¿Cómo ha afectado psicológicamente el Covid-19 a la población?
El Covid-19 está por cumplir dos años de haberse convertido en una de las etapas más difíciles que la humanidad ha tenido que afrontar. Y, como es entendible, muchas personas han tenido que sobrellevar momentos muy duros durante la pandemia, siendo afectados psicológicamente y a veces sin haber todavía sanado todas esas heridas.
![[Img #20440]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/08_2021/1728_imagen1-psy.jpg)
El Covid-19 es una enfermedad silenciosa. El virus que la causa actúa con sigilo, pero también muchos de sus padecimientos indirectos se relacionan con esta forma de actuar. En ese caso, es prudente mencionar a los padecimientos o afecciones de índole psicológica a los que la población -sin distinción de edad, género, estatus social o características familiares- ha sido expuesta durante casi 2 años ya.
¿Qué puede hacerse?
Psybilbo, psicólogos en Bilbao, es un equipo de profesionales cualificados que se han especializado en apoyo terapéutico a personas que han sufrido padecimientos psicológicos derivados del Covid-19 o asociados indirectamente con esta enfermedad.
Y es que el Covid-19 representa no solo una enfermedad respiratoria y viral, sino también un momento que la sociedad ha tenido que enfrentar casi de manera global, con las consecuencias sociales, económicas y psicológicas que de eso se puede derivar, por lo que la importancia de tener profesionales que puedan ser de ayuda, que brinden atención y acompañamiento para superar las secuelas psicológicas, es toda una bendición.
Principales formas en las que el Covid-19 ha afectado a la población
Más allá de la enfermedad y sus síntomas -y sus secuelas, que son incluso para toda la vida-, a nivel psicológico hay muchas formas en las que la COVID-19 ha afectado a toda la población:
- Soledad: La soledad podría considerarse como el origen de muchos síntomas depresivos, pero es meritorio reseñarla por separado porque ha sido una de las consecuencias más interesantes que la pandemia ha puesto de manifiesto. Los adultos mayores y los estudiantes universitarios que cambiaron su hogar por una residencia para cumplir sus responsabilidades académicas, principalmente, han sido las personas que mayormente han sufrido de soledad por la imposibilidad de recibir o hacer visitas -por el riesgo de contagio- o porque sus familiares están muy lejos desde el punto de vista geográfico.
- Síntomas depresivos: El aumento de la depresión, desde la que se experimenta en situaciones puntuales o muy ocasionalmente, hasta los casos de depresión crónica, ha sido notorio. La depresión a menudo suele asociarse -aunque casi siempre se trata de causas meramente especulativas desde el carácter médico- con la incertidumbre sobre el futuro a nivel financiero o familiar, pero también por tener una alta exposición a las noticias -que no suelen ser buenas en lo que se refiere al tema del Covid-19-.
- Ansiedad: Si un síntoma se ha hecho evidente a nivel psicológico en la población ha sido la ansiedad. También relacionada con la alta exposición a las noticias sobre la pandemia y al confinamiento prolongado, a menudo también se evidencia como una derivación del síndrome obsesivo-compulsivo que muchas personas han comenzado a experimentar por la preocupación a no lavarse las manos constantemente o sentir que se está ante una persona contagiada.
- Estrés postraumático: las personas que ya han superado la enfermedad, sus familiares, así como también las personas que viven en zonas de alto riesgo de contagio o donde se sienten otras afecciones psicológicas reseñadas anteriormente, suelen sufrir de episodios de estrés postraumático que si no se atienden, pueden convertirse en una patología de mucha gravedad y durante mucho tiempo.
El Covid-19 ha supuesto una prueba dura para toda la población. Ha sido necesario reinventarse completamente desde lo personal, familiar, laboral y hasta económico, para hacer frente a todo lo que la pandemia y el confinamiento han exigido. No obstante, todos esos esfuerzos, todas esas decisiones y toda la rudeza de lo vivido repercute en lo mental, en lo psicológico, y a veces no es posible hacer frente a todo sin pagar un precio, sin sufrir secuelas o síntomas de aquello. Es allí donde la ayuda psicológica es bienvenida y hasta necesaria, y eso sin contar aún al personal sanitario, uno de los grupos más afectados desde lo psicológico por la atención en primera línea a pacientes y familiares.
El Covid-19 está por cumplir dos años de haberse convertido en una de las etapas más difíciles que la humanidad ha tenido que afrontar. Y, como es entendible, muchas personas han tenido que sobrellevar momentos muy duros durante la pandemia, siendo afectados psicológicamente y a veces sin haber todavía sanado todas esas heridas.
El Covid-19 es una enfermedad silenciosa. El virus que la causa actúa con sigilo, pero también muchos de sus padecimientos indirectos se relacionan con esta forma de actuar. En ese caso, es prudente mencionar a los padecimientos o afecciones de índole psicológica a los que la población -sin distinción de edad, género, estatus social o características familiares- ha sido expuesta durante casi 2 años ya.
¿Qué puede hacerse?
Psybilbo, psicólogos en Bilbao, es un equipo de profesionales cualificados que se han especializado en apoyo terapéutico a personas que han sufrido padecimientos psicológicos derivados del Covid-19 o asociados indirectamente con esta enfermedad.
Y es que el Covid-19 representa no solo una enfermedad respiratoria y viral, sino también un momento que la sociedad ha tenido que enfrentar casi de manera global, con las consecuencias sociales, económicas y psicológicas que de eso se puede derivar, por lo que la importancia de tener profesionales que puedan ser de ayuda, que brinden atención y acompañamiento para superar las secuelas psicológicas, es toda una bendición.
Principales formas en las que el Covid-19 ha afectado a la población
Más allá de la enfermedad y sus síntomas -y sus secuelas, que son incluso para toda la vida-, a nivel psicológico hay muchas formas en las que la COVID-19 ha afectado a toda la población:
- Soledad: La soledad podría considerarse como el origen de muchos síntomas depresivos, pero es meritorio reseñarla por separado porque ha sido una de las consecuencias más interesantes que la pandemia ha puesto de manifiesto. Los adultos mayores y los estudiantes universitarios que cambiaron su hogar por una residencia para cumplir sus responsabilidades académicas, principalmente, han sido las personas que mayormente han sufrido de soledad por la imposibilidad de recibir o hacer visitas -por el riesgo de contagio- o porque sus familiares están muy lejos desde el punto de vista geográfico.
- Síntomas depresivos: El aumento de la depresión, desde la que se experimenta en situaciones puntuales o muy ocasionalmente, hasta los casos de depresión crónica, ha sido notorio. La depresión a menudo suele asociarse -aunque casi siempre se trata de causas meramente especulativas desde el carácter médico- con la incertidumbre sobre el futuro a nivel financiero o familiar, pero también por tener una alta exposición a las noticias -que no suelen ser buenas en lo que se refiere al tema del Covid-19-.
- Ansiedad: Si un síntoma se ha hecho evidente a nivel psicológico en la población ha sido la ansiedad. También relacionada con la alta exposición a las noticias sobre la pandemia y al confinamiento prolongado, a menudo también se evidencia como una derivación del síndrome obsesivo-compulsivo que muchas personas han comenzado a experimentar por la preocupación a no lavarse las manos constantemente o sentir que se está ante una persona contagiada.
- Estrés postraumático: las personas que ya han superado la enfermedad, sus familiares, así como también las personas que viven en zonas de alto riesgo de contagio o donde se sienten otras afecciones psicológicas reseñadas anteriormente, suelen sufrir de episodios de estrés postraumático que si no se atienden, pueden convertirse en una patología de mucha gravedad y durante mucho tiempo.
El Covid-19 ha supuesto una prueba dura para toda la población. Ha sido necesario reinventarse completamente desde lo personal, familiar, laboral y hasta económico, para hacer frente a todo lo que la pandemia y el confinamiento han exigido. No obstante, todos esos esfuerzos, todas esas decisiones y toda la rudeza de lo vivido repercute en lo mental, en lo psicológico, y a veces no es posible hacer frente a todo sin pagar un precio, sin sufrir secuelas o síntomas de aquello. Es allí donde la ayuda psicológica es bienvenida y hasta necesaria, y eso sin contar aún al personal sanitario, uno de los grupos más afectados desde lo psicológico por la atención en primera línea a pacientes y familiares.