciaturas universitarias, adquieren habilidades y al cabo de poco tiempo logran pasar a otra categoría socioprofesional mucho mejor valorada y remunerada. Casos de latinos comerciantes, abogados, publicistas, cocineros o cantantes que triunfan no son excepción en España. Su éxito es tal que, en general, no añoran su país de origen, traen a sus familias y no se plantean el retorno.
Historias personales de éxito latino en España
Eduin Flavio Vargas, peruano, que llegó a España endeudado y sin papeles, y que en pocos años ha creado con éxito una empresa de transformación de polímeros para la industria, Vargort. Entre sus clientes figuran varias multinacionales, como Simón Lighting, Ros Roca, Emka Beschlagteile y Greif. Su empresa factura alrededor de 370.000 euros y está aguantando bien la crisis provocada por la pandemia.
Lo mismo ha pasado con Leandro Silva Braga, brasileño, que vino a España endeudado y que optó por quedarse en el país al ver que tenía buenas oportunidades de formación y que podía crecer en el ámbito profesional y empresarial. Se formó como técnico superior de automoción e hizo un curso de mecánica y electricidad profesional de motocicletas. Obtuvo de crédito de 24.000 euros de Aval Madrid con el que abrió un taller de reparación y mantenimiento de motocicletas, Bragaboy’s Motos, donde también vende scooters.
Es también el caso de la ecuatoriana María Miriam Toapanta, que vino a España con lo puesto y que ha creado un establecimiento de barrio de venta de frutas y hortalizas, Benvingut a l’Hort. Gracias a dos préstamos por un total de 43.000 euros de CaixaBank y BBVA, y a seguir tres cursos de formación en marketing, actividades de venta y manipulación de alimentos, ha podido desarrollar su comercio, que factura 160.000 euros anuales.
Para el pastor Alberto Díaz, “sobre todas las cosas, hay que mandar a la sociedad un mensaje de optimismo; y es que está demostrado que con fe y esperanza todos superaremos los momentos actuales”.
No todo es crisis y penuria entre el colectivo latino afincado en España. En realidad, un porcentaje significativo muestra que, tras su periplo migratorio y empezando de cero, han podido rehacer su vida en nuestro país, montar negocios y crear empleo. Incluso, el Covid-19 ha obligado a muchos de ellos a ser emprendedores, según el último informe del Centro de Ayuda Cristino en España.
Sus historias de éxito y superación ponen de manifiesto el enorme esfuerzo que algunos latinoamericanos han realizado para poder salir de la pobreza.
El emprendimiento de muchos latinos abarca sectores de actividad muy diversos. Así por ejemplo, negocios prósperos de latinos españoles se multiplican sobre todo en hostelería y gastronomía, en actividades relacionales con el transporte, la movilidad y las mudanzas, en servicios inmobiliarios, en la construcción y reformas, en peluquerías, call centers, programación informática, música, publicidad y en la industria del cine.
Por países de origen, el informe del Centro de Ayuda Cristino indica que son los argentinos, dominicanos, colombianos, ecuatorianos y venezolanos los más emprendedores.
“El que emigra va al doble de velocidad que otros”, afirma el pastor Alberto Díaz, portavoz en España del Centro de Ayuda Cristiano. “Son gente positiva, dinámica, con enormes ganas de progresar y concentran toda su energía en salir de la miseria. Sus historias son realmente de un éxito personal y emocional tremendo”.
Al inicio, la inmensa mayoría de esta inmigración suele trabajar sin papeles en empleos muy precarios para poder mantenerse, ya sea por ejemplo en servicio doméstico, ayuda a personas mayores, como camareros o chóferes.
Pero muchos de ellos estudian por las noches y fines de semana, se sacan licenciaturas universitarias, adquieren habilidades y al cabo de poco tiempo logran pasar a otra categoría socioprofesional mucho mejor valorada y remunerada. Casos de latinos comerciantes, abogados, publicistas, cocineros o cantantes que triunfan no son excepción en España. Su éxito es tal que, en general, no añoran su país de origen, traen a sus familias y no se plantean el retorno.
Historias personales de éxito latino en España
Eduin Flavio Vargas, peruano, que llegó a España endeudado y sin papeles, y que en pocos años ha creado con éxito una empresa de transformación de polímeros para la industria, Vargort. Entre sus clientes figuran varias multinacionales, como Simón Lighting, Ros Roca, Emka Beschlagteile y Greif. Su empresa factura alrededor de 370.000 euros y está aguantando bien la crisis provocada por la pandemia.
Lo mismo ha pasado con Leandro Silva Braga, brasileño, que vino a España endeudado y que optó por quedarse en el país al ver que tenía buenas oportunidades de formación y que podía crecer en el ámbito profesional y empresarial. Se formó como técnico superior de automoción e hizo un curso de mecánica y electricidad profesional de motocicletas. Obtuvo de crédito de 24.000 euros de Aval Madrid con el que abrió un taller de reparación y mantenimiento de motocicletas, Bragaboy’s Motos, donde también vende scooters.
Es también el caso de la ecuatoriana María Miriam Toapanta, que vino a España con lo puesto y que ha creado un establecimiento de barrio de venta de frutas y hortalizas, Benvingut a l’Hort. Gracias a dos préstamos por un total de 43.000 euros de CaixaBank y BBVA, y a seguir tres cursos de formación en marketing, actividades de venta y manipulación de alimentos, ha podido desarrollar su comercio, que factura 160.000 euros anuales.
Para el pastor Alberto Díaz, “sobre todas las cosas, hay que mandar a la sociedad un mensaje de optimismo; y es que está demostrado que con fe y esperanza todos superaremos los momentos actuales”.