Daño a la imagen de EEUU
Altos cargos del Ejército de EEUU dicen que Biden miente y revelan que recomendaron dejar a 2.500 soldados en Afganistán
![[Img #20717]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/09_2021/1541_general-kenneth-mckenzie.png)
Altos generales de Estados Unidos han revelado que aconsejaron al presidente Joe Biden mantener tropas en Afganistán para fortalecer al Gobierno afgano y le expresaron su preocupación de que los talibanes siguieran vinculados a la red terrorista islamista Al Qaeda. Así lo han revelado, entre otros, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, y el general Kenneth McKenzie, que encabeza el Comando Central de Estados Unidos que abarca Afganistán.
El presidente Joe Biden optó por no seguir este consejo, que dijo en agosto que nunca había recibido. "Que yo sepa, nadie me lo ha dicho", dijo el mandatario el 19 de agosto en la cadena ABC, recuerda Afp.
Milley, McKenzie y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, testificaron el martes ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado sobre el fin del despliegue de tropas estadounidenses de Afganistán.
Interrogado sobre si la retirada y la caótica evacuación de civiles de Kabul habían dañado la imagen de Estados Unidos, Milley dijo que aliados y adversarios estaban revisando "intensamente" la credibilidad de Washington. "Creo que 'daño' es una palabra que podría usarse", señaló.
Milley subrayó que los talibanes "eran y siguen siendo una organización terrorista y que aún no han roto los lazos con Al Qaeda", la red islamista que usó Afganistán como base para planear los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
"Queda por ver si los talibanes pueden o no consolidar el poder o si el país se fracturará en una nueva guerra civil", dijo Milley. "Pero debemos continuar protegiendo al pueblo estadounidense de los ataques terroristas que emanen de Afganistán", dijo.
"Una red Al Qaida o un grupo Estado Islámico reconstituidos con aspiraciones de atacar a Estados Unidos, es una posibilidad muy real", advirtió a los senadores, aunque admitió que "es demasiado pronto para determinar su capacidad".
El jefe del Pentágono remarcó por su parte que Estados Unidos "no comprendió completamente la profundidad de la corrupción y el liderazgo deficiente" en las fuerzas armadas afganas. "Ayudamos a construir un estado, pero no pudimos forjar una nación", dijo Austin. "El hecho de que el ejército afgano, que nosotros y nuestros socios entrenamos, simplemente se haya desvanecido, en muchos casos sin un solo disparo, nos tomó a todos por sorpresa", apuntó. "Sería deshonesto afirmar lo contrario".
El secretario de Defensa dijo que Estados Unidos proporcionó al ejército afgano "equipo y aviones y el entrenamiento para usarlos", pero "al final, no pudimos proporcionarles la voluntad de ganar".
Milley también testificó sobre las llamadas que hizo a su homólogo chino, el general Li Zuocheng, al final de la presidencia de Trump, asegurando que tenían la intención de "desescalar" las tensiones y que el exmandatario no tenía intención de atacar a China. "Lo sé, estoy seguro, que el presidente Trump no tenía la intención de atacar a los chinos", afirmó.
Altos generales de Estados Unidos han revelado que aconsejaron al presidente Joe Biden mantener tropas en Afganistán para fortalecer al Gobierno afgano y le expresaron su preocupación de que los talibanes siguieran vinculados a la red terrorista islamista Al Qaeda. Así lo han revelado, entre otros, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, y el general Kenneth McKenzie, que encabeza el Comando Central de Estados Unidos que abarca Afganistán.
El presidente Joe Biden optó por no seguir este consejo, que dijo en agosto que nunca había recibido. "Que yo sepa, nadie me lo ha dicho", dijo el mandatario el 19 de agosto en la cadena ABC, recuerda Afp.
Milley, McKenzie y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, testificaron el martes ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado sobre el fin del despliegue de tropas estadounidenses de Afganistán.
Interrogado sobre si la retirada y la caótica evacuación de civiles de Kabul habían dañado la imagen de Estados Unidos, Milley dijo que aliados y adversarios estaban revisando "intensamente" la credibilidad de Washington. "Creo que 'daño' es una palabra que podría usarse", señaló.
Milley subrayó que los talibanes "eran y siguen siendo una organización terrorista y que aún no han roto los lazos con Al Qaeda", la red islamista que usó Afganistán como base para planear los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
"Queda por ver si los talibanes pueden o no consolidar el poder o si el país se fracturará en una nueva guerra civil", dijo Milley. "Pero debemos continuar protegiendo al pueblo estadounidense de los ataques terroristas que emanen de Afganistán", dijo.
"Una red Al Qaida o un grupo Estado Islámico reconstituidos con aspiraciones de atacar a Estados Unidos, es una posibilidad muy real", advirtió a los senadores, aunque admitió que "es demasiado pronto para determinar su capacidad".
El jefe del Pentágono remarcó por su parte que Estados Unidos "no comprendió completamente la profundidad de la corrupción y el liderazgo deficiente" en las fuerzas armadas afganas. "Ayudamos a construir un estado, pero no pudimos forjar una nación", dijo Austin. "El hecho de que el ejército afgano, que nosotros y nuestros socios entrenamos, simplemente se haya desvanecido, en muchos casos sin un solo disparo, nos tomó a todos por sorpresa", apuntó. "Sería deshonesto afirmar lo contrario".
El secretario de Defensa dijo que Estados Unidos proporcionó al ejército afgano "equipo y aviones y el entrenamiento para usarlos", pero "al final, no pudimos proporcionarles la voluntad de ganar".
Milley también testificó sobre las llamadas que hizo a su homólogo chino, el general Li Zuocheng, al final de la presidencia de Trump, asegurando que tenían la intención de "desescalar" las tensiones y que el exmandatario no tenía intención de atacar a China. "Lo sé, estoy seguro, que el presidente Trump no tenía la intención de atacar a los chinos", afirmó.