La polémica de las ayudas sociales
Javier Maroto: “Argelinos y marroquíes viven de las ayudas sociales y no se integran”
El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha denunciado que algunos ciudadanos de la capital alavesa “viven principalmente de las ayudas sociales y no tienen ningún interés en trabajar o integrarse”. El dirigente popular ha destacado, por ejemplo, el escándalo que supone el caso “de los ciudadanos de origen argelino y marroquí que llegan al País Vasco”.
Por el contrario, “no ocurre lo mismo con las personas procedentes de Latinoamérica”, ha explicado el regidor. “Éstas son personas que tienen el objetivo de que la próxima generación sea como la nuestra. No veo esa misma actitud en otras nacionalidades. Pongo el caso de Argelia y Marruecos porque son los más evidentes”.
Maroto ha explicado que sus afirmaciones se basan en datos contrastados que hará públicos el próximo mes de septiembre.
Estas declaraciones de Javier Maroto recuerdan al caso de la islamista chilena Gisela Cárcamo Cárcamo, recientemente desvelado por “La Tribuna del País Vasco”. Esta mujer que llegó desde Sudamérica a España en 2007, vivió durante cuatro años en Álava, donde accedió a numerosas ayudas sociales y donde denunció a un médico de Osakidetza que le pidió quitarse el velo antes de atenderla. Tras casarse con un islamista radical, también residente en Álava, la mujer y su esposo huyeron a Túnez. Desde allí, el matrimonio viajó a Siria a hacer la “yihad”, donde el hombre fue abatido por las tropas de Bashar Al Asad. Actualmente, Gisela Cárcamo Cárcamo se encuentra detenida en una cárcel para mujeres de Damasco. Ésta es su historia.
El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha denunciado que algunos ciudadanos de la capital alavesa “viven principalmente de las ayudas sociales y no tienen ningún interés en trabajar o integrarse”. El dirigente popular ha destacado, por ejemplo, el escándalo que supone el caso “de los ciudadanos de origen argelino y marroquí que llegan al País Vasco”.
Por el contrario, “no ocurre lo mismo con las personas procedentes de Latinoamérica”, ha explicado el regidor. “Éstas son personas que tienen el objetivo de que la próxima generación sea como la nuestra. No veo esa misma actitud en otras nacionalidades. Pongo el caso de Argelia y Marruecos porque son los más evidentes”.
Maroto ha explicado que sus afirmaciones se basan en datos contrastados que hará públicos el próximo mes de septiembre.
Estas declaraciones de Javier Maroto recuerdan al caso de la islamista chilena Gisela Cárcamo Cárcamo, recientemente desvelado por “La Tribuna del País Vasco”. Esta mujer que llegó desde Sudamérica a España en 2007, vivió durante cuatro años en Álava, donde accedió a numerosas ayudas sociales y donde denunció a un médico de Osakidetza que le pidió quitarse el velo antes de atenderla. Tras casarse con un islamista radical, también residente en Álava, la mujer y su esposo huyeron a Túnez. Desde allí, el matrimonio viajó a Siria a hacer la “yihad”, donde el hombre fue abatido por las tropas de Bashar Al Asad. Actualmente, Gisela Cárcamo Cárcamo se encuentra detenida en una cárcel para mujeres de Damasco. Ésta es su historia.