Emocracia
Este palabro se podría definir como el sistema político en el que el dominio de los sentimientos y emociones prevalece al raciocinio en la toma de decisiones, así como en la difusión de noticias en televisión; nos están acostumbrando a apelar a nuestras emociones e instintos, digamos una especie de disección psíquica y espiritual, para anestesiarnos y así impedir que ante ciertos acontecimientos en concreto razonemos y extraigamos nuestras propias conclusiones y de esa manera constreñirnos para que admitamos como bueno el mensaje que tratan de inculcarnos.
Resulta de una claridad palmaria que una imagen o una ráfaga de ellas incluso sin ser acompañadas por una voz en <<off>> influyen en nuestro comportamiento sin que seamos conscientes de ello; esta forma de actuar va <<in crescendo>> de forma que poco a poco nos convertimos en autómatas, lo que nos sitúa en las antípodas de la racionalidad.
El debate, la duda, las inquietudes, son algo inherente y consustancial al ser humano y es por ello que debemos resistirnos a que nos estimulen y condicionen como si fuésemos los perros de Pavlov; mascarillas sí, anteojeras no.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Este palabro se podría definir como el sistema político en el que el dominio de los sentimientos y emociones prevalece al raciocinio en la toma de decisiones, así como en la difusión de noticias en televisión; nos están acostumbrando a apelar a nuestras emociones e instintos, digamos una especie de disección psíquica y espiritual, para anestesiarnos y así impedir que ante ciertos acontecimientos en concreto razonemos y extraigamos nuestras propias conclusiones y de esa manera constreñirnos para que admitamos como bueno el mensaje que tratan de inculcarnos.
Resulta de una claridad palmaria que una imagen o una ráfaga de ellas incluso sin ser acompañadas por una voz en <<off>> influyen en nuestro comportamiento sin que seamos conscientes de ello; esta forma de actuar va <<in crescendo>> de forma que poco a poco nos convertimos en autómatas, lo que nos sitúa en las antípodas de la racionalidad.
El debate, la duda, las inquietudes, son algo inherente y consustancial al ser humano y es por ello que debemos resistirnos a que nos estimulen y condicionen como si fuésemos los perros de Pavlov; mascarillas sí, anteojeras no.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria