Sr. Iglesias: Haga arqueo de sus ganancias
Sólo tengo dos cuestiones en común con el personaje. El nombre y ser alumno de la Complutense. Tengo que reconocer que fui objeto de sus hábiles trampas de tahúr. Le concedí la encarnación universitaria del espíritu 15-M. Llegó a emocionarme, no en vano soy siempre y seré, un romántico. Creía que al ser alumnos del mismo lugar, ambos defendíamos la utopía para cambiar el mundo desde nuestra propia iniciativa. Me equivoqué, el único mundo que su señoría cambió fue el suyo. Y es que no es lo mismo presumir por vivir en Vallecas -por cierto, yo dediqué tres años de mi vida a trabajar en el Pozo del Tío Raimundo con el Padre Llanos, dónde nos enseñaba a luchar contra la pobreza integral- que cambiarse a Galapagar a modo y manera tipo "Sultán". Para que me entiendan, pasó de ser habitante en pequeña iglesia, a canónigo de catedral.
Hoy es noticia que le han obligado a despedirse del Congreso de los Diputados. Lo hizo con ese tono propio de aquellos "educados" miembros de la Gestapo. Y recibió las muestras de cariño o de respeto que su señoría sembró. Pero no me sustraigo a reclamarle el arqueo de su labor social. Ya no el contenido de la vicepresidencia, que cargada con los viejos fantasmas de la España incivil, usó para tratar de dividir en nuevos bandos irreconciliables mediante una política de Estado donde el odio volviera a ser presa de las almas paisanas, o sus continuos tratos con lugares tan maravillosos para no ir ni a heredar como la Venezuela del pajarito.
Nada más presentarse como "salvapatrias" en Madrid, recibe una bofetada de mi colega médico la candidata de Más Madrid. Y para seguir con el guión, el máximo desprecio del profesor Gabilondo. ¡Qué torpes son!. ¿Verdad?. Han despreciado sus virtudes de hombre trabajador, abnegado, humilde y pacífico. Algo así como la inolvidable alcaldesa Carmena -no le llega usted a la altura de sus zapatos-. Además, no debía estar en su casa de Galapagar con la todavía Ministra de Igualdad (?), para aprender las tesis del feminismo que señalan a las mujeres como líderes en igualdad de condiciones y méritos que los machos alfas al menos para encabezar listas electorales. Me estoy imaginando la sonrisa burlona-galaico-compostelana de la profesora Carolina Bescansa, contestando en la calle del Franco, cerca de Fonseca, a las preguntas de colegas, con eso tan nuestro -gallegos- "ten que ser".
Fíjense en dos cuestiones. Las colas crecientes para los comedores sociales, en especial los que organizan los voluntarios de Caritas -donde yo empecé e tener conciencia social- y la ausencia de un debate monográfico en las Cortes, sobre la pobreza, y lo digo para que repase las actas del Parlamento Vasco en la segunda legislatura y vea como fui yo el peticionario, por mi creencia universitaria en la conexión entre cámaras legislativas y problemas socio sanitarios. Claro que usted estaba ocupado en ponerle la zancadilla a mi paisana la Ministra de Economía, o en hacerle la puñeta al ministro José Luís Escribá. Y es que tenía razón Pedro Sánchez. Usted ha sido una pesadilla. Y ahora una hoja que se ha levantado con el vendaval para emprender nuevas aventuras en su Madrid natal. Ya le digo que aquí al norte del norte, en Galicia, gracias a usted y los suyos -pelín tontos de donde la espalda pierde su honesto nombre- los cuadros de las Mareas han desaparecido del Parlamento gallego. Y es que los galaicos, a la chita callando, nunca confundimos los puerros con los espárragos.
Pero vayamos al contenido de sus funciones. ¿Exactamente, en qué ha consistido su labor en el espacio social?. ¿Ha valorado el cumplimiento del derecho positivo, durante la pandemia, en el Estado de las autonomías?. ¿Cómo han respondido los equipamientos y servicios residenciales para mayores durante la enfermedad social que ha desencadenado el virus?. ¿Ha hecho un estudio de las muertes en las residencias para los mayores?. Tengo la impresión que a los contribuyentes hasta se les ha olvidado que usted tenía alguna responsabilidad en tal espacio. No sólo no ha estado a lo que tenía asignado, es que ha logrado ser insolvente por su conducta absolutamente ajena a sus deberes funcionales en el reparto de carteras. Su estatus ha estado bien remunerado y al mismo tiempo dedicado al control político del Gobierno, una especie de comisariado en lo que usted siempre reclama como letra del pacto firmado. De ahí que no le conozcamos y reconozcamos otras actividades que trasladar a los medios de comunicación dicterios políticos, muchas veces más propios de un opositor que de un aliado. Puede que hasta esa realidad haya causado su escape hacia la candidatura para la lista de Podemos en las elecciones al parlamento regional de Madrid.
Cada día estamos más convencidos de la hartura que hubo en sus compañeros o coincidentes del Consejo de Ministro con sus bravatas. Hasta es posible que los asesores del presidente Sánchez se hubieran planteado a estilo Maquiavelo, lo de reina pero no gobierna, dándole una vicepresidencia y carteras ministeriales, sin apenas contenido práctico, cercando el espacio de sus correligionarios, y dejándoles tan sólo el derecho al pataleo.
Pero no puede quejarse. Nunca tanto ruido y tan pocas nueces costaron tanto dinero público a los españoles. Y una duda. ¿Qué ventajas se ha llevado ad personan por el simple hecho de haber disfrutado poder?. ¿Hay cesantía?. ¿Hay pensión de jubilación especial por cargo gubernamental?. ¿Y si no logra entrar en el Gobierno para Madrid, desplazará a su hoy compañero Echenique?. ¿Se dejará el otro Pablo?. ¿Qué explicación dará, con la Constitución en la mano, a esos que usted suele llamar compatriotas?
Y por fin, algo que llevo clavado. En su discurso comunicando la decisión de concurrir a las elecciones para Madrid, llamó de forma contundente e inequívoca criminales a los ciudadanos votantes de la derecha española. Me recordó lo que solían hacer los etarras y sus socios batasunos con los españoles que no jurábamos lealtad a la Construcción nacional de su "Euskalherría". Para después dar cuentas a sus ejecutores en comandos, para eliminar toda disidencia en régimen de terror. Y es que usted se lleva a partir un piñón, no sólo con las huestes de Maduro, también con las de un tal Otegui. Más allá de sus aspiraciones en materia de República de repúblicas, comparte motivos, oportunidades y objetivos, de las acciones para imponer credos.
Sr. Iglesias, ¡váyase y no vuelva...!
Sólo tengo dos cuestiones en común con el personaje. El nombre y ser alumno de la Complutense. Tengo que reconocer que fui objeto de sus hábiles trampas de tahúr. Le concedí la encarnación universitaria del espíritu 15-M. Llegó a emocionarme, no en vano soy siempre y seré, un romántico. Creía que al ser alumnos del mismo lugar, ambos defendíamos la utopía para cambiar el mundo desde nuestra propia iniciativa. Me equivoqué, el único mundo que su señoría cambió fue el suyo. Y es que no es lo mismo presumir por vivir en Vallecas -por cierto, yo dediqué tres años de mi vida a trabajar en el Pozo del Tío Raimundo con el Padre Llanos, dónde nos enseñaba a luchar contra la pobreza integral- que cambiarse a Galapagar a modo y manera tipo "Sultán". Para que me entiendan, pasó de ser habitante en pequeña iglesia, a canónigo de catedral.
Hoy es noticia que le han obligado a despedirse del Congreso de los Diputados. Lo hizo con ese tono propio de aquellos "educados" miembros de la Gestapo. Y recibió las muestras de cariño o de respeto que su señoría sembró. Pero no me sustraigo a reclamarle el arqueo de su labor social. Ya no el contenido de la vicepresidencia, que cargada con los viejos fantasmas de la España incivil, usó para tratar de dividir en nuevos bandos irreconciliables mediante una política de Estado donde el odio volviera a ser presa de las almas paisanas, o sus continuos tratos con lugares tan maravillosos para no ir ni a heredar como la Venezuela del pajarito.
Nada más presentarse como "salvapatrias" en Madrid, recibe una bofetada de mi colega médico la candidata de Más Madrid. Y para seguir con el guión, el máximo desprecio del profesor Gabilondo. ¡Qué torpes son!. ¿Verdad?. Han despreciado sus virtudes de hombre trabajador, abnegado, humilde y pacífico. Algo así como la inolvidable alcaldesa Carmena -no le llega usted a la altura de sus zapatos-. Además, no debía estar en su casa de Galapagar con la todavía Ministra de Igualdad (?), para aprender las tesis del feminismo que señalan a las mujeres como líderes en igualdad de condiciones y méritos que los machos alfas al menos para encabezar listas electorales. Me estoy imaginando la sonrisa burlona-galaico-compostelana de la profesora Carolina Bescansa, contestando en la calle del Franco, cerca de Fonseca, a las preguntas de colegas, con eso tan nuestro -gallegos- "ten que ser".
Fíjense en dos cuestiones. Las colas crecientes para los comedores sociales, en especial los que organizan los voluntarios de Caritas -donde yo empecé e tener conciencia social- y la ausencia de un debate monográfico en las Cortes, sobre la pobreza, y lo digo para que repase las actas del Parlamento Vasco en la segunda legislatura y vea como fui yo el peticionario, por mi creencia universitaria en la conexión entre cámaras legislativas y problemas socio sanitarios. Claro que usted estaba ocupado en ponerle la zancadilla a mi paisana la Ministra de Economía, o en hacerle la puñeta al ministro José Luís Escribá. Y es que tenía razón Pedro Sánchez. Usted ha sido una pesadilla. Y ahora una hoja que se ha levantado con el vendaval para emprender nuevas aventuras en su Madrid natal. Ya le digo que aquí al norte del norte, en Galicia, gracias a usted y los suyos -pelín tontos de donde la espalda pierde su honesto nombre- los cuadros de las Mareas han desaparecido del Parlamento gallego. Y es que los galaicos, a la chita callando, nunca confundimos los puerros con los espárragos.
Pero vayamos al contenido de sus funciones. ¿Exactamente, en qué ha consistido su labor en el espacio social?. ¿Ha valorado el cumplimiento del derecho positivo, durante la pandemia, en el Estado de las autonomías?. ¿Cómo han respondido los equipamientos y servicios residenciales para mayores durante la enfermedad social que ha desencadenado el virus?. ¿Ha hecho un estudio de las muertes en las residencias para los mayores?. Tengo la impresión que a los contribuyentes hasta se les ha olvidado que usted tenía alguna responsabilidad en tal espacio. No sólo no ha estado a lo que tenía asignado, es que ha logrado ser insolvente por su conducta absolutamente ajena a sus deberes funcionales en el reparto de carteras. Su estatus ha estado bien remunerado y al mismo tiempo dedicado al control político del Gobierno, una especie de comisariado en lo que usted siempre reclama como letra del pacto firmado. De ahí que no le conozcamos y reconozcamos otras actividades que trasladar a los medios de comunicación dicterios políticos, muchas veces más propios de un opositor que de un aliado. Puede que hasta esa realidad haya causado su escape hacia la candidatura para la lista de Podemos en las elecciones al parlamento regional de Madrid.
Cada día estamos más convencidos de la hartura que hubo en sus compañeros o coincidentes del Consejo de Ministro con sus bravatas. Hasta es posible que los asesores del presidente Sánchez se hubieran planteado a estilo Maquiavelo, lo de reina pero no gobierna, dándole una vicepresidencia y carteras ministeriales, sin apenas contenido práctico, cercando el espacio de sus correligionarios, y dejándoles tan sólo el derecho al pataleo.
Pero no puede quejarse. Nunca tanto ruido y tan pocas nueces costaron tanto dinero público a los españoles. Y una duda. ¿Qué ventajas se ha llevado ad personan por el simple hecho de haber disfrutado poder?. ¿Hay cesantía?. ¿Hay pensión de jubilación especial por cargo gubernamental?. ¿Y si no logra entrar en el Gobierno para Madrid, desplazará a su hoy compañero Echenique?. ¿Se dejará el otro Pablo?. ¿Qué explicación dará, con la Constitución en la mano, a esos que usted suele llamar compatriotas?
Y por fin, algo que llevo clavado. En su discurso comunicando la decisión de concurrir a las elecciones para Madrid, llamó de forma contundente e inequívoca criminales a los ciudadanos votantes de la derecha española. Me recordó lo que solían hacer los etarras y sus socios batasunos con los españoles que no jurábamos lealtad a la Construcción nacional de su "Euskalherría". Para después dar cuentas a sus ejecutores en comandos, para eliminar toda disidencia en régimen de terror. Y es que usted se lleva a partir un piñón, no sólo con las huestes de Maduro, también con las de un tal Otegui. Más allá de sus aspiraciones en materia de República de repúblicas, comparte motivos, oportunidades y objetivos, de las acciones para imponer credos.
Sr. Iglesias, ¡váyase y no vuelva...!