En el discurso de aceptación de la candidatura por el Partido Demócrata, Joe Biden hizo una llamada a la reconciliación y unidad del país. Lo hizo después de llamarnos a los del Partido Republicano racistas, misóginos, nazis.... constantemente durante su campaña. No ha tenido el más mínimo problema insultándonos, este señor que se ha hecho multimillonario asistiendo a los corruptos negocios de su hijo con Ucrania y China. Tema que, por cierto, ha sido tapado de maravilla por los medios tradicionales. En este artículo con un vídeo, se puede ver cómo Biden comparó a Trump con el nazi Goebbels después de asegurar que había servido en el senado 180 años. ¡Ahí queda eso! Encima es claro que Biden tiene su mente muy deteriorada.

Pero no ha sido sólo Biden el que nos ha insultado, simplemente, por tener una opinión diferente. En este otro artículo se pueden ver 15 casos de ataques verbales, amenazas y asaltos a republicanos. Y no son todos ni mucho menos.

El congresista Adam Schiff (D) declaró hace poco que el Partido Republicano tiene una obligación constitucional de abandonar el "culto" a Trump. Nos dicen eso los que siempre se han dedicado al culto de la personalidad, olvidándose de los principios de la Constitución y de la moralidad.

David Atkins, recientemente elegido al Comité del Partido Demócrata de California, dijo después de la votación: "¿Cómo se desprograma a 75 millones que han votado por Trump? Necesitaremos unos campos de reeducación". Es obvio de qué ideología recibe su inspiración.

Nessel, el fiscal general de Michigan, ha ido un poco más lejos. Amenaza a aquellos republicanos que se oponen a la certificación de Joe Biden (aunque no haya finalizado el conteo ni los juicios) a ser criminalmente investigados e imputados.  

El actor de Hollywood, Kumail Nanjaiani aseguró que Trump iba a matar la mayor cantidad de personas posible antes de dejar la presidencia. Quizás se debería preocupar más por Pakistán, su tierra natal.

Chelsea Handler, otro personaje de Hollywood donde aparentan ser sumamente expertos en sociología y economía, dijo recientemente que "Si eres parte del sistema y participas en él sin intentar desmantelarlo, estás practicando racismo en una sociedad racista ya que es donde estás viviendo"

Los ataques no se limitan a insultos. MailChimp es un medio por el que se pueden lanzar miles de emails a la vez. Lo usé yo para mi negocio y es efectivo. Pero si eres una organización conservadora como el Tea Party de Virginia o la Asociación de Mujeres por América First, dichas cuentas pueden ser canceladas, como lo han sido. El razonamiento ha sido que participaban en "discurso de odio". No vamos a ampliar aquí la gran censura que los medios digitales activan para el discurso conservador. Más claro no podría ser.

También recientemente, en uno de sus discursos, Obama nos dijo que "el racismo es la característica que define la experiencia americana".  El pobre hombre, que nunca ha tenido que trabajar para nadie, excepto para George Soros, lo ha debido pasar mucho peor que yo, porque mi experiencia americana ha sido y es una maravilla. Así como la de todos los que me rodean. ¡Todos vienen y nadie se va!

Pero de todas, las declaraciones de Kamala Harris el 30 de abril 2020, son las más amenazantes: "Una vez que Trump se haya ido y volvamos a nuestro legítimo lugar en la Casa Blanca, quedáis avisados aquellos que habéis apoyado a Trump porque venimos a por vosotros. Ninguna piedra quedará sin darle la vuelta y os buscaremos en todas las esquinas.... Porque habéis sido vosotros los que nos habéis traicionado".

Como esta gentuza es la misma que no dice nada contra los disturbios de los BLM y Antifa, que arremete con la cultura de la cancelación y ha demostrado a través de la historia que es muy dada a la la violencia, las amenazas e insultos nos los tomamos muy en serio. Nos han llamado misóginos, homofóbicos, xenófobos y el mero hecho de ser blanco es racismo, por lo que no tengo duda de que es mejor luchar en contra que buscar ningún tipo de reconciliación. Especialmente considerando los programas administrativos que han prometido sobre la subida de impuestos y la ridícula lucha contra el cambio climático que llevarán la frágil economía a una recesión.