Faltaban dos minutos para el comienzo del partido de la Eurocopa entre Francia y Alemania en Munich, cuando un paracaidista, militante de Greenpeace, cayó en el césped golpeando a dos personas en su protesta. El autodenominado activista ecologista, propulsado por una hélice instalada en su espalda, provocó con su caída escenas de pánico en la zona donde se encontraban jugadores sustitutos y periodistas. De hecho, los heridos, que fueron atendidos en primera instancia por el médico oficial de la selección francesa, fueron un técnico de un canal de televisión, golpeado en la cabeza, y otra persona que tuvo que ser evacuada urgentemente a un hospital. El miembro de Greenpeace, que fue detenido por la Policía, llevaba una inscripción pidiendo el abandono del petróleo.