Nuevo ataque contra los cristianos en Francia
Un sacerdote ortodoxo de Lyon, herido gravemente de bala al abandonar su iglesia
Un sacerdote ortodoxo ha resultado herido de máxima gravedad tras recibir varios disparos al abandonar su iglesia del centro de la ciudad francesa de Lyon, en el este del país. Su agresor se ha dado a la fuga, aunque la agencia Reuters informa de que la Policía ha detenido a un sospechoso, sin que hayan trascendido más detalles.
En la zona, que se encuentra acordonada por las fuerzas del orden, el religioso fue evacuado en camilla con heridas en el abdomen y su vida corre peligro, indicaron fuentes policiales.
Según los primeros elementos de la investigación, el agresor efectuó dos disparos con un fusil con el cañón recortado. Según la cadena de televisión "BFMTV", el herido es un sacerdote de origen griego de 52 años.
El ataque se produce dos días después de que tres personas fueran degolladas en una basílica católica de Niza, lo que llevó al Gobierno francés a reforzar la seguridad en templos religiosos en vísperas de la festividad de Todos los Santos. Además, en estos momentos casi 7.000 soldados franceses del programa "Sentinelle" patrullan las calles del país.
Un sacerdote ortodoxo ha resultado herido de máxima gravedad tras recibir varios disparos al abandonar su iglesia del centro de la ciudad francesa de Lyon, en el este del país. Su agresor se ha dado a la fuga, aunque la agencia Reuters informa de que la Policía ha detenido a un sospechoso, sin que hayan trascendido más detalles.
En la zona, que se encuentra acordonada por las fuerzas del orden, el religioso fue evacuado en camilla con heridas en el abdomen y su vida corre peligro, indicaron fuentes policiales.
Según los primeros elementos de la investigación, el agresor efectuó dos disparos con un fusil con el cañón recortado. Según la cadena de televisión "BFMTV", el herido es un sacerdote de origen griego de 52 años.
El ataque se produce dos días después de que tres personas fueran degolladas en una basílica católica de Niza, lo que llevó al Gobierno francés a reforzar la seguridad en templos religiosos en vísperas de la festividad de Todos los Santos. Además, en estos momentos casi 7.000 soldados franceses del programa "Sentinelle" patrullan las calles del país.