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Pedro Chacón
Sábado, 06 de Marzo de 2021 Tiempo de lectura:

El de los premios Goya del cine español, un gran pintor… ¿vasco?

Es preciso quitarle al nacionalismo vasco el monopolio que ejerce sobre el eusquera, del que una de sus manifestaciones más evidentes es el monopolio que ejerce sobre los apellidos procedentes del eusquera, en el sentido de hacernos creer que el poseer apellidos eusquéricos es consustancial con ser nacionalista y, por tanto, con ser vasco. Esa creencia nos podría dar igual, en el sentido de que allá cada cual con lo que piensa, porque somos libres para pensar lo que queramos. Pero en este caso no nos puede dar igual porque nos afecta decisivamente en el sentido de que distorsiona nuestra vida en el País Vasco para los que vivimos aquí, queriéndonos hacer creer que por no poseer apellidos eusquéricos somos menos vascos que los que sí los tienen.

 

Los partidos nacionalistas que hay en el País Vasco y sobre todo el PNV –porque es el que más presencia institucional tiene y es además el que originó desde su fundador esta interpretación de los apellidos eusquéricos y es el que más la practica– traduce esta creencia en una sobresaturación de personas con apellidos vascos en puestos directivos, tanto de la política como de la Administración en general o de las empresas públicas que controla. El poseer apellido vasco confiere así a su poseedor un plus de valoración para acceder al mercado laboral donde el nacionalismo puede ejercer su influencia. Lo cual también contribuye a crear un ambiente social en el que el apellido eusquérico está más valorado, en detrimento de los que no los tienen.

 

Y esto se practica en una sociedad vasca donde desde el estudio de José Aranda Aznar (publicado originalmente en la revista Empiria, nº 1, 1998 y con una versión resumida en la revista Claves, así como en diversos artículos periodísticos) sabemos que las personas que en el País Vasco tienen los dos primeros apellidos eusquéricos son el 20% del total, luego un 30% tienen uno sí y otro no y el resto, más de un 50% (estoy dando cifras redondas) no tienen ninguno de los dos primeros apellidos eusquéricos. En aquel estudio también se decía que los portadores de apellidos eusquéricos eran más abundantes en el resto de España que en el propio País Vasco y Navarra.

 

Nosotros hemos hecho el estudio sobre los 11.000 apellidos vascos presentes en el Nomenclátor de apellidos vascos de Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua vasca), cruzándolos con los datos del Instituto Nacional de Estadística que presenta los portadores de apellidos en toda España por provincias, a partir del Padrón de 2019. Este estudio no se había hecho hasta ahora, con lo que nos faltaba la dimensión cuantitativa de esos apellidos que aparecen ahí.

 

Hay que decir que el Nomenclátor de Euskaltzaindia tiene una primera versión en 1998, publicada en forma de libro. La que ahora presenta Euskaltzaindia en su página web es una versión actualizada en 2005. En esta versión última se introducen una serie de apellidos que no aparecían en la primera y que, a mi modo de ver, plantean una serie de problemas importantes. En esta segunda versión aparecen apellidos como Álvarez, González, Fernández, Gómez, Ibáñez, López, Martínez, Márquez y muchos otros de este tipo tan característicamente español, a los que se acompaña de su versión en euskera. Por ejemplo, Álvarez sería en euskera Albarez o Albaritz. La verdad es que no entendemos qué ha podido pasar aquí o qué modo de entender el apellido vasco es este. Es lo mismo que considerar apellidos vascos por ejemplo Olivares, Campo, Camino, Duque o Escudero.

 

Pero volviendo al tema que ha originado esta entrada, el del apellido Goya. Empiezo por decir que nunca he entendido muy bien por qué los premios del cine español llevan el nombre de uno de los más grandes pintores de nuestra historia, junto con Velázquez y Picasso. Pero el caso es que ahí está. Lo que les vengo a comentar aquí, con el motivo de esos premios, es que, según parece, Goya era vasco, por origen paterno. De hecho, hay quien le ha dedicado una investigación al asunto, consultable en la red, donde se muestra que el tatarabuelo del pintor, Domingo de Goya y Echeandia, nacido en 1578, se trasladó desde su localidad natal de Zerain en Guipúzcoa, a la de Fuentes del Jiloca en Zaragoza, cerca de Calatayud, como cantero que era, para construir la torre de la iglesia del pueblo. Andando el tiempo, su biznieto, José de Goya, se casó en Zaragoza con Gracia Lucientes, natural de Fuendetodos y de ahí, ya es historia sabida, nació el gran genio de la pintura española.

 

Pero aquí lo que cuenta es saber que la historia de la cultura española cuenta con una personalidad de una altura inconmensurable de origen vasco y que el nacionalismo vasco ni se molesta en reclamarlo para sí, total, para qué, si son nombres universales asociados a lo español para siempre. Ahí está también el primer nobel español, José Echegaray Eizaguirre, o el gran poeta de nuestra edad de oro de las letras, Luis de Góngora y Argote. Nadie los identifica con lo vasco, y el que menos el PNV. Son personajes de la cultura española a pesar de llevar los apellidos eusquéricos. ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué los nacionalistas vascos se arrogan el monopolio de lo vasco, del eusquera y de los apellidos y luego, ante estos casos tan evidentes de vascos con apellidos eusquéricos, ni se molestan en reclamarlos? La clave está en que para el PNV el monopolio de lo vasco se ejerce de puertas para adentro, emitiendo unos mensajes constantes, alimentados por unas creencias solo destinadas a convencer a los de dentro, a esa mayoría procedente de la inmigración española del siglo XX que se siente inferiorizada porque no lleva apellidos eusquéricos y que piensa que en el País Vasco la mayoría los lleva, porque los llevan los que mandan. Pero como nosotros ya sabemos que hay más personas con apellidos eusquéricos fuera del País Vasco y Navarra, en el resto de España, que dentro, podemos afirmar que el monopolio del nacionalismo sobre lo vasco es ficticio, impostado, irreal. Pero esto parece que la mayoría de la gente, tanto del País Vasco y de Navarra como del resto de España, no lo sabe y donde menos lo sabe es en el propio País Vasco. Porque ahí están los resultados electorales para demostrarlo y el ascendente del nacionalismo sobre toda la sociedad.

 

El apellido Goya está en la lista de apellidos vascos de Euskaltzaindia. Su trasunto eusquérico es Goia. Significa lo alto, la parte de arriba. El apellido Goya lo portan en toda España unas dos mil personas de primero y otras tantas de segundo, según el Instituto Nacional de Estadística por el Padrón de 2019, de las cuales unas seiscientas viven en el País Vasco y Navarra y el resto, más del doble, unas mil cuatrocientas personas, tanto de primero como de segundo en números redondos, viven en el resto de España. Y luego tenemos el equivalente eusquérico de Goya, según Euskaltzaindia, que es Goia y que hoy, entre las personas más conocidas en el País Vasco que lo portan está el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia. Aquí también, contra lo que pudiéramos suponer en principio, de los más de doscientos portadores de Goia como primer apellido, pues resulta que la mayoría están también más fuera del País Vasco y Navarra que dentro.

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