Leche
Los caseríos y explotaciones ganaderas están recibiendo en pleno rostro, entiéndase bolsillo, una sonora leche, ya que el precio que perciben por ese alimento básico hace tiempo que apenas cubre los gastos de explotación. Si a ello le añadimos el exorbitante precio de los piensos y ahora la luz, es decir, una inflación de costes, resulta que dichas explotaciones están al borde de la quiebra. Urge una solución, pero echando leches; las grandes superficies y el comercio en general venden el precio de la leche a un precio inferior a su coste en origen, a pérdidas. A nuestros políticos, se les llena la boca hablando del sector primario de forma grandilocuente, parece que saben la leche cuando les invitan a presidir algún premio: catan el queso, beben un vaso de... vino y acarician a alguna vaca, todo ello sonrientes, mirando a la cámara y "hasta luego Lucas". El relevo generacional no ve nada claro embarcarse en semejante aventura lechera. ¿Se da la suficiente leche a los niños en casa y en los comedores escolares?. Es menester una campaña institucional para promover el que todos bebamos el líquido blanco, oro blanco, sea entera, semi o desnatada, y fijar ya un precio mínimo de venta, pero a toda leche. Esto es la leche.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
![[Img #20601]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/09_2021/6908_milk-518067_1920.jpg)
Los caseríos y explotaciones ganaderas están recibiendo en pleno rostro, entiéndase bolsillo, una sonora leche, ya que el precio que perciben por ese alimento básico hace tiempo que apenas cubre los gastos de explotación. Si a ello le añadimos el exorbitante precio de los piensos y ahora la luz, es decir, una inflación de costes, resulta que dichas explotaciones están al borde de la quiebra. Urge una solución, pero echando leches; las grandes superficies y el comercio en general venden el precio de la leche a un precio inferior a su coste en origen, a pérdidas. A nuestros políticos, se les llena la boca hablando del sector primario de forma grandilocuente, parece que saben la leche cuando les invitan a presidir algún premio: catan el queso, beben un vaso de... vino y acarician a alguna vaca, todo ello sonrientes, mirando a la cámara y "hasta luego Lucas". El relevo generacional no ve nada claro embarcarse en semejante aventura lechera. ¿Se da la suficiente leche a los niños en casa y en los comedores escolares?. Es menester una campaña institucional para promover el que todos bebamos el líquido blanco, oro blanco, sea entera, semi o desnatada, y fijar ya un precio mínimo de venta, pero a toda leche. Esto es la leche.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria