Diccionario falsario (1): Negacionismo (Holocausto vs. Hecatombe)
“Somos humanos al cien por cien y, por supuesto, nacimos libres aquí, en el mundo real. Auténticos hijos de Sion […], la última ciudad humana, el único sitio que nos queda."
Lana y Lilly Wachowski, Matrix, 1999.
Si ya la extensión semántica de “vacuna” al referente ‘fármaco génico en fase 3 de experimentación’, que ha venido para quedarse, es un fraude léxico absoluto, es más perversa aún la extensión semántica de “negacionista” (tesis que niega la existencia del Holocausto judío a manos del III Reich) no sólo a quien niega que el virus Covid exista o, reconociéndolo, que sea un virus natural o, una vez confirmado, que la llamada “vacuna”, sea tal, y así todo seguido, haciendo tierra quemada de cualquier evidencia, sino a quien, en vista de todo lo anterior, se “niegue” a que le sea inyectada.
Resulta evidente que la carga connotativa de criptonazismo que traslada, pues, su uso y abuso (repetida la mentira hasta la saciedad para convertirla en verdad, según la consigna propagandística nazi) a toda persona que se niegue a cualquiera orden vacunatorio, no sólo la asocia/identifica/convierte en “fascista” para el imaginario del inoculado por el argumentario del inoculador, sino que echa tierra sobre el holocausto de cientos de miles de víctimas de las vacunas (facturadas, y nunca mejor dicho, como víctimas de la "Covidemia") y cargándoselo a la cuenta de los renegados y presuntos “negacionistas” (resistentes despiertos de la ciudad de Zion, (absten)zionistas del simulador de realidad (reloaded) de Matria), cuando precisamente quienes niegan tal holocausto, vale decir, hecatombe (‘sacrificio de cientos [de miles] de reses vacunas’ [o bovinas], en su sentido etimológico griego) no son otros que esos mismos exterminadores, filonazis, "negazionistas" o Faucistas, que incriminan a quien se niega a ser víctima del plan vacunogenésico —plan (Zyklon) B contra Zion (léase con seseo)— de los agentes 01-2030, con mendacidad que roza el absurdo (léase con ceceo).
“Somos humanos al cien por cien y, por supuesto, nacimos libres aquí, en el mundo real. Auténticos hijos de Sion […], la última ciudad humana, el único sitio que nos queda."
Lana y Lilly Wachowski, Matrix, 1999.
Si ya la extensión semántica de “vacuna” al referente ‘fármaco génico en fase 3 de experimentación’, que ha venido para quedarse, es un fraude léxico absoluto, es más perversa aún la extensión semántica de “negacionista” (tesis que niega la existencia del Holocausto judío a manos del III Reich) no sólo a quien niega que el virus Covid exista o, reconociéndolo, que sea un virus natural o, una vez confirmado, que la llamada “vacuna”, sea tal, y así todo seguido, haciendo tierra quemada de cualquier evidencia, sino a quien, en vista de todo lo anterior, se “niegue” a que le sea inyectada.
Resulta evidente que la carga connotativa de criptonazismo que traslada, pues, su uso y abuso (repetida la mentira hasta la saciedad para convertirla en verdad, según la consigna propagandística nazi) a toda persona que se niegue a cualquiera orden vacunatorio, no sólo la asocia/identifica/convierte en “fascista” para el imaginario del inoculado por el argumentario del inoculador, sino que echa tierra sobre el holocausto de cientos de miles de víctimas de las vacunas (facturadas, y nunca mejor dicho, como víctimas de la "Covidemia") y cargándoselo a la cuenta de los renegados y presuntos “negacionistas” (resistentes despiertos de la ciudad de Zion, (absten)zionistas del simulador de realidad (reloaded) de Matria), cuando precisamente quienes niegan tal holocausto, vale decir, hecatombe (‘sacrificio de cientos [de miles] de reses vacunas’ [o bovinas], en su sentido etimológico griego) no son otros que esos mismos exterminadores, filonazis, "negazionistas" o Faucistas, que incriminan a quien se niega a ser víctima del plan vacunogenésico —plan (Zyklon) B contra Zion (léase con seseo)— de los agentes 01-2030, con mendacidad que roza el absurdo (léase con ceceo).