No puedo explicarme como el Partido Socialista tolera y contempla las maniobras del submarino podemita que se ha propuesto torpedear el Régimen Constitucional de 1978.  Y digo el partido porque entiendo por tal algo muy superior en tamaño y fuerza al Gobierno de Sánchez. Aun admitiendo que son los mediocres las principales víctimas para la erótica del poder, una organización cargada de historia y servicios a España tiene fuerza y experiencia como para evitar algo tan perverso, cual es romper España para sobre sus ruinas instalar un régimen bolivariano.

Cierto es que en la derecha las aguas no son potables. Tiene razón Aznar al decir que entregó la unidad de tal espacio, pero también es verdad que la puso de forma autocrática en manos de personajes que apenas tendrán una línea en la historia de España. Mediocres, indecentes y frívolos. Pero al menos mantuvieron el respeto al texto de la Constitución y a la Jefatura del Estado. Y digo esto último porque conviene señalar que el hábito nunca hizo al monje. De tal manera que ser Presidente de una República no confiere virtudes o evita defectos que estén en el alma de la persona nominada para tal responsabilidad. Ahí está, sin ir más lejos, la conducta de Sarkozy y su consecuente procesamiento.

La escena en la que una apisonadora destruye armas de la banda terrorista ETA en el Colegio de Guardias Jóvenes, hijos del Cuerpo, en Valdemoro, trata de ser un mensaje. "Hemos acabado con ETA, su espíritu y su legado". A partir de aquí, cualquier partido político vasco sirve para constituir mayorías. Y es que al igual que con la pandemia, los números sólo son números, ni son personas, ni son ideas, ni son conductas. Los muertos al hoyo y los vivos al boyo del poder, cueste lo que cueste...

El cinismo se ha instalado en el poder. Pero el poder está como un queso de Gruyer, lleno de agujeros hechos por enemigos de la unidad de España, por tanto, de la Constitución y de la Monarquía como símbolo de la anterior.

¿Qué sucede en el socialismo español? ¿Nadie es capaz de liderar un proyecto que frene las claras intenciones de Podemos y sus socios en la tarea común de acabar con España?. Creo que, hasta el PNV, que no es sospechoso de haber defendido su pertenencia a España, tiene que estar muy preocupado con la que se avecina. Saben que, en Euskadi, podemitas y batasunos, los expulsarán para levantar una República vasca a estilo Albania.

En Cataluña ya no logro situarme. Aquellos catalanes que cultivaban el seny y eran tan civilizados que a veces caían en la decadencia, han desaparecido. Ahora Cataluña es lo que se ha visto en las calles de Barcelona. Energúmenos tratando de quemar vivo a un agente de la Guardia Urbana de la Ciudad Condal.

Nos ha tocado ser testigos de una pandemia mal gestionada y de un proceso que necesita destruir la convivencia. Y ambas cosas tienen nexos de unión. La primera nos está sumiendo en la pobreza y la desesperación. Tales semillas son precisas para levantar una planta carnívora en forma de República con Repúblicas y un régimen autoritario del que sabemos no se sale en muchos años y generaciones.  

España necesita un líder político surgido de la sociedad civil. Culto y decente. Que nos emocione y logre relanzar el orgullo hispano. El que sabemos existe, y que afloró con determinados acontecimientos deportivos. El que debe sostenerse en el conocimiento de la verdad histórica. El que sea capaz de rechazar la zafiedad de la subcultura televisiva o la alienación a través de las redes sociales.

El calendario y las circunstancias parece favorecer al "frente de resentidos". Ni siquiera son dignos de ocupar el espacio de aquel Frente Popular. Las declaraciones de un tal Villarejo constituyen una prueba no sólo contra presuntos indecentes, muestra las cloacas de una nación. Pero hay que ser realistas. Estas cloacas existen en todas las naciones. El problema es su uso como herramienta de chantaje. Por cierto. ¡Cuidado! No creo que se libre ningún estamento de la sociedad, ningún partido político, ninguno de los poderes democráticos. Con lo dicho no pretendo asustar ni promover silencios oportunos. Pero para los ingenuos que no se han dado cuenta de cómo la corrupción es algo que como los virus están conviviendo en la sociedad, les digo que un Estado fuerte, comprometido, patriota, no debe temer a la verdad que nos hace libres y seguros para evitar ser mandados por gentuza de cuello blanco o de coleta.  

No puedo dejar pasar el marasmo en torno al 8-M. ¡Ya está bien de hacer doctrina con el feminismo! Si eso es lo que justifica a una excajera al frente de un Ministerio, es que o somos clientes de tal supermercado o alguien perverso necesita de un personaje como la de Galapagar para construir un mundo dónde vuelva a ser Presidente alguien como Donald Trump.

Debería haber algún grupo de universitarios que de una vez por todas explicaran y definieran lo que es el feminismo y sus coordenadas. Y es que en mi profesión siempre hubo mayoría de mujeres-damas y ni me quejo, ni me extraña. La ciudadanía no tiene género. Otra cuestión diferente es la brutalidad contra las mujeres. Pero también lo es contra los ancianos o contra la infancia. Lo que no se puede permitir es la violencia, hay que combatirla en sus raíces históricas y causales. 

Y para tal, ni hace falta una ministra con su corte, ni unas manifestaciones el 8-M que pongan en peligro, por aglomeración y suma de cargas virales, el derecho a la vida y a la salud de los habitantes de este país. Una vez más, "la imaginación al poder". ¿No hay otras formas de llamar la atención y comprometer al pueblo en la causa de lucha contra ese machismo asesino?

España necesita reformas y regeneración en su clase dirigente, que no es sólo la política. Necesitamos romanticismo. Que los mejores ciudadanos/as den el paso y tomen el poder popular, ese que nos represente con serenidad. La crisis que sufrimos permite crecer a los enanos y como en la Edad Media, dejar las calles y poblaciones al albur de las ratas... que los vectores de la peste.