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Ernesto Ladrón de Guevara
Sábado, 24 de Abril de 2021 Tiempo de lectura:

Políticos convertidos en chamanes

Llevo varios lustros predicando en el desierto en este país desconstitucionalizado de la mano de los nuevos ingenieros sociales que configuran masas aborregadas prestas a servir a los caciques confederados en una unidad de dominio.

 

Llevo años diciendo que las lenguas pueden dejar de ser un patrimonio cultural para convertirse en armas letales para romper la unidad, la igualdad y la fraternidad entre españoles, para dividirnos y enfrentarnos en taifas feudales y arruinar nuestro futuro en esa nave colectiva que se llama España, tan difícilmente mantenida a flote tras el hundimiento de ese Imperio español generador de civilización que hoy denigran quienes no conocen nuestra historia común y quienes conociéndola prevarican pues conspiran para demolerla.

         

Llevo años denunciando la vulneración de los derechos del niño. Esos derechos no necesitan de legislaciones especiales, como la que promueve un Gobierno que aparenta mientras hace lo contrario de lo que predica. Bastaría con ser fieles a lo establecido en los convenios internacionales de los derechos del niño, cuyo contenido se resume en un sintagma compuesto por cuatro palabras: “Superior interés del niño”, que es, simplemente, eso;  respetar y subordinar todo, sobre todo las estrategias e intereses de partidos políticos y diseñadores de masas adocenadas, al “interés del niño” que tiene rango jurídico superior a todo lo demás.  No lo entienden o miran para otro lado de forma prevaricadora.

         

Llevo ríos de tinta escritos sobre la maldad intrínseca del adoctrinamiento educativo, la politización de la escuela,  la intromisión de ideologías que menoscaban la dignidad humana con sus manos sucias puestas sobre los niños, sobre los educandos, en las aulas. Y sigo predicando en el desierto diciendo que la política no debe entrar en el templo del saber, que un profesorado bien formado es el baluarte fundamental de la calidad educativa, y que debe respetarse la pedagogía desbrozando aquellos aditamentos que la perturban y la adulteran; y que son los padres los que detentan por naturaleza primigenia la capacidad y la atribución para definir los elementos axiológicos y las convicciones que forman parte del proyecto vital de las familias, siendo el Estado subsidiario, sin perjuicio de la función que tiene el Estado para definir los contenidos, no educativos sino instructivos, que han de prevalecer en la institución escolar. Pues nada… Esta bazofia política que nos adoctrina y atonta sigue erre que te erre, haciéndose prevalecer sobre los derechos de los ciudadanos y menoscabándolos.

 

Decía Gustave Le Bon a finales del XIX que “la progresiva restricción de todas las libertades en ciertos pueblos, pese a una licencia que les proporciona la ilusión de poseerlas, parece ser un resultado de su vejez, tanto como de un régimen cualquiera. Constituye uno de los síntomas precursores de aquella fase de decadencia a la que hasta ahora no ha podido escapar ninguna civilización.” “El segundo de los riesgos es la restricción forzosa de las libertades por las asambleas parlamentarias, menos visible en apariencia, es sin embargo muy real. Es el resultado de innumerables leyes, siempre restrictivas, cuyas consecuencias no advierten los parlamentos, con su espíritu simplista; leyes que se creen obligados a votar.”

         

Mi denuncia de hoy, no se crean que proviene de Cataluña, ya considerada lugar común de desatinos, ni Vascongadas o Galicia, cada cual en la carrera loca por imponer credos ideológicos o postulados de como hemos de vivir, hablar o pensar. Hoy me voy a Andalucía, gobernada por el Partido Popular, un partido que no tiene ideología propia, y se conforma con copiar la del estereotipo dominante.

 

Por consigna repartida a las editoriales del ramo de la instrucción pública escolar, los libros que se reparten a los niños en las escuelas han de tener el requisito de género. De esta guisa tenemos esta muestra del desatino más abrupto, de una editorial que podía ser otra cualquiera y por eso no la nombro. Se trata de un libro de segundo de la ESO, nivel educativo ya suficientemente maltratado por currículos trasversales que desvían la atención docente de los asuntos nucleares de la formación académica. Esta bazofia es viral en las redes y posiblemente ya haya llegado a sus manos, querido lector. Veamos algunas frases:

 

En 1942 se instó a todos los judíos y judías a convertirse al cristianismo o a abandonar el reino. Los nuevos cristianos y cristianas recibieron el nombre de conversos y conversas»

 

“Tras la conquista de Granada, se garantizó a los musulmanes y las musulmanas la práctica de su religión”

 

Para elaborar textos escolares como estos se ha prescrito la “utilización de un lenguaje inclusivo y no sexista que nombre y visibilice de forma equitativa a hombres y a mujeres, evitando la utilización del masculino genérico para incluir al hombre y a la mujer”. Es decir, que la Real Academia de la Lengua que ya ha dejado de ser “Real” para ser republicana, pinta menos que una berza en un patatal. Y callados que están, no sea que les cierren el chiringuito que se está convirtiendo en algo inservible pues esos políticos convertidos en ingenieros sociales lo invaden todo, hasta los recovecos más íntimos de nuestras vidas particulares.

 

Quiten sus manos de nuestros niños. Dejen de manipular la escuela. Dedíquense a practicar sus estupideces en sus sectas satánicas.

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