"Es una victoria", dice la Asociación Marroquí para la Integración
El Gobierno PSOE-Podemos aprueba que 15.000 'menas' y extutelados acceden a la residencia en España
El Consejo de Ministros del Gobierno PSOE-Podemos ha aprobado la reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería que facilitará la concesión de permisos de residencia y trabajo a los menores extranjeros no acompañados, conocidos popularmente como "menas", y a los inmigrantes extutelados al cumplir 18 años para evitar que caigan en la ilegalidad.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha eludido responder cuando se le ha preguntado por la existencia de posibles discrepancias del Ministerio del Interior con esta reforma y ha destacado que se ha diseñado en colaboración con las comunidades autónomas y con el "tercer sector" y que cuenta, para mayor "rigor jurídico", con el dictamen del Consejo de Estado.
El objetivo, según el Ministerio, es favorecer la integración de unos 15.000 jóvenes extranjeros. 8.000 menores están bajo la tutela de las comunidades y se calcula que hay al menos otros 7.000 extutelados.
Concretamente, se modifica el artículo 196 del reglamento de extranjería para simplificar el procedimiento de documentación cuando son menores. En primer lugar, se reduce el plazo para acreditar la imposibilidad de retorno de 9 a 3 meses. Cuando se superen esos tres meses, las oficinas de extranjería documentarán de oficio a estas personas sin que este procedimiento interfiera en una posible repatriación. No obstante, si la repatriación procediera, se extinguiría la autorización concedida.
En segundo lugar, se incrementa la vigencia de la autorización inicial de uno a dos años (homogeneizando el plazo con otras normas) y de la autorización de renovación a tres años. En tercer lugar, se exime de la exigencia de acta notarial para la cédula de inscripción y se sustituye por un informe de la entidad de protección de menores. Finalmente, se consolida que las autorizaciones de residencia habiliten para trabajar cuando el menor alcance los 16 años.
Con la modificación de los artículos 197 y 198 del Reglamento de Extranjería, se crea un régimen propio para los menores no acompañados que alcanzan la mayoría de edad. Para aquellos que llegan a los 18 años documentados (artículo 197), se establece un régimen propio sin referencias a residencia no lucrativa, lo que favorece la continuidad de la autorización que tenía como menor. Además, se reduce la acreditación de medios suficientes a una cuantía más adecuada (el Tribunal Supremo estableció en el 100% del IPREM el requisito económico para la autorización inicial y del 400% del IPREM en la segunda renovación), se fija como requisito la cuantía máxima de Ingreso Mínimo Vital que se tendría derecho a percibir como hogar unipersonal (470 euros al mes actualmente) y se permite que se computen los ingresos procedentes de un empleo o del sistema social.
En el caso de los menores que llegan a los 18 años sin documentar, se modifica el artículo 198 para establecer un nuevo sistema para documentar a aquellos jóvenes que no lo están al llegar a la mayoría de edad. Estos jóvenes accederían a una autorización para residir y trabajar con los mismos requisitos mencionados anteriormente. En ambos casos, tanto para quienes hayan llegado a la mayoría de edad documentados como sin documentar, se tendrán en cuenta los informes sobre esfuerzo de integración, continuidad de estudios o formación.
Tras conocerse la aprobación de la reforma del Reglamento de la Ley de extranjería, la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha emitido un comunicado en el que se señala que "celebramos que el Gobierno haya recapacitado y haya apostado por la integración de la juventud migrante extutelada frente a la exclusión a la que se le condena cuando queda en situación administrativa irregular o sin una autorización para el empleo al abandonar los centros de protección de menores. La reforma del Reglamento de Extranjería supone una victoria: es la llave que abre la puerta para que estos chicos y estas chicas al fin puedan acceder a oportunidades que hasta el momento eran inviables para quienes no tenían toda su documentación en regla, es decir, la tarjeta de residencia y el permiso para trabajar".
Para la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes se señala que "cada día cuenta y el Estado tiene una deuda con estos chicos y estas chicas por el abandono y la exclusión a la que se les ha sometido, exigiendo una inmensa capacidad de resiliencia a una juventud que veía frustrados los propósitos que le hicieron emprender una migración en solitario cuando todavía eran niños, niñas o adolescentes".
Esta agrupación continúa señalando que "la reforma del reglamento de Extranjería es una victoria en lo que a derechos y oportunidades de esta juventud se refiere, pero hay otros desafíos a los que el Gobierno tiene que hacer frente para que estos jóvenes puedan alcanzar la plena integración. Es necesario que se proponga la erradicación del 'sinhogarismo' de estos chicos y estas chicas. En la actualidad, son muchos los chicos y las chicas que abandonan los centros de menores y, al no contar con redes de amigos y apoyo que puedan darle acogida, suelen quedarse en situación de calle nada más cumplir los 18 años, al menos en los primeros meses como mayor de edad, hasta que consiguen acceder a algún recurso, viéndose obligados a sobrevivir en una situación de total exclusión".
El Consejo de Ministros del Gobierno PSOE-Podemos ha aprobado la reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería que facilitará la concesión de permisos de residencia y trabajo a los menores extranjeros no acompañados, conocidos popularmente como "menas", y a los inmigrantes extutelados al cumplir 18 años para evitar que caigan en la ilegalidad.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha eludido responder cuando se le ha preguntado por la existencia de posibles discrepancias del Ministerio del Interior con esta reforma y ha destacado que se ha diseñado en colaboración con las comunidades autónomas y con el "tercer sector" y que cuenta, para mayor "rigor jurídico", con el dictamen del Consejo de Estado.
El objetivo, según el Ministerio, es favorecer la integración de unos 15.000 jóvenes extranjeros. 8.000 menores están bajo la tutela de las comunidades y se calcula que hay al menos otros 7.000 extutelados.
Concretamente, se modifica el artículo 196 del reglamento de extranjería para simplificar el procedimiento de documentación cuando son menores. En primer lugar, se reduce el plazo para acreditar la imposibilidad de retorno de 9 a 3 meses. Cuando se superen esos tres meses, las oficinas de extranjería documentarán de oficio a estas personas sin que este procedimiento interfiera en una posible repatriación. No obstante, si la repatriación procediera, se extinguiría la autorización concedida.
En segundo lugar, se incrementa la vigencia de la autorización inicial de uno a dos años (homogeneizando el plazo con otras normas) y de la autorización de renovación a tres años. En tercer lugar, se exime de la exigencia de acta notarial para la cédula de inscripción y se sustituye por un informe de la entidad de protección de menores. Finalmente, se consolida que las autorizaciones de residencia habiliten para trabajar cuando el menor alcance los 16 años.
Con la modificación de los artículos 197 y 198 del Reglamento de Extranjería, se crea un régimen propio para los menores no acompañados que alcanzan la mayoría de edad. Para aquellos que llegan a los 18 años documentados (artículo 197), se establece un régimen propio sin referencias a residencia no lucrativa, lo que favorece la continuidad de la autorización que tenía como menor. Además, se reduce la acreditación de medios suficientes a una cuantía más adecuada (el Tribunal Supremo estableció en el 100% del IPREM el requisito económico para la autorización inicial y del 400% del IPREM en la segunda renovación), se fija como requisito la cuantía máxima de Ingreso Mínimo Vital que se tendría derecho a percibir como hogar unipersonal (470 euros al mes actualmente) y se permite que se computen los ingresos procedentes de un empleo o del sistema social.
En el caso de los menores que llegan a los 18 años sin documentar, se modifica el artículo 198 para establecer un nuevo sistema para documentar a aquellos jóvenes que no lo están al llegar a la mayoría de edad. Estos jóvenes accederían a una autorización para residir y trabajar con los mismos requisitos mencionados anteriormente. En ambos casos, tanto para quienes hayan llegado a la mayoría de edad documentados como sin documentar, se tendrán en cuenta los informes sobre esfuerzo de integración, continuidad de estudios o formación.
Tras conocerse la aprobación de la reforma del Reglamento de la Ley de extranjería, la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha emitido un comunicado en el que se señala que "celebramos que el Gobierno haya recapacitado y haya apostado por la integración de la juventud migrante extutelada frente a la exclusión a la que se le condena cuando queda en situación administrativa irregular o sin una autorización para el empleo al abandonar los centros de protección de menores. La reforma del Reglamento de Extranjería supone una victoria: es la llave que abre la puerta para que estos chicos y estas chicas al fin puedan acceder a oportunidades que hasta el momento eran inviables para quienes no tenían toda su documentación en regla, es decir, la tarjeta de residencia y el permiso para trabajar".
Para la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes se señala que "cada día cuenta y el Estado tiene una deuda con estos chicos y estas chicas por el abandono y la exclusión a la que se les ha sometido, exigiendo una inmensa capacidad de resiliencia a una juventud que veía frustrados los propósitos que le hicieron emprender una migración en solitario cuando todavía eran niños, niñas o adolescentes".
Esta agrupación continúa señalando que "la reforma del reglamento de Extranjería es una victoria en lo que a derechos y oportunidades de esta juventud se refiere, pero hay otros desafíos a los que el Gobierno tiene que hacer frente para que estos jóvenes puedan alcanzar la plena integración. Es necesario que se proponga la erradicación del 'sinhogarismo' de estos chicos y estas chicas. En la actualidad, son muchos los chicos y las chicas que abandonan los centros de menores y, al no contar con redes de amigos y apoyo que puedan darle acogida, suelen quedarse en situación de calle nada más cumplir los 18 años, al menos en los primeros meses como mayor de edad, hasta que consiguen acceder a algún recurso, viéndose obligados a sobrevivir en una situación de total exclusión".