Ataque en todos los frentes a nuestra soberanía
Estamos en un proceso de deconstrucción global de todo lo hispánico en todas las Españas. Ese proceso tiene como finalidad tomarnos como rehenes a los 414.207.581 de habitantes. Nada menos que eso.
¿Qué quién está tras ese diseño? Pues está claro que es ese poder profundo financiero internacional, unido a China. Seremos, si no lo impedimos, esclavos de ese mundialismo globalista representado por la Agenda 2030, el Foro de Davos, el Foro Sao Paulo y el Grupo Puebla. Ese conglomerado dirigido a su vez por entes no dimanantes del derecho de gentes, pero sí fácticos, como es el Club Bilderberg, es sumamente poderoso, Lo vemos actualmente, claramente, en la agresión a Trump y en la falsificación de las elecciones estadounidenses. No es cualquier cosa. Es un tinglado realmente imperial y todo el espacio hispanoamericano peligra, sobre todo lo que antaño fue su metrópoli, España. El objetivo es su destrucción. Y el enemigo no solamente está fuera. Fundamentalmente lo tenemos dentro, mediante verdaderos peones de personajes como Soros.
Los elementos de esa descomposición, hoy como ayer, son varios, con un poder de destrucción inigualable.
El primero, el arrasamiento de la economía para crear un esclavismo con lo que queda de mano de obra.
El segundo, cultural, modificando nuestra forma de ser y de sentir, que, no lo olvidemos, tiene como principal elemento configurador el cognitivo, que es la forma de interpretar la realidad, la pasada, la presente y la hipotética que se nos abre en una proyección demoledora.
El tercero, ligado al factor antropocéntrico en descomposición, la lengua común que es verdadera argamasa de la civilización hispánica en el mundo.
El cuarto, la religión, el verdadero pilar del catolicismo en nuestro territorio nacional desde la unificación de los reinos cristianos tras la conquista de Granada.
Y el quinto, un reemplezo poblacional desde África que tiene varios objetivos: cambiar nuestra antropología (ya lo tenemos en Canarias como principal puente de desembarco en una guerra que no es de fusiles ni de cañones), cambiar la base demográfica de las gentes que hemos sido herederos de nuestro legado histórico y cultural, cambiar la masa electoral para perpetuarse en el poder, y provocar así una hegemonía totalitaria que arrase todo lo anterior, para, en palabras de Sánchez, llegar a una “nueva normalidad”, por no decir un Nuevo Orden Mundial.
¿Han oído a ustedes comentar a algún político la declaración de guerra de unos hermanos, antiguos compatriotas hispanos, que están siendo masacrados en el Sáhara occidental, donde, antes de ser ocupado por Marruecos, habitaban y vivían? ¿Dónde queda el proceso de descolonización de la que España era tutor natural, conforme a los procesos aprobados por la ONU en su momento?
La oleada migratoria, descaradamente organizada y planificada, solamente la podemos interpretar si observamos cómo se permite sin ningún gesto que puedahacer imaginar alguna política de freno, con miles de magrebíes y subsaharianos, en las costas de las islas Cnarias, facilitando el efecto llamada mediante el alojo, a todo lujo, en hoteles de cuatro estrellas y una paga que para sí quisieran muchos desempleados españoles. El que no lo vea es que es ciego. Y esto, después de la extensión ilegal de las aguas territoriales de Marruecos, con todo desparpajo. Dejando a nuestros compatriotas canarios en total desprotección.
Con todos estos elementos se logrará repetir la terrible traición del rey Rodrigo en el 711, que dio entrada a las tropas musulmanas de Tariq en Guadalete, permitiendo que, durante ochocientos años, España dejara de ser cristiana y fuera ocupada por un imperio cuyo ser y esencia era imponer al resto de la humanidad su Estado teocrático, cosa que no hicimos los españoles allí donde llegamos, puesto que la misión evangelizadora de los hispanos llevaba como impronta no imponer, sino evangelizar, y trasladar una visión humanista civilizadora por el Nuevo Mundo. Todo el esfuerzo de nuestros antepasados tirado por la borda por una tropa de inanes indocumentados y contumaces traidores.
Malos tiempos para nuestros nietos. Por una parte, por la falta de consciencia de la realidad de los españoles respecto al problema que se nos avecina, Y por otra porque hay demasiado cobarde en una masa cuya única aspiración es el pan y el circo. Lo del pan ya se está acabando. El hedonismo esterilizador ha causado estragos.
La solución es bogar por la idea de Patricio Lons de reconfigurar el mundo hispano en un bloque de mutua defensa y cooperación.
Para eso, ya empezamos a ponernos en marcha un grupo de personas en España.
Estamos en un proceso de deconstrucción global de todo lo hispánico en todas las Españas. Ese proceso tiene como finalidad tomarnos como rehenes a los 414.207.581 de habitantes. Nada menos que eso.
¿Qué quién está tras ese diseño? Pues está claro que es ese poder profundo financiero internacional, unido a China. Seremos, si no lo impedimos, esclavos de ese mundialismo globalista representado por la Agenda 2030, el Foro de Davos, el Foro Sao Paulo y el Grupo Puebla. Ese conglomerado dirigido a su vez por entes no dimanantes del derecho de gentes, pero sí fácticos, como es el Club Bilderberg, es sumamente poderoso, Lo vemos actualmente, claramente, en la agresión a Trump y en la falsificación de las elecciones estadounidenses. No es cualquier cosa. Es un tinglado realmente imperial y todo el espacio hispanoamericano peligra, sobre todo lo que antaño fue su metrópoli, España. El objetivo es su destrucción. Y el enemigo no solamente está fuera. Fundamentalmente lo tenemos dentro, mediante verdaderos peones de personajes como Soros.
Los elementos de esa descomposición, hoy como ayer, son varios, con un poder de destrucción inigualable.
El primero, el arrasamiento de la economía para crear un esclavismo con lo que queda de mano de obra.
El segundo, cultural, modificando nuestra forma de ser y de sentir, que, no lo olvidemos, tiene como principal elemento configurador el cognitivo, que es la forma de interpretar la realidad, la pasada, la presente y la hipotética que se nos abre en una proyección demoledora.
El tercero, ligado al factor antropocéntrico en descomposición, la lengua común que es verdadera argamasa de la civilización hispánica en el mundo.
El cuarto, la religión, el verdadero pilar del catolicismo en nuestro territorio nacional desde la unificación de los reinos cristianos tras la conquista de Granada.
Y el quinto, un reemplezo poblacional desde África que tiene varios objetivos: cambiar nuestra antropología (ya lo tenemos en Canarias como principal puente de desembarco en una guerra que no es de fusiles ni de cañones), cambiar la base demográfica de las gentes que hemos sido herederos de nuestro legado histórico y cultural, cambiar la masa electoral para perpetuarse en el poder, y provocar así una hegemonía totalitaria que arrase todo lo anterior, para, en palabras de Sánchez, llegar a una “nueva normalidad”, por no decir un Nuevo Orden Mundial.
¿Han oído a ustedes comentar a algún político la declaración de guerra de unos hermanos, antiguos compatriotas hispanos, que están siendo masacrados en el Sáhara occidental, donde, antes de ser ocupado por Marruecos, habitaban y vivían? ¿Dónde queda el proceso de descolonización de la que España era tutor natural, conforme a los procesos aprobados por la ONU en su momento?
La oleada migratoria, descaradamente organizada y planificada, solamente la podemos interpretar si observamos cómo se permite sin ningún gesto que puedahacer imaginar alguna política de freno, con miles de magrebíes y subsaharianos, en las costas de las islas Cnarias, facilitando el efecto llamada mediante el alojo, a todo lujo, en hoteles de cuatro estrellas y una paga que para sí quisieran muchos desempleados españoles. El que no lo vea es que es ciego. Y esto, después de la extensión ilegal de las aguas territoriales de Marruecos, con todo desparpajo. Dejando a nuestros compatriotas canarios en total desprotección.
Con todos estos elementos se logrará repetir la terrible traición del rey Rodrigo en el 711, que dio entrada a las tropas musulmanas de Tariq en Guadalete, permitiendo que, durante ochocientos años, España dejara de ser cristiana y fuera ocupada por un imperio cuyo ser y esencia era imponer al resto de la humanidad su Estado teocrático, cosa que no hicimos los españoles allí donde llegamos, puesto que la misión evangelizadora de los hispanos llevaba como impronta no imponer, sino evangelizar, y trasladar una visión humanista civilizadora por el Nuevo Mundo. Todo el esfuerzo de nuestros antepasados tirado por la borda por una tropa de inanes indocumentados y contumaces traidores.
Malos tiempos para nuestros nietos. Por una parte, por la falta de consciencia de la realidad de los españoles respecto al problema que se nos avecina, Y por otra porque hay demasiado cobarde en una masa cuya única aspiración es el pan y el circo. Lo del pan ya se está acabando. El hedonismo esterilizador ha causado estragos.
La solución es bogar por la idea de Patricio Lons de reconfigurar el mundo hispano en un bloque de mutua defensa y cooperación.
Para eso, ya empezamos a ponernos en marcha un grupo de personas en España.