¿Dónde han dejado su dignidad los socialistas?
Ya sé que es algo muy viejo, como en la obra de Maquiavelo que aseguran usaba Napoleón. "El fin confirma los medios". A partir de ahí casi siempre se aplica al poder. La erótica del poder. El afán de mandar. Todo lo que analizaba Marañón en su obra dedicada al Conde Duque de Olivares.
Hoy, Cesar Antonio Molina, erudito coruñés que le hizo el favor a ZP de aceptar ser Ministro de Cultura, se despacha a gusto con un artículo titulado "Nosotros los exiliados". Donde marca fronteras entre los exiliados republicanos ante el avance de las tropas africanistas en el periodo 1936-1939, y ese exilio alabado por el todavía vicepresidente del Gobierno, de un tal Puigdemont. No pretendo ser oportunista. Simplemente, coincido desde el primer momento en las consideraciones del exministro, exdirector de la Biblioteca Nacional, magnífico escritor, poeta y con una larga trayectoria militando en la izquierda española.
Es complicado y supongo que inútil señalar el daño que puede estar haciendo Iglesias y su corte faraónica al socialismo español. Se trata de un personaje siniestro e iluminado. Al frente de un numeroso grupo que sólo ha aportado tres hechos. Apropiarse del espíritu romántico del 15-M. Lograr colocar su "harén" en los más altos pisos del poder. Mostrar la peor de las caras de la convivencia para un futuro Gobierno de coalición. Nunca se sabe cuál va ser su salida tras los acuerdos del Consejo de Ministros, saltándose progresivamente las normas de discreción y solidaridad del mismo. Claro que el problema ya ha dejado de ser que lo haga. El problema es que se lo consientan...
Iglesias ha traicionado la memoria del exilio. Ha querido manipular la historia. Nada tiene que ver la causa que hizo de Machado, Picasso, Castelao, Seoane, Alberti, Azaña, exiliados, con la causa del golpista Puigdemont, añadiendo la cobardía en dos tiempos: la declaración confusa y difusa en el Parlamento catalán. La huida apresurada e instalación a cuerpo de rey en Waterloo, dejando solos a su suerte a los miembros de su gobierno en la Generalidad.
Un sujeto de tal catadura y comportamiento no merece mezclarse con aquellos patriotas republicanos que ante la dictadura tuvieron que salvar sus vidas huyendo de una España por la que habían peleado con toda dignidad.
Iglesias ha demostrado ser un exhibicionista al que sólo le preocupa su propia ideología, en la que sólo hay ambiciones inconfesables, absoluta falta de lealtad y capacidad para "recuperar" a las dos Españas que se hicieron irreconciliables a partir de 1931.
Y una vez más: ¿dónde están los viejos socialistas?. ¿Qué les impide darle su merecido al felón?. ¿Cómo pueden tolerar que amén de no preocuparse por el espacio social, como esas terribles noticias que han dado las residencias de ancianos, se dedique a la conspiración continuada y al enfrentamiento acrescente entre los españoles?
El núcleo de la aportación de Iglesias, sus ministros y Podemos a la situación que vive España, lo identificamos con toda claridad los ciudadanos, mucho más los socialistas que sufren más de cerca a semejantes "compatriotas".
¿Cómo se puede formar parte del Gobierno de España y dedicarse por activa y pasiva a una campaña de acoso y derribo contra la Jefatura del Estado? Nadie les pide que renuncien a ser republicanos. Les exigimos que tengan respeto con los poderes del Estado, y sean los primeros en defender a tales poderes que son pilares de nuestra democracia y de nuestra Constitución. Las leyes, incluidas las que no nos gustan y queremos cambiar, debemos cumplirlas.
¿Cómo se puede ser responsable de la situación social de España y no tener la más mínima iniciativa en materia del problema socio-sanitario de la pandemia, muy en especial y en coordinación con las comunidades autónomas, referente a la situación inservible de las residencias para mayores?. Alguien tan "dinámico y parlanchín" como Iglesias, tendrá que haber liderado un debate multidisciplinar sobre el modelo de equipamientos y servicios socio-sanitarios para una población dependiente y envejecida a la vista de los acontecido en la primera oleada de esta enfermedad social que nos ocupa.
¿Cómo se puede formar parte de un Gobierno y pactar en ideología y formas con los actores políticos que tienen por objetivo mediato el desmembramiento del Estado español, caso de BILDU, ERC, CUP...? Le vendió a Sánchez los votos en las Cortes a cambio de un bloque que no dudará en tumbar al socialismo para recuperar su espacio publicitario, tras las debacles electorales que sufrió Podemos y la escapada de los disidentes con el "Sultán de Galapagar". Su primer objetivo no somos España y los españoles, es ser santo y seña de una nueva izquierda, revolucionaria, frentista y secesionista.
¿Cómo soportan los ministros del sector económico y social a los ministros/as de Podemos, que son el primer escollo que se encuentran para cada iniciativa acorde con la situación que se vive en España por la crisis integral de la pandemia?. ¿Qué aportan los de Podemos y dónde está la utilidad leal que se les debe exigir a miembros de un Gobierno?.
No tengo la menor duda. España sigue precisando reformas y regeneración. Pero los nuevos que acudieron para dar lecciones a los viejos, o han resultado fallidos o se han convertido en algo mucho peor y perverso que lo que como partitocracia había "infectado" a la democracia. Con una pregunta que nos hacemos muchos. ¿Cuánto de la conducta de Iglesias y sus bien pagados altos cargos en el Gobierno, son causa de la subida continuada para la extrema derecha?. Y es que a toda fuerza de un sentido extremo, se opone otra de sentido contrario.
Desconozco el control que ejercen los miembros del Gobierno sobre sus partido de procedencia. Puede que más de lo que debería ser. Pero un partido con tantos años en la sociedad, como es el PSOE, no puede consentir las continuas actividades desleales y anti Estado que promueve sin ningún pudor Podemos. Por favor, abran las puertas y que se vayan...
Ya sé que es algo muy viejo, como en la obra de Maquiavelo que aseguran usaba Napoleón. "El fin confirma los medios". A partir de ahí casi siempre se aplica al poder. La erótica del poder. El afán de mandar. Todo lo que analizaba Marañón en su obra dedicada al Conde Duque de Olivares.
Hoy, Cesar Antonio Molina, erudito coruñés que le hizo el favor a ZP de aceptar ser Ministro de Cultura, se despacha a gusto con un artículo titulado "Nosotros los exiliados". Donde marca fronteras entre los exiliados republicanos ante el avance de las tropas africanistas en el periodo 1936-1939, y ese exilio alabado por el todavía vicepresidente del Gobierno, de un tal Puigdemont. No pretendo ser oportunista. Simplemente, coincido desde el primer momento en las consideraciones del exministro, exdirector de la Biblioteca Nacional, magnífico escritor, poeta y con una larga trayectoria militando en la izquierda española.
Es complicado y supongo que inútil señalar el daño que puede estar haciendo Iglesias y su corte faraónica al socialismo español. Se trata de un personaje siniestro e iluminado. Al frente de un numeroso grupo que sólo ha aportado tres hechos. Apropiarse del espíritu romántico del 15-M. Lograr colocar su "harén" en los más altos pisos del poder. Mostrar la peor de las caras de la convivencia para un futuro Gobierno de coalición. Nunca se sabe cuál va ser su salida tras los acuerdos del Consejo de Ministros, saltándose progresivamente las normas de discreción y solidaridad del mismo. Claro que el problema ya ha dejado de ser que lo haga. El problema es que se lo consientan...
Iglesias ha traicionado la memoria del exilio. Ha querido manipular la historia. Nada tiene que ver la causa que hizo de Machado, Picasso, Castelao, Seoane, Alberti, Azaña, exiliados, con la causa del golpista Puigdemont, añadiendo la cobardía en dos tiempos: la declaración confusa y difusa en el Parlamento catalán. La huida apresurada e instalación a cuerpo de rey en Waterloo, dejando solos a su suerte a los miembros de su gobierno en la Generalidad.
Un sujeto de tal catadura y comportamiento no merece mezclarse con aquellos patriotas republicanos que ante la dictadura tuvieron que salvar sus vidas huyendo de una España por la que habían peleado con toda dignidad.
Iglesias ha demostrado ser un exhibicionista al que sólo le preocupa su propia ideología, en la que sólo hay ambiciones inconfesables, absoluta falta de lealtad y capacidad para "recuperar" a las dos Españas que se hicieron irreconciliables a partir de 1931.
Y una vez más: ¿dónde están los viejos socialistas?. ¿Qué les impide darle su merecido al felón?. ¿Cómo pueden tolerar que amén de no preocuparse por el espacio social, como esas terribles noticias que han dado las residencias de ancianos, se dedique a la conspiración continuada y al enfrentamiento acrescente entre los españoles?
El núcleo de la aportación de Iglesias, sus ministros y Podemos a la situación que vive España, lo identificamos con toda claridad los ciudadanos, mucho más los socialistas que sufren más de cerca a semejantes "compatriotas".
¿Cómo se puede formar parte del Gobierno de España y dedicarse por activa y pasiva a una campaña de acoso y derribo contra la Jefatura del Estado? Nadie les pide que renuncien a ser republicanos. Les exigimos que tengan respeto con los poderes del Estado, y sean los primeros en defender a tales poderes que son pilares de nuestra democracia y de nuestra Constitución. Las leyes, incluidas las que no nos gustan y queremos cambiar, debemos cumplirlas.
¿Cómo se puede ser responsable de la situación social de España y no tener la más mínima iniciativa en materia del problema socio-sanitario de la pandemia, muy en especial y en coordinación con las comunidades autónomas, referente a la situación inservible de las residencias para mayores?. Alguien tan "dinámico y parlanchín" como Iglesias, tendrá que haber liderado un debate multidisciplinar sobre el modelo de equipamientos y servicios socio-sanitarios para una población dependiente y envejecida a la vista de los acontecido en la primera oleada de esta enfermedad social que nos ocupa.
¿Cómo se puede formar parte de un Gobierno y pactar en ideología y formas con los actores políticos que tienen por objetivo mediato el desmembramiento del Estado español, caso de BILDU, ERC, CUP...? Le vendió a Sánchez los votos en las Cortes a cambio de un bloque que no dudará en tumbar al socialismo para recuperar su espacio publicitario, tras las debacles electorales que sufrió Podemos y la escapada de los disidentes con el "Sultán de Galapagar". Su primer objetivo no somos España y los españoles, es ser santo y seña de una nueva izquierda, revolucionaria, frentista y secesionista.
¿Cómo soportan los ministros del sector económico y social a los ministros/as de Podemos, que son el primer escollo que se encuentran para cada iniciativa acorde con la situación que se vive en España por la crisis integral de la pandemia?. ¿Qué aportan los de Podemos y dónde está la utilidad leal que se les debe exigir a miembros de un Gobierno?.
No tengo la menor duda. España sigue precisando reformas y regeneración. Pero los nuevos que acudieron para dar lecciones a los viejos, o han resultado fallidos o se han convertido en algo mucho peor y perverso que lo que como partitocracia había "infectado" a la democracia. Con una pregunta que nos hacemos muchos. ¿Cuánto de la conducta de Iglesias y sus bien pagados altos cargos en el Gobierno, son causa de la subida continuada para la extrema derecha?. Y es que a toda fuerza de un sentido extremo, se opone otra de sentido contrario.
Desconozco el control que ejercen los miembros del Gobierno sobre sus partido de procedencia. Puede que más de lo que debería ser. Pero un partido con tantos años en la sociedad, como es el PSOE, no puede consentir las continuas actividades desleales y anti Estado que promueve sin ningún pudor Podemos. Por favor, abran las puertas y que se vayan...