Asesorada por “Carta Abierta” y “La Campora”
La presidenta argentina, Cristina Fernández, crea una secretaría dedicada a la “coordinación estratégica del pensamiento nacional”
La democracia populista de Cristina Fernández de Kirchner, impulsada por la guardia pretoriana ultranacionalista y de extrema izquierda que rodea a la presidenta argentina bajo el nombre de "Espacio Carta Abierta" o “La Campora”, ha dado un nuevo paso en su camino en el recorte de las libertades públicas dando autorización para la creación de una nueva secretaría política, al más alto nivel, dedicada a la “coordinación estratégica del pensamiento nacional”.
El nuevo departamento, que ha sido asignado al Ministerio de Cultura, será dirigido por Ricardo Forster, uno de los máximos responsables del grupo “Espacio Carta Abierta”, nacido en 2008 como paladín cultural del “kircherismo” más radical.
En un reciente artículo publicado en su blog, el periodista Carlos Mira, responsable de la sección de Opinión del periódico “La Nación”, se pregunta, “¿pero qué diablos es el ‘pensamiento nacional’?, ¿desde cuándo algo tan absoluta y definitivamente individual como el pensamiento puede transformarse en ‘nacional’?, ¿cuál de los pensamientos que tienen los millones de argentinos en su condición de ciudadanos libres, será elevado a la categoría de pensamiento nacional?, ¿con qué criterio? Esta zoncera jauretchiana del ‘pensamiento nacional’ es una mordaza a la libre expresión, es un escrache al desafío; es una policía intelectual”
Y añade Carlos Mira: “También respecto de esto, medio país le viene diciendo a la presidente, a sus laderos de 'Carta Abierta' y a sus ubicuos de 'La Cámpora' que esas son cuestiones que deben terminar en un país pretendidamente moderno como la Argentina. Igual que con la apelación al sentido común, a los principios de la civilización política y a la idea de resolver problemas de la gente común, nadie puede arrogarse la representación del ‘pensamiento nacional’ porque eso supone necesariamente la aplicación de un criterio de selección (encarnado por un ‘seleccionador’) según el cual lo que opinen determinadas personas tendrá las salvaguardas del poder y lo que opinen otras tendrá la censura, la inequidad y, eventualmente, las persecuciones del poder”.
La web del Ministerio de Cultura argentino presenta ya el nuevo espacio dedicado a la “Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional”, pero, hasta el momento, no hay ningún proyecto reseñado en el mismo.
La democracia populista de Cristina Fernández de Kirchner, impulsada por la guardia pretoriana ultranacionalista y de extrema izquierda que rodea a la presidenta argentina bajo el nombre de "Espacio Carta Abierta" o “La Campora”, ha dado un nuevo paso en su camino en el recorte de las libertades públicas dando autorización para la creación de una nueva secretaría política, al más alto nivel, dedicada a la “coordinación estratégica del pensamiento nacional”.
El nuevo departamento, que ha sido asignado al Ministerio de Cultura, será dirigido por Ricardo Forster, uno de los máximos responsables del grupo “Espacio Carta Abierta”, nacido en 2008 como paladín cultural del “kircherismo” más radical.
En un reciente artículo publicado en su blog, el periodista Carlos Mira, responsable de la sección de Opinión del periódico “La Nación”, se pregunta, “¿pero qué diablos es el ‘pensamiento nacional’?, ¿desde cuándo algo tan absoluta y definitivamente individual como el pensamiento puede transformarse en ‘nacional’?, ¿cuál de los pensamientos que tienen los millones de argentinos en su condición de ciudadanos libres, será elevado a la categoría de pensamiento nacional?, ¿con qué criterio? Esta zoncera jauretchiana del ‘pensamiento nacional’ es una mordaza a la libre expresión, es un escrache al desafío; es una policía intelectual”
Y añade Carlos Mira: “También respecto de esto, medio país le viene diciendo a la presidente, a sus laderos de 'Carta Abierta' y a sus ubicuos de 'La Cámpora' que esas son cuestiones que deben terminar en un país pretendidamente moderno como la Argentina. Igual que con la apelación al sentido común, a los principios de la civilización política y a la idea de resolver problemas de la gente común, nadie puede arrogarse la representación del ‘pensamiento nacional’ porque eso supone necesariamente la aplicación de un criterio de selección (encarnado por un ‘seleccionador’) según el cual lo que opinen determinadas personas tendrá las salvaguardas del poder y lo que opinen otras tendrá la censura, la inequidad y, eventualmente, las persecuciones del poder”.
La web del Ministerio de Cultura argentino presenta ya el nuevo espacio dedicado a la “Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional”, pero, hasta el momento, no hay ningún proyecto reseñado en el mismo.