En la actualidad existen diferentes fabricantes de televisores que valen la pena, y muchos modelos que pueden fácilmente llamar tu atención. La compra de un televisor es una de las más importantes que realizarás, no sólo por su precio, sino por el simbolismo que este aparato tiene dentro del salón del hogar o de cualquier otra estancia de la casa.

El televisor es la ventana al entretenimiento familiar, por eso, su compra no sólo puede estar relacionada con elegir un modelo del que hayas visto buenas referencias alguna vez o directamente con el más barato de cualquier listado que encuentres. Escoger un televisor correctamente requiere un tiempo de búsqueda, un correcto análisis o dejarse asesorar por personas con experiencia, ya que la idea será tener un producto que pueda durar muchos años funcionando de forma óptima, pagando con creces la inversión a realizar.

Elige una marca que brinde confianza

Como se ha indicado antes, la idea a la hora de comprar un nuevo televisor es que dure muchos años funcionando debidamente. Y la mejor manera para que eso suceda, es contar con una marca que brinde confianza, respaldo, soporte y todas las garantías, de manera que ante cualquier problema puedan solventarlo.

En ese caso, si revisas las opiniones televisores Philips notarás que es una de las marcas con mayor trayectoria en el mercado, con televisores que por precio se adaptan a la mayoría de los presupuestos y perfiles de usuarios, y con tecnologías innovadoras como Ambilight o el sistema operativo SAPHI, uno de los más intuitivos y rápidos de entre todos los televisores inteligentes, por lo que es una de las marcas que siempre verás en las recomendaciones de los expertos.

Tecnología con futuro

A pesar de que tener en cuenta la marca será una de las mejores formas de encontrar televisores de calidad, siempre deberás asegurarte de escoger productos que tengan tecnologías preparadas para el futuro, tanto en todo lo relacionado con la resolución de imagen, donde el formato 4K Ultra HD es la norma hoy en día, y donde la tecnología HDR debe prevalecer, hasta en lo relacionado con la tecnología del audio, donde la calidad Dolby debería ser la norma en este aspecto.

También, relacionado con ello, estará el tema de la conectividad y los puertos para añadir periféricos y equipos. Un buen televisor debe tener puertos HDMI, USB 3.0 y WiFi, aunque esto último podrá obviarse si el coste se incrementa demasiado y si una conectividad Ethernet puede ser suficiente.

En lo que a tecnologías y conectividad se refiere, la afirmación de “cuantas más, mejor” es totalmente cierta, ya que eso evitará que el televisor pueda quedar obsoleto tras pocos años de uso, preparando al mismo para los contenidos que en adelante puedan ser de mayor calidad.

Un televisor adaptado a tu realidad

Una marca de confianza y una tecnología con futuro son las claves para comprar un buen televisor. Sin tener eso en cuenta, toda decisión carecerá de la certeza sobre llevarse a casa el producto adecuado. No obstante, también debes tener en cuenta que no todas las personas o familias necesitan el mismo modelo de televisor, y en ello no sólo tiene incidencia el factor del precio.

El precio será determinante para comprar un nuevo televisor en muchos casos, porque algunas personas necesitarán un modelo de unos 500 euros para satisfacer sus necesidades, mientras otras personas preferirán los modelos que puedan sobrepasar con bastante margen los 1.000 euros.

A pesar de todo ello, serán las tecnologías adicionales, y sobre todo las pulgadas o la dimensión lo que marcará la diferencia sobre una necesidad u otra. Si tienes una habitación pequeña o un salón donde el sofá esté a pocos metros del televisor, no necesitarás una pantalla de grandes dimensiones, de manera que cuanta mayor distancia, una mayor cantidad de pulgadas será siempre lo mejor. Establecer las dimensiones correctas dependerá de las recomendaciones que hagan los expertos, de la distancia de visión que tengas en tu casa, del espacio disponible para instalarlo y, cómo no, del precio que estés dispuesto a pagar, ya que cuanto más grande sea el televisor, más costoso será el mismo también, aunque su calidad irá incrementando en cada caso.