Sesenta años
El 13 de agosto de 1961 se perpetró uno de los mayores ataques a la vida, libertad y dignidad del ser humano, apelando irónicamente a ellas. Un aniversario que ha pasado desapercibido y que a algunos no interesa recordar: la construcción en unas cuantas horas del Muro de Berlín, un esperpento levantado no para defenderse de ataques del exterior, sino para evitar que los ciudadanos de la extinta RDA pudieran huir del paraíso socialista, del vergel de la libertad, del oasis de la clase trabajadora, según sus dirigentes. La construcción del vergonzoso muro certificaba el estruendoso fracaso del régimen comunista que fue debelado 28 años después con su derribo. Aquel régimen exterminador que algunos reivindican para los demás mientras disfrutan del modo de vida capitalista fue sin lugar a dudas un régimen "talibán", opresor y liberticida, un "emirato" que izaba la bandera roja en lugar de blanca. La gente se jugaba la vida intentando saltarlo o excavando túneles mientras que ahora lo hacen tratando de asirse a un avión en marcha. No bajemos la guardia, estamos rodeados de "talibanes", aunque sin barba y sin túnica. Por cierto, también de "taliban-as".
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
El 13 de agosto de 1961 se perpetró uno de los mayores ataques a la vida, libertad y dignidad del ser humano, apelando irónicamente a ellas. Un aniversario que ha pasado desapercibido y que a algunos no interesa recordar: la construcción en unas cuantas horas del Muro de Berlín, un esperpento levantado no para defenderse de ataques del exterior, sino para evitar que los ciudadanos de la extinta RDA pudieran huir del paraíso socialista, del vergel de la libertad, del oasis de la clase trabajadora, según sus dirigentes. La construcción del vergonzoso muro certificaba el estruendoso fracaso del régimen comunista que fue debelado 28 años después con su derribo. Aquel régimen exterminador que algunos reivindican para los demás mientras disfrutan del modo de vida capitalista fue sin lugar a dudas un régimen "talibán", opresor y liberticida, un "emirato" que izaba la bandera roja en lugar de blanca. La gente se jugaba la vida intentando saltarlo o excavando túneles mientras que ahora lo hacen tratando de asirse a un avión en marcha. No bajemos la guardia, estamos rodeados de "talibanes", aunque sin barba y sin túnica. Por cierto, también de "taliban-as".
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria