De hombres y perros
Enciendo el televisor para ver el noticiario y un fortísimo puñetazo impacta mi mente; aparece el cuerpo sin vida de una de las niñas de Tenerife ahogada por su propio padre. Un profundo asco, una repugnancia sin límites, una náusea, invaden mi cuerpo al comprobar que se había cumplido la peor de las hipótesis. Una vez más, un padre o una madre matan a sus hijos para infligir a su cónyuge el daño más letal y convertirlo en víctima de la más cruel de las venganzas.
Las noticias se suceden e informan del <<descuartizador>> de Estepa y a continuación veo que en Turquía, un perro, el más fiel amigo del hombre, ha seguido por toda la ciudad hasta el hospital a la ambulancia que transportaba a su dueña y jadeando, con la lengua fuera y meneando el rabo, la ha despedido en la puerta donde se ha quedado hasta que ella salga.
Sucede demasiado a menudo que uno siente vergüenza de pertenecer a esa tribu llamada <<homo sapiens>>, repulsión al comprobar que vez tras vez somos capaces de cometer las más horrendas vilezas. El mal continúa entre nosotros y sigue al acecho. Los animales nos imparten a menudo lecciones magistrales de amor, fidelidad, lealtad y amistad. Guau.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Enciendo el televisor para ver el noticiario y un fortísimo puñetazo impacta mi mente; aparece el cuerpo sin vida de una de las niñas de Tenerife ahogada por su propio padre. Un profundo asco, una repugnancia sin límites, una náusea, invaden mi cuerpo al comprobar que se había cumplido la peor de las hipótesis. Una vez más, un padre o una madre matan a sus hijos para infligir a su cónyuge el daño más letal y convertirlo en víctima de la más cruel de las venganzas.
Las noticias se suceden e informan del <<descuartizador>> de Estepa y a continuación veo que en Turquía, un perro, el más fiel amigo del hombre, ha seguido por toda la ciudad hasta el hospital a la ambulancia que transportaba a su dueña y jadeando, con la lengua fuera y meneando el rabo, la ha despedido en la puerta donde se ha quedado hasta que ella salga.
Sucede demasiado a menudo que uno siente vergüenza de pertenecer a esa tribu llamada <<homo sapiens>>, repulsión al comprobar que vez tras vez somos capaces de cometer las más horrendas vilezas. El mal continúa entre nosotros y sigue al acecho. Los animales nos imparten a menudo lecciones magistrales de amor, fidelidad, lealtad y amistad. Guau.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria