Plataformas
La incineradora de Zubieta es una realidad tras superar un feroz y pertinaz ataque por una tupida red de plataformas y sus ventrílocuos. Los vecinos de Buruntzaldea contemplábamos atónitos cómo los peores augurios se cernían sobre nosotros e íbamos a convertirnos en el "Chernobil" guipuzcoano o en la "Fukushima vasca" a tenor de tanto pájaro de mal agüero que daba la sensación disfrutaba anunciando el cataclismo. A día de hoy, el complejo industrial funciona a un buen rendimiento; la gente pasea y practica deporte por la zona, un centro escolar está ubicado muy cerca y la chiquillería ni se entera, el equipo realista entrena feliz en Zubieta XXI, los caballos galopan confiados en el hipódromo, el sector primario sigue con su labor y los habitantes de la comarca no hemos huído despavoridos. El miedo lo puede casi todo y trataron de inocularnos espanto, recelo y aprensión para movilizarnos y ser sus marionetas, todo muy SOSpechoso; afortunadamente no pudieron contar con la ayuda de la "pócima mágica", que antaño sí tuvo su efecto en otras infraestructuras con plataformas en su contra. Autocrítica y disculpas brillan por su ausencia.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
La incineradora de Zubieta es una realidad tras superar un feroz y pertinaz ataque por una tupida red de plataformas y sus ventrílocuos. Los vecinos de Buruntzaldea contemplábamos atónitos cómo los peores augurios se cernían sobre nosotros e íbamos a convertirnos en el "Chernobil" guipuzcoano o en la "Fukushima vasca" a tenor de tanto pájaro de mal agüero que daba la sensación disfrutaba anunciando el cataclismo. A día de hoy, el complejo industrial funciona a un buen rendimiento; la gente pasea y practica deporte por la zona, un centro escolar está ubicado muy cerca y la chiquillería ni se entera, el equipo realista entrena feliz en Zubieta XXI, los caballos galopan confiados en el hipódromo, el sector primario sigue con su labor y los habitantes de la comarca no hemos huído despavoridos. El miedo lo puede casi todo y trataron de inocularnos espanto, recelo y aprensión para movilizarnos y ser sus marionetas, todo muy SOSpechoso; afortunadamente no pudieron contar con la ayuda de la "pócima mágica", que antaño sí tuvo su efecto en otras infraestructuras con plataformas en su contra. Autocrítica y disculpas brillan por su ausencia.