Bidai ona izan Mikel
Nos conocimos en unas jornadas por el L aniversario de la primera víctima de ETA, el guardia civil José Antonio Pardines, donde públicamente valoraste el trabajo de la Benemérita para que los etarras no pudieran asesinar ni destrozar más vidas.
Recuerdo aquellos paseos, los tres por las playas donostiarras, el Peine de Los Vientos, Igueldo y un día al aeropuerto de Hondarribia para despedir a Irene; nos contaste tu larga e intensa vida y escuchaste con suma atención la del común amigo que nos presentó, un humilde Guardia Civil quien también aportó su granito de arena luchando contra aquella lacra que intentó, pero no pudo acabar contigo. Tú, Mikel, también estuviste en su diana. Luchaste como un guerrero siempre en vanguardia y de cara, pero esgrimiendo como únicas armas la palabra y la razón. Dejas un vacío que nadie podrá ocupar y echaremos de menos tus sabios consejos y reflexiones; sabíamos que estabas preparando este viaje, nos aleccionabas de lo efímera que es la vida y que debíamos servir a los demás ejerciendo como personas de bien. No olvidaremos que en todas las charlas acabábamos riendo de asuntos banales. Has dejado una huella indeleble con tu diáfana trayectoria que siempre estará presente. Volveremos a vernos los tres.
Agur, Mikel.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Nos conocimos en unas jornadas por el L aniversario de la primera víctima de ETA, el guardia civil José Antonio Pardines, donde públicamente valoraste el trabajo de la Benemérita para que los etarras no pudieran asesinar ni destrozar más vidas.
Recuerdo aquellos paseos, los tres por las playas donostiarras, el Peine de Los Vientos, Igueldo y un día al aeropuerto de Hondarribia para despedir a Irene; nos contaste tu larga e intensa vida y escuchaste con suma atención la del común amigo que nos presentó, un humilde Guardia Civil quien también aportó su granito de arena luchando contra aquella lacra que intentó, pero no pudo acabar contigo. Tú, Mikel, también estuviste en su diana. Luchaste como un guerrero siempre en vanguardia y de cara, pero esgrimiendo como únicas armas la palabra y la razón. Dejas un vacío que nadie podrá ocupar y echaremos de menos tus sabios consejos y reflexiones; sabíamos que estabas preparando este viaje, nos aleccionabas de lo efímera que es la vida y que debíamos servir a los demás ejerciendo como personas de bien. No olvidaremos que en todas las charlas acabábamos riendo de asuntos banales. Has dejado una huella indeleble con tu diáfana trayectoria que siempre estará presente. Volveremos a vernos los tres.
Agur, Mikel.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria