La noche del pasado jueves una escuela infantil de la ciudad francesa de Lille fue incendiada premeditadamente en un ataque que destruyó casi la mitad del centro educativo. Además, a su llegada al lugar, los bomberos fueron atacados con cohetes pirotécnicos, requiriendo el envío de refuerzos de la Policía Nacional y de la Policía Municipal para asegurar el lugar.

"Fuimos atacados directamente. Nos siguieron hasta que estacionamos nuestros vehículos", ha explicado al canal televisivo BFM Elise Valembois, miembro del equipo de bomberos que sufrió los daños. El presidente del Servicio Departamental de Bomberos y Rescate (SDIS) del Norte acudió por la tarde para agradecer el trabajo de los bomberos y condenar la violencia. "Desafortunadamente, una vez más, estamos en un nuevo nivel de violencia que es inaceptable. Es absolutamente inaceptable atacar a los bomberos que están allí para ayudar", dijo Jacques Houssin.

La alcaldesa socialista de la ciudad, Martine Aubry, también condenó enérgicamente los hechos a través de Twitter: "Incendio esta noche en una escuela de Lille. Condeno enérgicamente este acto que ataca un lugar tan esencial. Los niños, el lugar de educación y emancipación, símbolo vivo de la República".