La Tribuna de Eric Zemmour
Está en juego la soberanía de los pueblos europeos
![[Img #20781]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/10_2021/6529_eric-zemmour.png)
Ayer, el Tribunal Constitucional polaco dictaminó que varios artículos de los tratados europeos eran incompatibles con la Constitución polaca. El tribunal considera que las instituciones europeas intervienen más allá de su ámbito de competencia. Afirma la superioridad del derecho constitucional polaco sobre el derecho europeo.
En reacción, la Comisión Europea blande la superioridad del derecho europeo sobre el derecho nacional y sobre los tribunales constitucionales nacionales. Como expedición punitiva, la Comisión prevé bloquear los fondos europeos previstos por el plan de recuperación (24.000 millones de euros en subvenciones). Estas amenazas apenas veladas constituyen un grave ataque a la libertad política de este país. Al colocar el derecho constitucional polaco por encima del derecho europeo, el Tribunal Constitucional polaco solo está ejerciendo una prerrogativa que le corresponde: decidir qué leyes se aplican en Polonia y cuáles no.
La Comisión Europea no lo entiende así. Como siempre, no duda en utilizar amenazas y chantajes para doblegar a determinados Estados miembros. Los países a los que apunta la Comisión Europea son siempre los mismos: aquellos que son juzgados como ideológicamente desviados y que deben volver al camino correcto mediante la coerción y el chantaje. Detrás de los argumentos legales presentados por la Comisión Europea, lo que está en juego es la soberanía de los pueblos europeos. Corresponde a los pueblos de los Estados-nación sobranos determinar qué leyes se aplican en su territorio.
Apoyo plenamente al pueblo polaco y a su Gobierno para afirmar la autonomía de su orden legal. En Francia, debemos sacar todas las consecuencias de este golpe de Estado federalista intentado por la Comisión de Bruselas con el apoyo tácito del actual gobierno francés. Francia debe negarse a permitir que jurisdicciones extranjeras le impongan su política e ideología. Es hora de restaurar la primacía del derecho francés sobre el derecho europeo. La Comisión Europea lidera un violento asalto legal contra los pueblos que rechazan su línea ideológica. Es urgente que Francia se una a estas naciones en su lucha por la libertad.
![[Img #20778]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/10_2021/1342_eric.png)
Ayer, el Tribunal Constitucional polaco dictaminó que varios artículos de los tratados europeos eran incompatibles con la Constitución polaca. El tribunal considera que las instituciones europeas intervienen más allá de su ámbito de competencia. Afirma la superioridad del derecho constitucional polaco sobre el derecho europeo.
En reacción, la Comisión Europea blande la superioridad del derecho europeo sobre el derecho nacional y sobre los tribunales constitucionales nacionales. Como expedición punitiva, la Comisión prevé bloquear los fondos europeos previstos por el plan de recuperación (24.000 millones de euros en subvenciones). Estas amenazas apenas veladas constituyen un grave ataque a la libertad política de este país. Al colocar el derecho constitucional polaco por encima del derecho europeo, el Tribunal Constitucional polaco solo está ejerciendo una prerrogativa que le corresponde: decidir qué leyes se aplican en Polonia y cuáles no.
La Comisión Europea no lo entiende así. Como siempre, no duda en utilizar amenazas y chantajes para doblegar a determinados Estados miembros. Los países a los que apunta la Comisión Europea son siempre los mismos: aquellos que son juzgados como ideológicamente desviados y que deben volver al camino correcto mediante la coerción y el chantaje. Detrás de los argumentos legales presentados por la Comisión Europea, lo que está en juego es la soberanía de los pueblos europeos. Corresponde a los pueblos de los Estados-nación sobranos determinar qué leyes se aplican en su territorio.
Apoyo plenamente al pueblo polaco y a su Gobierno para afirmar la autonomía de su orden legal. En Francia, debemos sacar todas las consecuencias de este golpe de Estado federalista intentado por la Comisión de Bruselas con el apoyo tácito del actual gobierno francés. Francia debe negarse a permitir que jurisdicciones extranjeras le impongan su política e ideología. Es hora de restaurar la primacía del derecho francés sobre el derecho europeo. La Comisión Europea lidera un violento asalto legal contra los pueblos que rechazan su línea ideológica. Es urgente que Francia se una a estas naciones en su lucha por la libertad.
