Ortega Lara
Este artículo tiene como motivo la inminente inauguración del Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria. El principal propósito de este Memorial va a ser difuminar el terrorismo de ETA, que es el único terrorismo que ha puesto en cuestión la Constitución de 1978, clave de bóveda de la convivencia civil y política en España. Al parecer, vamos a poder ver ahí una reproducción del zulo donde estuvo secuestrado José Antonio Ortega Lara. Después de ser liberado el 1 de julio de 1997 por la Guardia Civil del agujero donde lo tenían escondido, la banda terrorista, rabiosa por haber sido descubierta, no tuvo otra reacción que secuestrar el 10 de ese mes al concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, y matarlo el 13. Todavía vivimos con el recuerdo doloroso de aquella primera quincena de julio de 1997.
José Antonio Ortega Lara es un funcionario de prisiones ya jubilado que durante 532 días estuvo secuestrado por ETA, metido en un recinto sin luz natural de 2,48 metros de largo, por 1,80 de ancho y 2 de altura, sito en el sótano húmedo de un pabellón industrial de Mondragón, municipio guipuzcoano rebautizado como Arrasate en los tiempos actuales de régimen nacionalista que vivimos en el País Vasco. Ya hablaremos en otro momento de Mondragón y Arrasate como apellidos. José Antonio Ortega Lara no tiene apellidos eusquéricos, como nos ocurre a más de la mitad de quienes vivimos en el País Vasco. En cambio, sus secuestradores sí los tenían. Vayamos, pues, al análisis de esos apellidos, como corresponde a esta serie, y de lo que siempre surgen sorpresas.
Quienes dieron la orden de secuestrar a Ortega Lara fueron los dirigentes de ETA Julián Achurra Egurrola y José Luis Aguirre Lete. Del primero podemos decir que Achurra es un apellido con 148 portadores como primer apellido y 144 como segundo, que, según el padrón de 2019 (de donde saldrán todos los datos que daremos aquí) viven, por este orden, en Vizcaya, Cantabria y Guipúzcoa. En Álava y Navarra no hay Achurras (o por lo menos no hay más de cuatro, que sabemos que es el límite de portadores para los que el Instituto Nacional de Estadística (INE), por cuestiones de confidencialidad, no da ubicación). Quiere decirse que hay más Achurras en Cantabria que en Guipúzcoa, Álava y Navarra. En cambio, el apellido Atxurra, que es el eusquerizado de Achurra, tiene 142 portadores como primer apellido y 109 como segundo, estos ya sí todos en Vizcaya y Guipúzcoa por este orden. Con estos apellidos con pocos portadores es donde el nacionalismo ejerce su influencia, cambiándoles la grafía. No obstante, sigue habiendo más Achurras todavía que Atxurras, como pasa con la mayoría de apellidos vascos que se eusquerizan. En cuanto al apellido Egurrola, en España lo portan 351 personas como primero y 393 como segundo. La mayoría en Vizcaya, seguido de Guipúzcoa, Álava y Navarra. Pero también hay Egurrolas en Alicante, Asturias, Barcelona, Burgos, Cantabria y Madrid. Egurrola se escriben igual en eusquera que en castellano.
En cuanto a Javier Aguirre Lete, ya hemos visto el apellido Aguirre cuando hablamos del lendacari de ese nombre. Es un apellido con 20.000 portadores en números redondos de primer apellido y otros tantos de segundo, presente en todas las provincias españolas: por cada dos Aguirre que hay en País Vasco y Navarra hay tres en el resto de España. La provincia de toda España con más Aguirres es Madrid. En cambio, su forma eusquerizada Agirre representa solo el diez por ciento de los Aguirres y claro que está más presente, casi en exclusiva, en las provincias vascas y Navarra, aunque también hay Agirres en Barcelona. Por su parte Lete, tiene 733 y 776 portadores como primer y segundo apellido respectivamente en toda España. Es un apellido sobre todo guipuzcoano, pero hay 131 portadores de Lete como primer apellido y 129 como segundo que viven fuera de País Vasco y Navarra, concretamente en Asturias, Barcelona, Burgos, La Coruña, Madrid, Málaga, La Rioja, Valladolid y Zaragoza. A Lete le pasa como a Egurrola, que no cambia de eusquera a castellano o viceversa.
Los que mantuvieron a José Antonio Ortega Lara encerrado en el zulo, o sea, los secuestradores como tales, se llamaban: José Luis Erostegui Bidaguren, Javier Ugarte Villar, Josu Uribetxeberria Bolinaga y José Miguel Gaztelu Ochandorena.
El apellido Erostegui solo tiene 14 portadores de primer apellido y 17 de segundo. Solo hay Erosteguis en Vizcaya y Guipúzcoa. En cuanto a la forma Erostegi hay 11 y 9 portadores de primer y segundo apellido respectivamente, también solo en Vizcaya y Guipúzcoa. Bidaguren, en cambio, ronda los cien portadores, en números redondos, como primer apellido y otros tantos como segundo, sobre todo en Vizcaya y algo en Guipúzcoa. Son apellidos que no han salido nunca de territorio vasco, que representan una tipología muy típica, con muy pocos portadores y en una situación muy frágil de subsistencia.
Ugarte, en cambio, es un apellido vasco poderoso, con 5.000 portadores en números redondos como primer apellido y otros tantos como segundo. Está presente en cuarenta provincias españolas y también en Ceuta y Melilla. Un tercio de las personas apellidadas Ugarte vive fuera del País Vasco y Navarra. Villar, por su parte, aunque está presente en el Nomenclátor de Euskaltzaindia, no es un apellido eusquérico, como salta a la vista. Por mucho que personajes conocidos como el exjugador de fútbol del Athletic y expresidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, se apellidara así. Villar está presente en todas las provincias españolas, así como en Ceuta y Melilla. Hay en toda España 33.000 personas en números redondos, que llevan este apellido como primero y otras tantas como segundo. Donde más Villar hay es en Madrid, La Coruña, Pontevedra, Barcelona, Valencia, Jaén, Asturias y Sevilla por este orden. En las provincias vascas y Navarra hay pocos más de 2.000 apellidados Villar como primero y otros tantos como segundo. Solo en Pontevedra, por ejemplo, hay 2.800.
El apellido Uribetxeberria es compuesto. Si tomamos sus integrantes, Uribe y la forma clásica Echeverría, tenemos que Uribes hay 4.351 portadores con el primer apellido y 4.417 con el segundo. Echeverrías habría el doble. Uribes hay más en el resto de España que en el País Vasco y Navarra. De los Echeverría, un tercio también están en otras partes de España. Si fuera con la forma Echevarría, entonces sí hay más fuera que dentro, como Uribe. Echeverría puede aparecer como Etxeberria y Echeberria; puede cambiar la tercera “e” por “a”, Echevarria, Echebarria, Etxebarria; desaparecer la “a” final, Echevarri, Etxebarri; cambiar la segunda “e” por “a”, Echávarri, y también perder la “e” inicial: Chávarri. El compuesto Uribetxeberria como tal no aparece en Euskaltzaindia, esto es lo curioso, lo cual vuelve a corroborar la escasa calidad de ese listado. El INE nos da 19 portadores de Uribetxeberria de primer apellido y 13 de segundo, casi todos en Guipuzcoa. El Nomenclátor nos da un montón de combinaciones posibles de Uribe y Echeverria en todas sus formas, menos en esa, ya que en todos los casos que da se mantiene la “e” final de Uribe y la “e” inicial de Etxeberria, juntándolos o dejando espacio en medio o poniendo un guión. Las combinaciones con más portadores son Uribe-Echevarría y Uribe-Etxebarria. Ambos casos rondan los 100 portadores en números redondos de primer apellido y otros tantos de segundo. Y al tratarse de tan pocos portadores, como vimos antes, la mayoría están dentro de País Vasco y Navarra, aunque a veces aparecen también fuera. Por ejemplo, un tercio de los Uribe-Echevarría viven en Albacete, La Rioja, Córdoba y Barcelona.
Bolinaga es un apellido con 336 portadores como primero y 421 como segundo. Algo menos de la mitad son guipuzcoanos. También está en Vizcaya y Álava y muy pocos en Navarra. Pero Bolinagas también hay en Badajoz, Barcelona, Burgos, Cantabria, Castellón, Madrid, Málaga, La Rioja, Sevilla y Toledo.
Gaztelu es un apellido con 423 portadores de primero y 416 de segundo. Donde más está es en Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra por este orden. En Álava hay muy pocos. Pero a pesar de ser Castillo en eusquera, un tercio de sus portadores están fuera de País Vasco y Navarra. Para que nos hagamos una idea, en Cádiz por ejemplo hay cinco veces más Gaztelus que en Álava. También hay Gaztelus en Asturias, Barcelona, Madrid, La Rioja, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla y Zaragoza. Euskaltzaindia dice que Gaztelu es la forma eusquerizada de Gastelu. Pero este Gastelu tiene muy pocos portadores, 66 de primero y 82 de segundo, donde más en Vizcaya, pero también en Madrid, Barcelona y algunos en Navarra. Por eso pienso que es más bien una variante de Gaztelu, no la forma castellana, porque Gaztelu hemos visto que es usual fuera de País Vasco y Navarra. El Nomenclátor comete ese mismo error con otros apellidos, por no tener en cuenta la presencia por provincias de los mismos.
Y el último de los apellidos de los secuestradores de Ortega Lara es Ochandorena. Tiene pocos portadores, 212 de primer apellido y 297 de segundo. La mitad están en Navarra, parte también en Guipúzcoa, muy pocos en Vizcaya y nada en Álava. Está en cambio presente en Barcelona y Madrid. En la forma Otxandorena aparece, como era de esperar, solo en Navarra y Guipúzcoa, y aquí se nota el más intenso nacionalismo vasco de Guipúzcoa, donde a pesar de tener solo un tercio de portadores en la forma castellana, respecto de Navarra, en la forma eusquérica se igualan prácticamente ambas provincias.
Para hacernos una idea de las proporciones que tienen los apellidos eusquéricos de los secuestradores de Ortega Lara, respecto de los apellidos del fundador de Vox, que son castellanos de pura cepa, el Ortega cuenta con 117.000 portadores de primer apellido y otros tantos de segundo, en números redondos. Y el Lara tiene 41.930 portadores de primero y 41538 de segundo. El apellido Lara, sin tener que recurrir al Ortega, tiene muchos más portadores, él solo, que todos los demás apellidos eusquéricos que hemos visto aquí, juntos. Será casualidad, no digo que no, pero este resultado va en el mismo sentido del que obtuvimos al comparar, entre Ortega Lara y sus secuestradores, no el número de portadores de sus apellidos respectivos sino conceptos como dignidad, hombría de bien y similares.
Este artículo tiene como motivo la inminente inauguración del Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria. El principal propósito de este Memorial va a ser difuminar el terrorismo de ETA, que es el único terrorismo que ha puesto en cuestión la Constitución de 1978, clave de bóveda de la convivencia civil y política en España. Al parecer, vamos a poder ver ahí una reproducción del zulo donde estuvo secuestrado José Antonio Ortega Lara. Después de ser liberado el 1 de julio de 1997 por la Guardia Civil del agujero donde lo tenían escondido, la banda terrorista, rabiosa por haber sido descubierta, no tuvo otra reacción que secuestrar el 10 de ese mes al concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, y matarlo el 13. Todavía vivimos con el recuerdo doloroso de aquella primera quincena de julio de 1997.
José Antonio Ortega Lara es un funcionario de prisiones ya jubilado que durante 532 días estuvo secuestrado por ETA, metido en un recinto sin luz natural de 2,48 metros de largo, por 1,80 de ancho y 2 de altura, sito en el sótano húmedo de un pabellón industrial de Mondragón, municipio guipuzcoano rebautizado como Arrasate en los tiempos actuales de régimen nacionalista que vivimos en el País Vasco. Ya hablaremos en otro momento de Mondragón y Arrasate como apellidos. José Antonio Ortega Lara no tiene apellidos eusquéricos, como nos ocurre a más de la mitad de quienes vivimos en el País Vasco. En cambio, sus secuestradores sí los tenían. Vayamos, pues, al análisis de esos apellidos, como corresponde a esta serie, y de lo que siempre surgen sorpresas.
Quienes dieron la orden de secuestrar a Ortega Lara fueron los dirigentes de ETA Julián Achurra Egurrola y José Luis Aguirre Lete. Del primero podemos decir que Achurra es un apellido con 148 portadores como primer apellido y 144 como segundo, que, según el padrón de 2019 (de donde saldrán todos los datos que daremos aquí) viven, por este orden, en Vizcaya, Cantabria y Guipúzcoa. En Álava y Navarra no hay Achurras (o por lo menos no hay más de cuatro, que sabemos que es el límite de portadores para los que el Instituto Nacional de Estadística (INE), por cuestiones de confidencialidad, no da ubicación). Quiere decirse que hay más Achurras en Cantabria que en Guipúzcoa, Álava y Navarra. En cambio, el apellido Atxurra, que es el eusquerizado de Achurra, tiene 142 portadores como primer apellido y 109 como segundo, estos ya sí todos en Vizcaya y Guipúzcoa por este orden. Con estos apellidos con pocos portadores es donde el nacionalismo ejerce su influencia, cambiándoles la grafía. No obstante, sigue habiendo más Achurras todavía que Atxurras, como pasa con la mayoría de apellidos vascos que se eusquerizan. En cuanto al apellido Egurrola, en España lo portan 351 personas como primero y 393 como segundo. La mayoría en Vizcaya, seguido de Guipúzcoa, Álava y Navarra. Pero también hay Egurrolas en Alicante, Asturias, Barcelona, Burgos, Cantabria y Madrid. Egurrola se escriben igual en eusquera que en castellano.
En cuanto a Javier Aguirre Lete, ya hemos visto el apellido Aguirre cuando hablamos del lendacari de ese nombre. Es un apellido con 20.000 portadores en números redondos de primer apellido y otros tantos de segundo, presente en todas las provincias españolas: por cada dos Aguirre que hay en País Vasco y Navarra hay tres en el resto de España. La provincia de toda España con más Aguirres es Madrid. En cambio, su forma eusquerizada Agirre representa solo el diez por ciento de los Aguirres y claro que está más presente, casi en exclusiva, en las provincias vascas y Navarra, aunque también hay Agirres en Barcelona. Por su parte Lete, tiene 733 y 776 portadores como primer y segundo apellido respectivamente en toda España. Es un apellido sobre todo guipuzcoano, pero hay 131 portadores de Lete como primer apellido y 129 como segundo que viven fuera de País Vasco y Navarra, concretamente en Asturias, Barcelona, Burgos, La Coruña, Madrid, Málaga, La Rioja, Valladolid y Zaragoza. A Lete le pasa como a Egurrola, que no cambia de eusquera a castellano o viceversa.
Los que mantuvieron a José Antonio Ortega Lara encerrado en el zulo, o sea, los secuestradores como tales, se llamaban: José Luis Erostegui Bidaguren, Javier Ugarte Villar, Josu Uribetxeberria Bolinaga y José Miguel Gaztelu Ochandorena.
El apellido Erostegui solo tiene 14 portadores de primer apellido y 17 de segundo. Solo hay Erosteguis en Vizcaya y Guipúzcoa. En cuanto a la forma Erostegi hay 11 y 9 portadores de primer y segundo apellido respectivamente, también solo en Vizcaya y Guipúzcoa. Bidaguren, en cambio, ronda los cien portadores, en números redondos, como primer apellido y otros tantos como segundo, sobre todo en Vizcaya y algo en Guipúzcoa. Son apellidos que no han salido nunca de territorio vasco, que representan una tipología muy típica, con muy pocos portadores y en una situación muy frágil de subsistencia.
Ugarte, en cambio, es un apellido vasco poderoso, con 5.000 portadores en números redondos como primer apellido y otros tantos como segundo. Está presente en cuarenta provincias españolas y también en Ceuta y Melilla. Un tercio de las personas apellidadas Ugarte vive fuera del País Vasco y Navarra. Villar, por su parte, aunque está presente en el Nomenclátor de Euskaltzaindia, no es un apellido eusquérico, como salta a la vista. Por mucho que personajes conocidos como el exjugador de fútbol del Athletic y expresidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, se apellidara así. Villar está presente en todas las provincias españolas, así como en Ceuta y Melilla. Hay en toda España 33.000 personas en números redondos, que llevan este apellido como primero y otras tantas como segundo. Donde más Villar hay es en Madrid, La Coruña, Pontevedra, Barcelona, Valencia, Jaén, Asturias y Sevilla por este orden. En las provincias vascas y Navarra hay pocos más de 2.000 apellidados Villar como primero y otros tantos como segundo. Solo en Pontevedra, por ejemplo, hay 2.800.
El apellido Uribetxeberria es compuesto. Si tomamos sus integrantes, Uribe y la forma clásica Echeverría, tenemos que Uribes hay 4.351 portadores con el primer apellido y 4.417 con el segundo. Echeverrías habría el doble. Uribes hay más en el resto de España que en el País Vasco y Navarra. De los Echeverría, un tercio también están en otras partes de España. Si fuera con la forma Echevarría, entonces sí hay más fuera que dentro, como Uribe. Echeverría puede aparecer como Etxeberria y Echeberria; puede cambiar la tercera “e” por “a”, Echevarria, Echebarria, Etxebarria; desaparecer la “a” final, Echevarri, Etxebarri; cambiar la segunda “e” por “a”, Echávarri, y también perder la “e” inicial: Chávarri. El compuesto Uribetxeberria como tal no aparece en Euskaltzaindia, esto es lo curioso, lo cual vuelve a corroborar la escasa calidad de ese listado. El INE nos da 19 portadores de Uribetxeberria de primer apellido y 13 de segundo, casi todos en Guipuzcoa. El Nomenclátor nos da un montón de combinaciones posibles de Uribe y Echeverria en todas sus formas, menos en esa, ya que en todos los casos que da se mantiene la “e” final de Uribe y la “e” inicial de Etxeberria, juntándolos o dejando espacio en medio o poniendo un guión. Las combinaciones con más portadores son Uribe-Echevarría y Uribe-Etxebarria. Ambos casos rondan los 100 portadores en números redondos de primer apellido y otros tantos de segundo. Y al tratarse de tan pocos portadores, como vimos antes, la mayoría están dentro de País Vasco y Navarra, aunque a veces aparecen también fuera. Por ejemplo, un tercio de los Uribe-Echevarría viven en Albacete, La Rioja, Córdoba y Barcelona.
Bolinaga es un apellido con 336 portadores como primero y 421 como segundo. Algo menos de la mitad son guipuzcoanos. También está en Vizcaya y Álava y muy pocos en Navarra. Pero Bolinagas también hay en Badajoz, Barcelona, Burgos, Cantabria, Castellón, Madrid, Málaga, La Rioja, Sevilla y Toledo.
Gaztelu es un apellido con 423 portadores de primero y 416 de segundo. Donde más está es en Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra por este orden. En Álava hay muy pocos. Pero a pesar de ser Castillo en eusquera, un tercio de sus portadores están fuera de País Vasco y Navarra. Para que nos hagamos una idea, en Cádiz por ejemplo hay cinco veces más Gaztelus que en Álava. También hay Gaztelus en Asturias, Barcelona, Madrid, La Rioja, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla y Zaragoza. Euskaltzaindia dice que Gaztelu es la forma eusquerizada de Gastelu. Pero este Gastelu tiene muy pocos portadores, 66 de primero y 82 de segundo, donde más en Vizcaya, pero también en Madrid, Barcelona y algunos en Navarra. Por eso pienso que es más bien una variante de Gaztelu, no la forma castellana, porque Gaztelu hemos visto que es usual fuera de País Vasco y Navarra. El Nomenclátor comete ese mismo error con otros apellidos, por no tener en cuenta la presencia por provincias de los mismos.
Y el último de los apellidos de los secuestradores de Ortega Lara es Ochandorena. Tiene pocos portadores, 212 de primer apellido y 297 de segundo. La mitad están en Navarra, parte también en Guipúzcoa, muy pocos en Vizcaya y nada en Álava. Está en cambio presente en Barcelona y Madrid. En la forma Otxandorena aparece, como era de esperar, solo en Navarra y Guipúzcoa, y aquí se nota el más intenso nacionalismo vasco de Guipúzcoa, donde a pesar de tener solo un tercio de portadores en la forma castellana, respecto de Navarra, en la forma eusquérica se igualan prácticamente ambas provincias.
Para hacernos una idea de las proporciones que tienen los apellidos eusquéricos de los secuestradores de Ortega Lara, respecto de los apellidos del fundador de Vox, que son castellanos de pura cepa, el Ortega cuenta con 117.000 portadores de primer apellido y otros tantos de segundo, en números redondos. Y el Lara tiene 41.930 portadores de primero y 41538 de segundo. El apellido Lara, sin tener que recurrir al Ortega, tiene muchos más portadores, él solo, que todos los demás apellidos eusquéricos que hemos visto aquí, juntos. Será casualidad, no digo que no, pero este resultado va en el mismo sentido del que obtuvimos al comparar, entre Ortega Lara y sus secuestradores, no el número de portadores de sus apellidos respectivos sino conceptos como dignidad, hombría de bien y similares.