Occidente-China
La inteligencia artificial será la gran guerra tecnológica del futuro
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Destacados líderes estadounidenses y europeos han intercambiado información recientemente sobre cómo las democracias deben establecer las reglas de la inteligencia artificial (IA), en lugar de un régimen autoritario como China.
“No podemos dejar que China escriba las reglas del camino en torno a la IA”, dijo la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, en la Cumbre Global de Tecnologías Emergentes celebrada en Washington el pasado 13 de junio. El evento fue organizado por la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial (NSCAI).
En opinión de Raimondo, “es importante que la IA se desarrolle y se regule de una forma que sea coherente con nuestros valores democráticos de libertad y apertura, protección de nuestra propiedad intelectual, respeto a los derechos humanos y respeto a la privacidad”.
Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, destacó las diferencias entre Estados Unidos y China: el primero pone “los derechos universales y los valores democráticos” en el centro de toda su innovación, y el segundo no logra “diferenciar entre las aplicaciones civiles y las militares” con respecto a las tecnologías emergentes como la IA. “Así que tenemos que pensar de forma diferente sobre cómo proteger nuestra innovación y nuestras industrias contra ese tipo de uso indebido”.
En el Gobierno de Estados Unidos existe el convencimiento de que la IA será vital para la superioridad militar de EEUU en el futuro, en áreas como las decisiones basadas en datos y el trabajo en equipo entre humanos y máquinas. “En el ámbito de la IA, como en muchos otros, entendemos que China es nuestro reto de ritmo”, explicó Lloyd Austin, secretario de Defensa. “Vamos a competir para ganar, pero vamos a hacerlo de la manera correcta. No vamos a escatimar en seguridad, protección o ética”.
El jefe del Pentágono añadió: “La IA va a cambiar muchas cosas sobre las operaciones militares, pero nada va a cambiar el compromiso de Estados Unidos con las leyes de la guerra y los principios de nuestra democracia”.
Según informa The Epoch Times, en los últimos años, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha identificado repetidamente la inteligencia artificial como una de sus principales prioridades para su desarrollo nacional.
En 2015, fue una de las industrias clave esbozadas en la hoja de ruta industrial de China conocida como “Made in China 2025”.
En 2017, China desplegó el “Desarrollo de la Inteligencia Artificial de Nueva Generación”, una hoja de ruta que establece objetivos estratégicos para 2020, 2025 y 2030. La hoja de ruta exigía grandes avances en las teorías de la IA, como la inteligencia de los grandes datos y la inteligencia híbrida hombre-máquina, antes de convertir a China en una potencia de innovación en IA para 2030.
La hoja de ruta de 2017 también afirmaba que era importante profundizar en la cooperación entre el sector privado y el ejército chino para impulsar el avance de la IA en China.
La cooperación bidireccional de China, conocida como la estrategia de “fusión civil-militar”, ha sido calificada por el Departamento de Estado como un enorme riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que implica el robo de la propiedad intelectual para “lograr el dominio militar”.
Fuente: The Epoch Times en español
Fuente referencial: La Tribuna del País Vasco
Destacados líderes estadounidenses y europeos han intercambiado información recientemente sobre cómo las democracias deben establecer las reglas de la inteligencia artificial (IA), en lugar de un régimen autoritario como China.
“No podemos dejar que China escriba las reglas del camino en torno a la IA”, dijo la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, en la Cumbre Global de Tecnologías Emergentes celebrada en Washington el pasado 13 de junio. El evento fue organizado por la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial (NSCAI).
En opinión de Raimondo, “es importante que la IA se desarrolle y se regule de una forma que sea coherente con nuestros valores democráticos de libertad y apertura, protección de nuestra propiedad intelectual, respeto a los derechos humanos y respeto a la privacidad”.
Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, destacó las diferencias entre Estados Unidos y China: el primero pone “los derechos universales y los valores democráticos” en el centro de toda su innovación, y el segundo no logra “diferenciar entre las aplicaciones civiles y las militares” con respecto a las tecnologías emergentes como la IA. “Así que tenemos que pensar de forma diferente sobre cómo proteger nuestra innovación y nuestras industrias contra ese tipo de uso indebido”.
En el Gobierno de Estados Unidos existe el convencimiento de que la IA será vital para la superioridad militar de EEUU en el futuro, en áreas como las decisiones basadas en datos y el trabajo en equipo entre humanos y máquinas. “En el ámbito de la IA, como en muchos otros, entendemos que China es nuestro reto de ritmo”, explicó Lloyd Austin, secretario de Defensa. “Vamos a competir para ganar, pero vamos a hacerlo de la manera correcta. No vamos a escatimar en seguridad, protección o ética”.
El jefe del Pentágono añadió: “La IA va a cambiar muchas cosas sobre las operaciones militares, pero nada va a cambiar el compromiso de Estados Unidos con las leyes de la guerra y los principios de nuestra democracia”.
Según informa The Epoch Times, en los últimos años, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha identificado repetidamente la inteligencia artificial como una de sus principales prioridades para su desarrollo nacional.
En 2015, fue una de las industrias clave esbozadas en la hoja de ruta industrial de China conocida como “Made in China 2025”.
En 2017, China desplegó el “Desarrollo de la Inteligencia Artificial de Nueva Generación”, una hoja de ruta que establece objetivos estratégicos para 2020, 2025 y 2030. La hoja de ruta exigía grandes avances en las teorías de la IA, como la inteligencia de los grandes datos y la inteligencia híbrida hombre-máquina, antes de convertir a China en una potencia de innovación en IA para 2030.
La hoja de ruta de 2017 también afirmaba que era importante profundizar en la cooperación entre el sector privado y el ejército chino para impulsar el avance de la IA en China.
La cooperación bidireccional de China, conocida como la estrategia de “fusión civil-militar”, ha sido calificada por el Departamento de Estado como un enorme riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que implica el robo de la propiedad intelectual para “lograr el dominio militar”.
Fuente: The Epoch Times en español
Fuente referencial: La Tribuna del País Vasco