Dinamarca ha aprobado un proyecto de ley que permite enviar a los inmigrantes que solicitan asilo a un país fuera de Europa que actuará como subcontratista. El texto redactado por el Gobierno socialdemócrata y apoyado por la derecha política, fue adoptado por 70 votos a favor y 24 en contra, pero su aplicación solo será posible cuando un país acepte recibir un centro de acogida de los solicitantes de asilo. El texto establece que el solicitante de asilo permanezca en otro país, incluso si se le otorga el estatuto de refugiado.

De acuerdo al proyecto de ley, todo solicitante de asilo en Dinamarca, una vez registrado, será enviado a un centro de acogida fuera de la Unión Europea (UE). Si no obtiene el estatuto de refugiado, se le exigirá al inmigrante que abandone el país de acogida, donde será acogido previo pago de los gastos por parte de Dinamarca. La prensa danesa maneja países como Egipto, Eritrea o Etiopía como candidatos para acoger los centros de refugiados.

Tras implantar medidas muy restrictivas a la entrada de nuevos inmigrantes irregulares (como la limitación al 30% de los residentes "no occidentales" en algunos de los barrios más sensibles del país), las autoridades continúan su estrategia de disuasión. Solo 761 personas obtuvieron asilo en 2019 y 600 en 2020, ante más de 10.000 en 2015. Respecto a su población, Dinamarca recibe diez veces menos inmigrantes que sus vecinos alemanes o suecos.